OTOÑO

 En anteriores fechas oficiales de invierno no salimos en esta ciudad del otoño; es más, en la época en que entramos en el invierno oficial se produjo una especie de otoño más frío y lluvioso que el otoño oficial precedente (y no exáctamente un invierno), y tras haber entrado oficialmente en primavera y a un mes del verano oficial, seguimos en Otoño. Y llueve. Dos de cada tres días. De este Otoño inacabable

En la parte más concreta, si vamos a las horas del día, algunas se te presentan livianas y acogedoras mientras que otras se te aparecen como emboscadas de bloqueo algo tenso. Pero todo pasa.

Lo único que te queda ante todo esto es quedarte mirando el fenómeno del clima y el vaivén de las horas, atardeceres o mañanas y noches de todos los colores (sobre todo de temperatura otoñal) con la calma necesaria para no tener que echar la culpa de lo que te pasa al Tiempo y poder agradecerle a la vida lo que te da aquí y ahora. Es muy probable que tengas comida y techo, y buena cama. Mi tía suele decir ¿de qué me quejo yo cuando algunos viven debajo del puente? y no se trata del mal de otros sino que no me hace bien poner lupa de aumento en lo que no es como debería. Ejem.