sábado, 24 de febrero de 2018

RARAS VECES


   Raras veces suelo saber de qué va a ir mi corto escrito cuando me pongo a él y muchas veces dudo de si puede interesar a alguien, aunque eso me haga sentirme muy libre ante la pantalla. 
 La frase que acabo de decir, aunque es verdad, sirve como primer ladrillo desde el cual, asociando lo que pueda desde él, vaya construyendo las siguientes. O no siempre.
Por ejemplo tengo que decir (y ahora sin recurrir a la asociación y porque me da la gana, por tanto no sé qué pinta ahí el por ejemplo; qué horror, debo de dejar de leer a Mosterin, pues soy muy influenciable y él hace operaciones como las que acabo de hacer) que siempre voy al blogger, ahí redacto, publico, y copio y pego en facebook. Porque soy un puto vago, y cuando me puse a pasar lo que escribí en facebook desde septiembre de 2015 hasta hace poco a un documento en Word, me llevaron más de 400 páginas (a las que no creo que dé ninguna utilidad o puedo delirar pensando que cuando me muera, esos escritos, en fin, cállate ya, Antxon) y bastante tiempo, demasiado. Para evitar esa "perdida" de tiempo publico en blogger primero y se queda ahí guardado y además descubrí que poniendo el nombre y el apellido de alguien que se llamara exactamente igual que yo salían en google todas mis chorradas. Así que yo escribo para facebook pero primero aprovecho el blogger, que en cuanto lea esta utilización secundaria de sus servicios va a dejar de prestármelos.  

Hay que ver la de palabras que se pueden verter en una pantalla sin haber dicho todavía nada. Además, he puesto el título "raras veces" y no lo voy a quitar. Así que ahora tengo que seguir con esa coletilla.
Bueno, pues si hay que hacerle honor al título, raras veces estoy absolutamente convencido de algo, raras veces me pasa que cuando estoy leyendo algún libro (que es la condena que me suelo imponer para sentir que hago algo importante en este mundo) no esté pensando cada X tiempo mientras lo leo, en cuál será el siguiente, pensamiento absolutamente enfermizo, porque no vivo el ahora, que es lo que hay que hacer para tener una vida sana y plena. Raras veces no me preocupo sobre si los antibióticos que me han puesto me pueden dejar tan hecho polvo que me puedan afectar a algo de lo que siempre estoy hablando. Raras veces tengo la sensación que estoy teniendo en este escrito de  que por fin estoy distanciando a mi persona lo suficiente de lo escrito, aunque siga estando demasiado cerca, porque de otra forma no sé hacer lo que estoy haciendo, si estoy haciendo algo más que juntar algunas letras con o sin sentido.

Raras veces, mejor dicho, nunca, suelo terminar como voy a terminar ahora: ¿Por qué razón tendré que escribir yo, si luego le doy a publicar y paso un par de minutos pensando algo así como", era necesario hacerlo"?

En fin, si has llegado hasta aquí eres una heroina y yo seré tu portavozo y te doy la enhorabuena y me voy a lo último que hayas publicado tú mism@ y le doy al me gusta aunque lo deteste. Pero sólo por lo que digo, para que luego no haya confusiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario