viernes, 6 de abril de 2018

CANTO A LA IMPERFECCIÓN



Quizá te olvides a veces de que la vida no es una ciencia exacta, o si lo es, desde luego tú no tienes las claves. Nadie.
La humildad debiera ser un valor en alza por hacernos mejores personas y acercarnos más al amor y no una cualidad de nadie pues volvemos con ese último enfoque a entrar en sumarnos y definirnos entre cualidades y defectos; y el que más cualidades tuviera sería el/la (palabra que ha creado todos los males) "ganador/a". Debiéramos tener claro que nadie puede ser más que nadie en el cómputo general porque aquel podrás ser tú por azar mañana y por azar podrás enfermar e irte mañana mismo también. De qué te ha valido la fugaz gloria.

Y desde el momento en que la vida está llena de limitaciones y la sabiduría de la naturaleza no se parece a aquella sabiduría enciclopédica sabelotodo de la que nos hablaron en escuelas, la imperfección y el desajuste debieran de ser aceptados con humildad amorosa de la buena como algo natural de esta vida, sin violencia, con inevitable dolor, pero con mayor plenitud de vida.

Pero eso sí, cuando puedas y estés soled@, y si no lo estás inténtalo también, celebra la vida y piensa, cuando descanses a la noche y concluyas la jornada, que sigues de pie y ese es el gran milagro que estás consiguiendo. Porque cuando todas las luces se apaguen no sabemos si hay algo detrás del telón. Creer que lo hay o no es cuestión de posibilidad, nunca de sabiduría, y por lo tanto, acepta y celebra la duda y la contradicción y baila la música de tu vida en todas tus versiones.

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