martes, 24 de mayo de 2016

CONEJILLOS DE INDIAS (1)



Todavía no sé cómo demonios acepté a ir a aquel programa de televisión. Yo, que siempre he sido reacio a presentarme a ese tipo de situaciones. Que además me ponen nervioso y siento timidez y vergüenza al encontrarme en ellas. Pero es que en un principio la cosa parecía seria y digna. Se trataba de un programa nocturno, en una televisión local. Dicho programa solía tratar un tema diferente cada semana, emitiendo algún vídeo documental primero para pasar a continuación a una charla debate entre personas expertas en el tema sobre el que se debatía, o personas que, por experiencia personal, estuvieran medianamente al tanto de lo que se hablaba. Yo era un invitado de estos últimos.
El tema del programa, la semana en la que fui invitado, era “la depresión como enfermedad”; o algo parecido. Me explicaron que iban a ir dos psiquiatras, un psicólogo y una escritora que había publicado varios libros de auto-ayuda y de “auto-realización y crecimiento personal” además de ser directora de una clínica de curación alternativa, por medios llamados naturales, tales como la homeopatía, el yoga, la acupuntura, masajes etc
En primer lugar, tras la breve introducción de la presentadora sobre el tema que se iba a abordar esa noche, y dejando para luego la presentación de los invitados al programa, emitieron un documental sobre la depresión; bastante decepcionante. Era un documental superficial con frases manidas e imágenes impactantes de psiquiátricos (información-espectáculo) y de gente perdida en su calvario o histeria, que lejos de acercar al televidente a la realidad del problema de forma natural, lo aterraba, contentándose con un trozo de entrevista por aquí, unas imágenes desoladoras de un psiquiátrico y sus pacientes por allá, algún comentario suelto de algún familiar, una voz en off poco informada etc. En fin, un puzzle en el que toda la atención estaba enfocada en piezas sueltas, sin ir nunca al fondo de las cuestiones. En cuanto a montaje audiovisual puede que fuera perfecto; en cuanto al tratamiento del tema, el documento era un fiasco. Demasiada literatura (y de la peor clase) y pocas explicaciones objetivas, manoseando los muy dudosos tópicos de siempre. En un lenguaje comprensible podrían haberse ofrecido datos y explicaciones mucho más acertadas y concisas que con aquel acercamiento tan lejano. Por no querer aburrir, lo que hicieron fue confundir y meter miedo, cuando creo que se puede evitar esto último con un enfoque más ordenado, veraz y sin aburrir. Un tema bien tratado y enfocado, siempre puede ser digno de interés (interesante) y ameno, y por lo tanto, no aburrido. Creo que la audiencia no pide basura gratuitamente, sino que la basura termina por “entretener” a la audiencia alimentando el lado más morboso y bestia de nuestro subconsciente, y la audiencia, en círculo vicioso comienza a demandar más y más basura. Sé podrá decir que quién soy yo para pontificar sobre estos temas. La respuesta es clara: Nadie.
Pero dejando de lado estas opiniones, resultó que para remate, el debate fue un circo de desconcertante naturaleza. Lo recuerdo como si hubiera asistido hoy mismo a él.
Tras el documental comenzó dicho “debate”, que a la hora de las primeras exposiciones, más que debate pareció ser una sucesión de monólogos de cada uno de los invitados. Pero tras esos primeros monólogos y al comenzar el intercambio de opiniones, la cosa cambió.
En primer lugar, la presentadora procedió a las presentaciones de los cuatro especialistas en el tema. “Don Fulano, psiquiatra y catedrático de esto y lo otro, además de reconocido autor de los libros ‘La psiquiatría como...’ ‘Últimos avances bioquímicos para combatir...’ Él es también miembro activo en la organización…,además de haber colaborado en…” En fin, así con los cuatro que me precedían. Muchas gracias por su presencia aquí. Luego, la presentadora, tras decir mi nombre dijo: “el cual ha venido hoy también a hablar con nosotros ya que se trata de una persona con un trastorno caracterizado, entre otros síntomas, por la sucesión de largas depresiones. Afortunadamente a día de hoy se encuentra completamente restablecido gracias a un tratamiento adecuado y creemos que también tendrá algo que aportarnos en cuanto a este delicado tema. Gracias a ti también por haber venido” Quise comentar algo que no recuerdo qué era, pero ella dijo “Perdóname un momento, luego comenzaremos a abordar a fondo el tema y tendremos tiempo para todo tipo de matizaciones; ahora, lo siento, ya saben ustedes el compromiso que tenemos en televisión con nuestros patrocinadores, pues según me indican tenemos que dar paso a unos minutos de publicidad. En unos instantes estaremos aquí para tratar ya, definitivamente, un tema que promete ser interesante”. Menudos programas: introducción, documental, presentación de invitados y en ese instante ¿publicidad? En fin, yo es que no entiendo de estas cosas.
Tras la publicidad, la presentadora dijo: “Bienvenidos de nuevo a nuestro ‘Abejorro’-- extraño nombre del programa: El Abejorro--- de esta semana. Como ya les he dicho anteriormente, esta noche trataremos de ahondar en el fondo de una enfermedad cada vez más frecuente, la depresión, una palabra que se utiliza mucho, por cierto, pero de cuyo verdadero significado desconocemos en ciertas ocasiones muchos datos; es una palabra, depresión, que se utiliza mucho pero a veces no sabemos exactamente a qué nos estamos refiriendo cuando decimos “estoy depre””.
Tras esta nueva introducción, lanzó su primera pregunta al aire para que comenzase quien quisiera: “¿Cuáles serían las causas principales u orígenes de lo que hoy denominamos depresión? ¿Habría que hablar de diferentes clases? Que comience el que quiera”



CONTINUARA…Y SE VA IR MONTANDO UN LÍO GORDO, QUE ERA LA INTENCIÓN DE QUIEN ESCRIBIÓ ESTA HISTORIA, PUES ÉL SE ENCONTRO DURANTE AÑOS EN MEDIO DE LOS DIMES Y DIRETES CONTRADICTORIOS DE TODO TIPO DE TERAPEUTAS QUE TODO LO SABIAN, PERO ESE TODO, ERA DISTINTO EN CADA CASO. ESTO TEXTOS SERÁN REVANCHA

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