lunes, 19 de diciembre de 2016

TRABAJOS FORZADOS



 LA OSCURIDAD ES ASESINA DE LOS MINUTOS
    
      
     Por lo visto existen estudios que relacionan los desordenes psíquicos (la expresión me da la risa, si no estuviera recién llorado, porque no conozco a nadie que no los tenga; además me pregunto cómo serían las personas con orden psíquico absoluto, o aun aproximativo, que tampoco lo he contemplado) con la alta capacidad para la creatividad literaria. Desde el momento en que parece que yo cumplo una de las premisas (loco, después edulcorado con enfermo psíquico o con el insultante enfermo mental) y dicen que la literatura no es sólo novela (hice una, pero biográfica) o poesía, sino que también se extiende a otros "formatos" de expresión escrita, pues yo ya no tengo ni puta idea (perdona) de lo que es literatura o de si yo hago literatura, o de si soy enfermo porque trato de hacer literatura. Creo que en el fondo me gustaría hacer literatura, el problema es que a mí me parece que yo amo más el amor por la literatura que a la propia literatura. Vamos, que estoy absolutamente loco. Y lo sabe todo el mundo. Han salido unas claras cifras y estadísticas en todos los media del mundo confirmándolo hace media hora. Pon la tele y lo comprobarás, no dejan de hablar del asunto.

     Vamos a ver si nos entendemos: Lo kafkiano, originario semánticamente de la literatura de Franz Kafka, es aquello que tiene un carácter trágicamente absurdo. Pues así era la literatura de Kafka. Y los estudiosos dicen que su literatura viene dada por la hipérbole (exageración) o parábola de su relación con el mundo y sobre todo con su padre (que en la realidad no debía de ser tan monstruoso). Si se dice que la literatura de Kafka venía de exagerar lo absurdo de forma trágica, no se entiende que a mucha gente le guste ver esa realidad absurda y dolorosa de forma exagerada, a no ser de que quienes admiran y leen con fervor a Kafka se puedan sentir identificados con semejante absurdo de existencia por la que por lo visto atraviesa el ser humano del nacimiento a la muerte; con dolor. Y debe de ser así, pues no sólo tienen en cuenta el estilo de Kafka, sino sus historias noveladas. Su fondo existencial. Y le consideran uno de los mejores.

      Me he desvíado kafkianamente, pero no tiene ninguna importancia, porque yo no venía de ninguna parte. Sólo sé que este blog paga las consecuencias de los trabajos forzados a los que la mente del autor de dicho blog, se ve abocada a hacer en ciertas horas; y entonces sí, entonces todo cuadra. Y todo cuadra en una cosa: aquí no hay nada que cuadre. Las instituciones, la gente y organizaciones ponemos un aparente orden o etiquetas a las circunstancias exteriores, pero me jugaría el cuello a que toda la gente (hasta los gurús) tiene cosas en su interior que no cuadran en absoluto, y que no hay manera de explicar ni de entender desde la razón, sólo que todos hacemos comedia social (somos grandes actores) y que la psicología individual de todo cristo es, consecuentemente y repetidamente, un caos muy bien disfrazado. Pero yo no supe disfrazarlo y por eso tomo pastillas. Aunque vamos, que tampoco me voy a poner en plan víctima ni a buscar compasión porque aquí todos tienen en su mochila cosas que, y cuecen habas, y si rascas un poco ya te das cuenta de que en el fondo,  y que todos tenemos problemas y que a ver qué me voy a creer.... 

     Y tienen razón, no pasa nada porque de cuando en cuando te sangren las neuronas hasta destrozarte el pecho, utilizando la sangre de las neuronas tu propio cuello como puente hasta el pecho, porque mira, los hospitales están llenos de gente que está mucho peor, y otros están en guerras y en África hay gente que se desvive por vivir así que con qué derecho te crees tú para tener ganas de largarte a la NADA a veces, eh, ¡¡Contesta!!!...

      Voy a cumplir 45 años en un mes (prepárame una sorpresa regalo o un evento facebook para la ocasión, tienes tiempo) y estoy seguro de que cuando tenga 75, si tengo la mala y errónea idea de decir que me duele algo o alguna situación o persona, entonces me va a venir alguien de mi edad de ese momento, o sea 75 años, o de 80 o de 90, diciéndome: "Mira chico, en la vida te vas a encontrar con muchas situaciones así" y entonces sí que le responderé, "No, no hay problema ya en ese aspecto, porque he decidido suicidarme mañana a las diez y cinco de la mañana, porque como dijo una mujer muy sabia, soy un cobarde con consciencia de serlo y no podrás detenerme pues ya salgo corriendo..."; y como en esa edad puede que nadie me necesite ya, pues estoy deseando que pasen treinta años para soltarle esa frase a cualquier mocoso o señorito gilipollas de ochenta años que me suelte la tontería.
         
        Genial. Estupendo. La vida es tele-cinco y qué tiempo tan feliz.

          Ahora en serio. Llevo con toda la dignidad que puedo lo que me ha tocado, pues a todos nos toca algo; ahora bien, yo no puedo ser como Jesucristo, que supo resignarse en paz ante su tortura, que miró con amor al ladrón, a las dos Marías y a Juan en medio de su crisis de pánico real que tienes que sufrir, sin duda, en su situación.
       
          Pues no va el otro día una persona y me dice que ya que digo que Jesucristo perdonó,  yo debería de perdonar también. Primero de todo, yo no soy Dios. Y segundo yo puedo perdonar pero debo de evitar la relación con alguna persona, que por ser cercana (bueno cercana, relativamente cercana, humanamente, muy cercanamente cruel) a veces me trata bien y luego me trata fatal. Por lo tanto renuncio a ese bien y como el mal es mayoritario, esa relación destruye mi ser, más que construir nada decente. Consecuencia, poner distancias que eviten todo choque bestia.
       
  Y yo no sé por qué estoy escribiendo esto, pero me da igual en realidad. Trabajitos forzados nos toca hacer a veces y decir en la calle que todo bien ¿verdad? Sin que te den tiempo a decir, no, todo bien no, horrorosamente hoy. Bah, pero hay que decir bien cuando te pregunten eso. Pues yo te diré la verdad y como no tenga un buen momento y debido a mi honestidad y sinceridad intelectual, a ti ya se te quitaran las ganas, no ya de preguntarme sino de imponerme el ¿Todo bien verdad? Porque te llevaré la contraria con toda dignidad. Cómo te atreves a meter a Walt Disney en mi vida. Quién te ha dado derecho.

Creo que quien ha escrito esto soy yo, pero como no me conozco bien igual no es así.

            

No hay comentarios:

Publicar un comentario