Querrías que las cosas fueran de una forma (en el fondo perfectas, aunque no te lo confieses) pero son de otra ¿Para qué frustrarte con lo que no es porque no puede ser o por lo que sea? Quédate con lo que es y tienes ya. Es un montón. Un cuerpo con dos piernas con las que pasear, comida y agua, medicación, techo, familia, aire, vida, no dolor, amigos, no dolor, no dolor, no dolor...
Abrázate al momento y deja que la vida sea lo que tiene que ser. Perdónate en lo que creas que eres culpable. El autocastigo no te hará mejor. Ponte en paz contigo y con la situación. No fuerces. Descansa de luchar. Tu vida no puede ser lucha. A otros les puede ir bien, a ti no. Aquí estás, respira, tienes música, eres un privilegiado, a pesar de que las cosas no sean como tú querrías. Las cosas son como son y cuanto más las hagas tuyas y las aceptes con cariño, te llegarán a parecer buenas. Haz la prueba y verás. No hagas caso del Pepito grillo que dice "cómo deberían ser las cosas". ¿Quién sabe eso en realidad? ¿Qué es lo normal? Quién sabe lo que te conviene o no. Estás vivo y sin malestar. Es un triunfo, un milagro, una gloria, la vida que tienes dentro de ti.
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