viernes, 13 de enero de 2017

HAY OTROS MUNDOS EN EL MUNDO


Los informativos no nos los muestran, pero existen otros mundos dentro de este mundo. Muy buenos. Conozco mundos extraordinarios dentro de este. Mi novia, mis buenos amigos, vosotros, gente que tras haberlo pasado muy mal tiene mucha fuerza para hacer el bien. Como dice la frase de Yolanda, odiar es de debiluchos y amar es de fuertes. Quienes nos representan políticamente han tenido que subir hasta arriba repartiendo palos que no hemos visto y se mantienen allí a base de ellos. Sutiles coacciones, mentiras (un día dicen una cosa y al día siguiente la otra, no se sostiene su honestidad). Todos, hasta a quienes voté y quizá voté muy desengañado del terreno político. Y quizá les vuelva a votar.

Hay muy buena gente, muy valiosa, que  no quiere entrar en política porque no está dispuesta a renunciar a sus principios. El sistema parlamentario competitivo de buenos y malos es un disparate. No nos representan.


A mí me representa la gente que he mencionado, aquellos a quienes quiero, padres, novia, amigos, gente bellísima que he conocido en mi recorrido y que me han dado muchísimo. Mi queridísima Trini de ochenta y tantos años, con tantos dolores y cánceres "curados" y sonriente; y cómo quiere a mi novia. Esa gente no suele hablar mal de otros. Hay muchos. Yo siempre pienso igual. Mi patria no es el país vasco, ni españa, ni europa, ni el mundo. Mi patria son esas  personas, compañeros de camino bellísimos. Mi patria es un amigo que aun estando atrapado por una enfermedad terrible no se queja y encima reza y da gracias por tener amigos que le hayan aceptado como es. Y cómo no le íbamos a aceptar. Si él fuimos nosotros, y nosotros podremos ser él. En mi preciosa cuadrilla sólo se exige bondad, no carisma, no cara agraciada, no cuerpos perfectos, no conversaciones interesantes, no gente que haga reír, sino gente que no te juzga y te ayuda y como consecuencia y en paralelo, tú haces lo mismo con ellos. Esos son tesoros. He visto a tantas personas sufrir en amor, que eran mil veces mejores que yo, que no hacía más que quejarme y lamentarme y me han enseñado a no hacerlo. Con hechos y sonrisas de cariño. Sin palabras.

Hay centernares de voluntarios ofreciendo su vida por los necesitados, da igual si religiosos o laicos, he visto a gente entregada al voluntariado, he visto a gente reír a pesar de que su vida tenía un panorama de lo más tenebroso.

No me fío de la tele. El mundo no es el que sale en el telediario. Los reality shows son fiction shows. Los realities más bellos son los de a pie, fuera de la tele, los de gente de buena voluntad, sean del PP o Podemos, los realities son los que no salen en el telediario. Las noticias buenas no venden y dan poca audiencia. Hay buenas personas que tienen el defecto de ser morbosas. Algunas de ellas ayudan a que se mantengan audiencias de Sálvame y de informativos sesgados. No se puede abrir un telediario con imagenes terribles y música, como si fuera ficción o espectáculo, y hacerlo sin cortes publicitarios entre el rosco de pasapalabra (de reyes, en máxima  audiencia) y por medio de un informador con tono alarmista y terribilizador. Mentira. No todo es eso. En el país vasco nunca he tenido problemas. Lo que ofrecián al resto de la península eran imagenes del Boulevard de Donostia, donde sí había bronca, pero a unas horas y días X o de Rentería (pueblo conflictivo en kale borroka y manifestación) también en horas X y tiempo X. El país vasco NO era ESO.  Yo he vivido en paz externa a pesar de que no tuve la interna. Desconfío de las noticias de otros países pues sospecho que hacen lo que hicieron con mi territrorio más cercano. Las buenas noticias sacan una sonrisa condescendiente al presentador para pasar a temas más serios (malas noticias). Te equivocas, las noticias buenas son muy importantes, aunque no te den audiencia y son muchas, muchísimas. Las he visto, he visto a gente desconocida tendiéndome la mano y abrazándome, he visto que en los mal llamados pequeños había personas muy grandes. He visto el amor de mis monitores hacia nosotros, que nosotros correspondíamos a mansalva. Cuando la vida te ha tratado mal, esas cosas, esas cosas son prioritarias ante lo material. Hay buenos deseos y a veces tontos orgullos (el enemigo número uno del mundo) nos hacen enfangarnos por tonterías sin poder valorar en esos momentos lo afortunados que somos. Menos mal que pasados esos puntuales mal-entendidos, somos capaces de perdonar y querernos y pedir perdón.

Menos mal que hay tanta gente que conozco que contradice a los que se llaman malos. Un hombre me dijo que él llevaba el mal intrinseco dentro, para contradecir mi buenismo que le parecería cursi y él creería que todo el mundo es un cabrón y él  también. Era su problema cuando lo dijo. Espero que deje de creer eso, pues te hace sufrir mucho el odio del mal. Y los que queremos también sufrimos, pero bendito sufrimiento si nos sirve para ser cada vez más felices, para aprender y saber que haciendo bien te ayudas, y que no hay nada más grande que el afecto, sin el cual, y a pesar de grandes lujos, no seríamos nada. Yo no lo sería. Otros lo son. Pero no son el mundo. Son una parte del mundo. Hay otros mundos fuera del que nos muestran los telediarios. Y son muchas personas, que no quieren focos y huyen de ellos. Están en cocinas, madres extraordinarias entregadas a hijos enfermos. Padres y enfermos hermanados. Podría seguir, pero yo no me creo que el hombre sea lobo para el hombre. En política sí desgraciadamente; Maquiavelo tenía razón, porque en política, en política ocurre lo que decía Maquiavelo con pesismismo. Fuera de ella tiene uno muy buena gente de la que rodearse, y si das porque te sale las recompensas serán enormes.

Querida Carmen, José María, Julia, Ana-s tres, Mercedes, Marjo, , Marisol, Maria Jose-s, Magdalena, Gerarda, Vero radical, Pablo y un larguísimo etc (los he dicho a bote pronto, perdón por los omitidos que sois ya bastantes pero no tengo una lista), no dejemos que nos engañen, porque compartimos y no competimos, cooperamos y eso es lo más fantástico.
Un enorme abrazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario