sábado, 12 de noviembre de 2016

DIARIO VOLATIL/ LA ESPINA DE LA ROSA


 CINCO



  El escritor más honesto que he conocido es alguien que además de haber publicado muchas novelas y libros híbridos interesantes (para mí muy interesantes), es alguien que no separa su obra de sí mismo, se implica y  desnuda a veces su alma para ponerse a la altura de los demás. Ningún escritor prestigioso hace eso. Es alguien que teniendo éxito, es valiente y capaz de ponerse en cuestión, es capaz de reconocer en sus artículos sus mediocridades, es una bomba humana, es alguien que empatiza con el lector y con quien sufre, pues en vez de utilizar sus artículos para lucirse dominicalmente, esa bomba utiliza sus artículos para ayudar, o concienciar, o humanizar, o tratar de mejorar (un poquito) el mundo. Dando muchas veces voz y apoyo a los que suelen estar en esa batalla humanista. Gracias a su ejemplo he firmado cosas que no hubiera firmado antes. No siempre escribe de temas trágicos evidentemente, pero es que todos necesitamos treguas...

Es alguien que reconoce abiertamente y sin miedo sus propias incoherencias; puede llegar a decir cosas del tipo: "Sí, nosotros criticamos el caos y el desastre en muchos terrenos gubernamentales o administrativos etc ... pero si yo mismo cada día me contradigo y soy incoherente y le empiezo a dar vueltas a cosas absurdas etc etc" (voy de memoria pero es bastante aproximativo).  Eso, no se da en ningún escritor. 

Ese escritor puede decir lo siguiente en una entrevista televisada, y lo dice: "Cuando repaso algunos párrafos de lo que escribo, pienso, sí, es eso, qué sensato, claro que sí, eso es lo que hay que hacer; pero luego en la práctica todo hace aguas y no va..." ¿Es posible más honestidad en un artista? Porque afirma sin tapujos que la obra siempre es superior a la persona. Pues bien, no conozco a nadie que sea capaz de acercar su persona tanto a su obra, incluso a veces desacreditándola indirectamente como en el caso que he señalado al principio del párrafo. Hace de posible guía, nunca se pone de referente absoluto ni de gurú. Es demasiado inteligente para ello.

Porque además es cierto lo que dice, nos pasamos muchas veces horas y horas hablando, escribiendo y reflexionando sobre cosas y teorías y análisis para gobernarnos mejor y luego hay algo que falla; el dolor siempre llega, parece ser una condición absoluta en toda existencia. 

Yo mismo tengo clara la teoría sobre lo que debo hacer, pero hoy mismo, tras llegar a casa a las 13:30 de una caminata, me he venido absolutamente abajo, no podía hacer nada, no pude ni ducharme, sólo tomar la comida que mi querida dama ha tenido que hacer sola. Algún día se cansará. Lo terrible es que para recuperarme de esas cosas lo tenga que hacer con música y escritura. O sea que a más depresión, más creatividad. Toma, nada es gratis.

Y la gran verdad que dice ese escritor es esta, ya dicha antes, pero la repito: "esta vida lleva consigo el sufrimiento en cada uno de nosotros, y ante ese sufrimiento todos hacemos, pues, cosas, lo que podemos."

Me alegro de  que alguien con una capacidad intelectual privilegiada, además de gran capacidad artística, diga esa verdad. Sobre todo por lo que ya he dicho en otra ocasión: autores de muchos libros de auto-ayuda  (no todos, por suerte) mienten, saben que mienten diciendo que se puede vivir sin sufrir. Ante eso, gente muy atraída por la panacea imposible de la absoluta felicidad les compra libros, y ganan dinero deshonestamente. También algunos que escriben libros de crecimiento personal.

El escritor del que hablo, es mujer, lo he querido desvelar al final; y me ha solido apoyar incluso psicológicamente, muy puntualmente, porque da y da y da a tanta gente que sólo puede darme dos líneas de apoyo o consejo, y alguna vez; pero no busco ya eso en ella, sólo recompensar a su persona, con algo de calor. 

Esa escritora lleva con enorme dignidad la espina de su Rosa, y a pesar de ser "triunfadora" (ha tenido mucho éxito como escritora y articulista además de haber sido periodista durante mucho tiempo) se pone al lado de los desfavorecidos y trata de recordar a los olvidados.

Merecidísimo nuevamente, señora Montero. Mucha gente te quiere...

Demasiada CARNE en el asador.

  Antxon.







No hay comentarios:

Publicar un comentario