viernes, 17 de marzo de 2017

EL CONCEPTO DE FELICIDAD AUMENTA LA INFELICIDAD


Cuando llega la paz ya casi no hay necesidad de expresión.

En los momentos en los cuales existe la más neutra de las paces, y no la alegría intensa que precede a  la desolación, sino simplemente, una paz de estar tranquilo, así sin más; en esos momentos, digo, lo que parece que "está pasando" te parece bien; y digo lo que parece que "está pasando", pues yo creo que nunca acierto en el diagnóstico de lo que realmente "está pasando", mediatizado por estados de ánimo transmisores de sospechosas informaciones; pero ahora no me parece aburrido.
Hace tiempo que no conozco el aburrimiento. Mis sentimientos intensos anduvieron entre muy bien o bastante bien y dolor o desolación en las últimas semanas. Y no doy batallas por ganadas.
He venido a "Ocio y Tiempo Libre" a ESTAR. Y ya está. Y dentro de mí no hay una inmensa alegría pero tampoco oscuridad ni desolación. Ahora.
Ayer noche, en un momento de desolación, me dije que no quería vivir así siempre.
La vida te engaña en sentimientos, tantas veces. Te hace creer muchas veces, lo que no es. Y para cuando te das cuenta que no era para tanto, ya se fue; y en tu interior sin embargo, si fue para tanto, pues tu interpretación tiene todo el poder de la vivencia de eso que llaman realidad. Y ese para tanto, fue demasiado.
Por tanto me quedaría siempre en este punto,en el que estoy ahora, no me aburre el silencio pero quizá también me engaño.
Porque este punto viene de días y una mañana muy negativas y ahora es como si saliese del agua. Salido del agua, el deseo empezará a molestar pidiendo eso que llaman felicidad; felicidad, cuánto daño ha hecho tu concepto; tú felicidad, que eres una supuesta gran plenitud, creas deseos imposibles de cumplir muchas veces, por lo menos en el cuerpo variable en el que te vivimos; variables orgáinico-químicas, climatológicas y digestivas influyen  mucho en estados que se empeñan en focalizar sólo desde el lado espiritual o psicológico; señores budistas, una vez más, además de SER, somos cuerpo, y el cuerpo manda más de lo que ustedes quieren admitir; tú, "felicidad total", concepto atractivamente envuelto, enciendes  deseos imposibles de saciar totalmente; la plenitud total y absoluta no existe en el cuerpo en el que estoy hecho,  no existes, y eres algo que por empeñarnos en conseguir, se convierte en madre de muchas infelicidades y frustraciones. Es probable que vuelva a pasarme.
Calor entrañable de manta suave, y dulce sensación de abrigo ante las inclemencias violentas de un pasado interior. Cuando vuelvas, vuelve suave.

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