Cuando en plena semana santa del año 2002 llegué a San Sebastián procedente de un viaje de meses (que había pretendido ser de un año) a Irlanda (estuve en el pueblo-ciudad llamado Galway, en concreto), y pasados un par de días de mi llegada estaba en casa de un familiar (al que quiero mucho) hablando con él, ocurrió un hecho curioso. Mientras hablábamos, él miraba la tele. Salía una tía que yo no conocía, cantando una canción que luego supe que se titulaba "Europe is living a celebration" (no estoy seguro de que se titulara así, pero de que decía eso, sí) ante un público absolutamente entusiasmado. Pregunté a mi familiar qué era aquello. Claro, yo me había ido a principios de año y ni supe que se estrenó un programa con mucho éxito llamado O.T, del que nada diré porque supongo que los cuatro gatos que se pongan a leer esto ya lo conocen.
Mi familiar, cuando le pregunté por la canción, me dijo que yo sería el único individuo de España (cuántas veces algo dentro de mí me hace decir que no toda la gente que conozco, entre ellos amigos, me consideran perteneciente a ese lugar; por mi parte, tengo que decir que ahora mismo tengo otras cosas más prioritarias por las que preocuparme, pero como el término ha sido objeto de agrios problemas a mi alrededor, para cuyo entendimiento no hace falta haber leído "Patria", sino simplemente vivir en este bendito y maldito lugar, pues no puedo evitar señalar lo que me salta por dentro con la sola mención de la palabra de marras, cuyo significado a veces ni entiendo ya) que no conocía esa canción. Y luego me contó la historia. De aquello quedó el tal Bisbal, que no es santo de mi devoción. Tampoco Bustamente. Lo siento mucho. Perdón.
Bien, esta vez ya sabía que se celebraba ese concurso, incluso había oído el nombre Amaia. No había escuchado su canción "Soñar contigo". Pero es que resulta que veo que uno de mis amigos de facebook ( y un poco más que de facebook), ha publicado por aquí que este tipo de programas siempre le han echado algo para atrás, que el artista se forma en otros contextos etc
Pero sin embargo, ha dicho, ampliando sus impresiones con un artículo adjunto publicado por él en euskera (mira) en un periódico, que a pesar de todo y tentado por su hija, ha escuchado la canción de marras. Y que le gusta mucho.
La canción es para él de esas que cuando las escuchas parece que todo lo malo no existe (sobre lo malo pone ejemplos de lo más cercanos y escalofríantes) y que sólo hay bueno en la vida ( de mi interpretación del artículo no me fío mucho ni yo, pero algo así he entendido).
Bueno, pues le he puesto que si eso es así, a la noche la escuchaba sin falta, pues donde yo estaba no se escuchaba youtube; no había cascos. No ha llegado la noche y ya he llegado a un lugar cultural donde se puede escuchar la canción. La estoy escuchando, varias veces, mientras escribo esto, y quizá por lo mismo que ocurre cuando te dicen que un libro es genial o una película es la mejor de la historia y vas hacia ell@s pensando en encontrarte el santo grial en sentimientos y sensaciones e ideas, y luego no es para tanto, a mí la canción "Soñar contigo" (que tenía más de un millón de visitas) no me ha provocado tan buenas sensaciones. Normal me he sentido al escucharla (con lo raro que soy)...Tampoco me desagrada y me gusta mucho más que "Bulería" o cualquier otra cosa exitosa, pero no me ha llamado la atención, desde luego, no tanto como al que me ha llevado a escucharla.
La música me parece algo maravilloso y al igual que otras muchas artes, un medio de expresión tremendamente subjetivo. Quien bendecía la canción fue cantante punk vasco en su juventud (con bastante éxito por aquí, era uno de mis ídolos de adolescencia, de hecho) aunque luego se pasaran al pop-rock. Era-es un cantante bastante bueno, además de periodista exitoso y para mí un buen escritor. A mí una de las canciones que me ha provocado esa sensación mágica y maravillossa de la que él hablaba cuando escuchaba a Amaia, era una canción que cantaba él con su grupo y que era una versión en euskera de la canción "Chacho" ("Txatxo" en la traducción) del grupo asturiano "Los berrones". Como "Soñar contigo" no me ha hecho vibrar, quizá porque estoy algo tristón, voy a ponerle al paciente que haya llegado hasta aquí la canción "Txatxo", a ver si consigo un "me gusta" y con ello me da un subidón y salgo de golpe y para siempre de una subdepresión.
La vida son dos días (pero qué largos a veces).
Qué bien estoy ahora que escucho "Txatxo", qué recuerdos cuando todo era posible.
No he podido soñar con la otra.
