martes, 14 de marzo de 2017

CICLOTIMIAS EN ESENCIA

Ciclotiamia: wikipedia.


"Se caracteriza por la presencia de múltiples episodios de hipomanía (ánimo y energía elevados) con o sin irritabilidad, junto con episodios alternantes de depresión leve o moderada que no llegan a cumplir los criterios básicos para el diagnóstico de un episodio depresivo mayor." Wikipedia también es humana pues las cosas nunca son exactamente como indican diccionarios. Menos mal.

No me considero ciclotímico, sí bipolar, lo que pasa es que llevo una racha de estas.

A la mañana entrevista a una política de servicios sociales. Hablamos con una persona que me quita de golpe todos los prejuicios y abanderamientos previos. Es una persona. Pero como pertenece al PNV se me habían metido clichés anteriores el sábado, cuando me enteré de la entrevista. Para que luego me queje de tópicos, clichés y estigmatizaciones de otros hacia nosotros. Porque ¿dónde terminan los otros y empezamos nosotros?. ¿En siglas? ¿Y las personas? ¿Dónde estaba tu humanismo al etiquetar?

Porque  esto pensé el sábado por al mañana: "Ah, del PNV, partido inmovilista aficionado al sillón, estéril, de derechas y conservador, no hacen nada; por ultra--capitalistas muy disimulados"

Repito, me encuentro con una persona y le creo, y se me caen etiquetas. Una buena persona. Una política pero buena persona y esforzada, con buena voluntad y sensatez, que nos ha toreado con cariño. Y quizá torear no sería la palabra. Muy agradecido. Marcho a otra plataforma. Son las 13:45 cuando trato de seguir con un libro que va por buen camino. Hundimiento.

Hundimiento. SOS. Vacío. Hueco impresionante en el estómago y en el pecho, todos los hilos del sentimiento, prietos en un punto somatizados. Acudo a la cafetería. Café con leche con palmera. Le cuento a una compañera mi directo. Voy, voy, voy, hablo. Tengo que salir a la calle a respirar, las aguas asoman de las pupilas al borde. Mi mente corre, dice palabras, taxi, casa, cama, esto es terrible, me quemo. 
Pero no. Tengo la fortuna de parar y observarme, respiro y trato de no pensar, el dolor es grande, y lo miro. El ego de la victima o del héroe supuéstamente admirable que "controla" la situación desaparece y el dueño de este cuerpo no  desea depender del aplauso.
El ego desaparece cuando me observo como objeto de estudio. Cuando me escribo en público y me muestro por si de algo ayudo o me ayudo; por si mostrándome en público me puedo ver desde fuera junto con los demás, que observamos una situación ni mejor ni peor que otras. Esto es así. Me observo. Me quedo quieto. Vuelvo con los ojos secos. Hablo con la compañera. Viene otro. Nos sonreímos. Nos compartimos. Nos sonreímos otra vez. Nos damos calor de hoguera en otro día húmedamente lluvioso. Estamos. Somos en dolor y alegría. Tengo el don de la escritura en contra del defecto de fábrica, otros tienen otros dones. Van calmándome, voy calmándoles...

María Martin, Cinta, Ana, Carmen, Julia, Maria Carmen, Ignacio, José María y compañías, vamos estando, vamos viviendo. El partido sigue y nadie es más que nadie. Ni tampoco menos. Un abrazo que os abarque. Y gracias por las identificaciones. Somos humanos para lo bueno, y lo malo nos puede hacer mejores. A todos. No cejéis. Es verdad que a veces el miedo nos quiere hacernos encerrar.nos empuja a desoír a la VIDA. Estamos, seguimos, nuestro calor da nuestro color y nuestro calor y color es importante. Es lo más importante. Gracias a quien me dio el don de juntar letras que tanto me calma, que tanto calor me da y que tanto me pone en contacto con el color y calor de otros.
Quiero, amo,  y eso está por encima de todos los defectos. Con eso basta.
Con eso nos debe de bastar, aquí estamos todos con defectos. Pero podemos amar a pesar de todo.
ESO es lo esencial.

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