martes, 29 de noviembre de 2016

¿LA VERDAD?


Me encanta la canción que viene a continuación en música y letra. Otra cosa es lo que yo considere qué es la VERDAD de esta vida, pues esta canción habla de ella en términos absolutos. Yo no puedo considerar nada sobre esa VERDAD, pues creo que es de ignorantes pensar que alguien la sabe, o peor, creer que la sabe uno mismo.

Las canciones más clásicas de Aute (convertidas en clásicas por el público al final) siempre me han gustado, la mayoría en letra y música. Estoy seguro de que él sabe que ninguna de sus letras encierran toda la verdad, sino que al expresar sentimientos lo hace sobre cosas universales que creemos en determinados momentos: si estamos muy bien lo vemos todo muy bonito y si estamos mal, más terrible e inaguantable nos parece “la realidad”.


Pues bien, para mí esta canción, de sentimiento y expresión absolutamente pesimista (que no alarmista o tremendista pues eso encierra un juicio y pienso que el pesimista puede alcanzar tan altas cotas de objetividad como el optimista: totales nunca), a pesar del consuelo algo resignado del final (Queda la música) encierra UNA clase de verdad. La condensaré sólo en la primera parte antes del estribillo, que es también título de esta canción “Queda la música”:

“Miro el instante que ha fijado la fotografía (…) quince años que sujeto entre mis brazos (…) nada queda en ese trozo de papel todo es alquimia, veo, que es la prueba más veraz de que todo es mentira, esos rostros ya no llevan nuestros nombres, son dos máscaras perdidas en la noche, pero, queda la música, queda la música….”

Esta estrofa expresa por medio del pensamiento UNA verdad que no creo que sea adecuado contradecir. Es terrible que se pueda poner en cuestión el amor, el tiempo y la verdad, pero son cosas legítimamente cuestionables en nuestro poliédrico sentir.
Y no es adecuado contradecir lo que dice ese párrafo porque esta vida, al ser poliédrica en el terreno del pensamiento, encierra muchas VERDAD-es posibles.


Y es que Aute escribió otra canción de título “Me va la vida en ello”, en la que de alguna manera viene a afirmar un sentimiento bastante alejado al que expresa en la canción “Queda la música”, si no, casi el contrario.


En la canción “Me va la vida en ello” Tras decir que él trató de ser todo menos hipócrita en busca de laureles (parte de lo cual puede ser verdad, pero el ego…sin el cual no se haría casi arte…) llega a una conclusión: “Quiero que me digas amor que no todo fue naufragar, por haber creído que amar era el verbo más bello, dímelo…” En este caso no habla de la veracidad del amor pero maximiza su belleza por encima de todo. Incluida la música se deduce, en contra de lo que afirma la letra de la primera canción señalada
Voltaire debió de decir (según el escritor Javier Cercas) que sólo los idiotas no se contradicen tres veces al día.

La única conclusión a la que puedo llegar con todo esto, es que un sano escepticismo (cuando se corre el riesgo de ver las cosas como maravillosas/ o cuando se corre el riesgo de pensar que todo es horroroso) es una buena herramienta para no perder suelo del todo y para ser mínimamente razonables (o cuando menos, estables) por medio de nuestra actitud y sentimiento hacia la vida.

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