miércoles, 12 de octubre de 2016

¿ARTE Y LOCURA?


 LOS APASIONANTES PERSONAJES


   Me parece un error (ya subsanado por una organización) enfocar la enfermedad psíquica desde el punto de vista del “consuelo” de que la tuvieron Van Gogh, Beethoven, Lincoln y otros muchos VIP de la historia. Como si eso nos sirviera de consolación a los que no hemos llegado a esas “cotas universales”. Con lo desgraciados que fueron además muchos de esos humanos “relevantes”. Beethoven y Van Gogh sufrieron un montón, entre otros muchos casos…

O quizá el mensaje que querían mandar era: “mira, esta gente tuvo los mismos problemas que tú y mira lo que hicieron”. A mí me importa un rábano lo que hicieran; (cuidado, algunos dejaron un gran legado muy de agradecer e importante e hicieron un gran bien a la humanidad universalmente, eso no lo discute nadie y viva por ellos desde ese punto de vista); pero yo estoy hablando desde el punto de vista de Beethoven persona, Van Gogh persona, Virginia Woolf persona; como personas que sufrieron mucho, demasiado, me importa un rábano (y seguro que a ellos también en sus últimos momentos de su vida) que pasaran a la historia o que fueran admirados por habilidades artísticas o por ser personas relevantes en la historia; fuera de sus habilidades artísticas sufrían como todos, incluso en una cota más elevada, mucho más; a mí lo que me importa es no ser infeliz y a quienes cito el hecho de ser grandes artistas o personas relevantes creo que no les dio ni un gramo de felicidad que compensara la inmensa infelicidad de sus males. O sí. Pero era felicidad y gloria efímera de reconocimiento y aplauso puntual. La gloria del ego dura poco y además, ese ego pide más. Creo que sólo disfrutaron haciendo lo que tenían que hacer para no sentirse fatal:arte. Luego, los aplausos duran unas semanas, como máximo.

Y desde mi punto de vista, repito esto, es mi percepción (pues yo no he llegado tan “alto” (qué horror ver a los artistas en plan competitivo con la palabra “alto”, porque algunos se las dan muy buenas en sus “bajos”, recordar cómo murió el “gran Hemingway”)), esa GLORIA, no les compensó a quienes sufriendo tanto pensaban mucho en desaparecer, por mucho aplauso de fondo. No creo que les mereció la PENA (es demasiado bestia).  Preferiría que la organización que nombro hubiera puesto ejemplos de gente no “importante” (y lo de “importante” me suena ridículo), gente normal y corriente que supo (porque PUDO) llevar una vida satisfactoria a pesar de la enfermedad. Por suerte he conocido a unas cuantas personalmente (algunos, muy amigos), y no me hace falta ya ese tipo de campaña. Para colmo, en un periódico, hicieron un reportaje sobre compañeros míos con un titular del tipo “Los locos salen del armario” con comentarios del tipo “Hace X años estaba atado a una cama en un psiquiátrico y ahora hago programas de radio”. Una vez más, mira lo que hago tío, mira cómo lo consigo tío, me sacudo el pecho con la palma, aquí estoy yo, aquí he llegado a pesar de las dificultades, mi lucha me ha llevado a CONSEGUIR estas cosas tan estupendas. Y llevo la cabeza bien alta (ten cuidado que es malo para la espalda y llegará un momento en que esa cabeza será agachada por las circunstancias, ¿de qué te sirvió?)).... Genial.

Por mí como si haces el pino en pelotas durante seis días sin comer y con la sola ayuda de los pinchazos de antipsicótico o antidepresivo que te vayan metiendo cada día. Me importa un rábano lo que consigas. Lo que me importa es que estés bien, hagas lo que hagas, trabajes o no, seas un as o un cero a la izquierda. Aunque sólo des paseos, aunque pases la tarde sentado en un banco mirando el mar. ¿Eres así feliz por fin? ¿Tienes dinero por una pensión que te dieron por haber trabajado durante mucho tiempo con enfermedad? Pues sigue así, te lo mereces, después de las torturas que has pasado. 

Lo que me importa es que puedas disfrutar del sol y de buenas compañías, que seas capaz de dar amor y recibirlo. Y si ni siquiera eres capaz de esto último porque la enfermedad te lo impide, quiero que estés tranquilo y bien, que tu interior no grite en un mutismo machacante en una soledad brutal. Me importa que seas un ser humano que no sufre demasiado. Me importa que SEAS o ESTES a gusto. Me importa que te haga ilusión hacer cualquier cosa, que no tiene porque ser relevante: qué manía con cifrar la felicidad en la belleza física, que hay que cuidarla y conseguirla y operarla, en tu capacidad intelectual (sí, eres un genio resolviendo problemas matemáticos o escribiendo poemas  de alto grado) pero ¿te sientes bien? ¿Estás cómodo en tu piel? ¿no? ¿y lo otro de qué vale entonces?.

Y es que, directamente relacionado con esto, quiero comentar que hay una cosa que me molestó de la película “Una mente maravillosa” y que tiene que ver con lo que estoy comentando. Para contar una historia explicativa de la esquizofrenia de forma entusiasta, recurrieron a un enfermo psíquico ganador. Claro, Muy importante ser ganador.

A pesar de sus dificultades, Nash, pudo con todo y tras luchar contra la enfermedad (pienso que luchar CONTRA la enfermedad, por lo menos en mi caso, por lo menos en la enfermedad psíquica, es un error; le das alas; pero dejémoslo, es sólo un problema semántico) decía yo, antes de la publicidad explicativa del paréntesis, que Nash, a pesar de la enfermedad, consiguió el Nobel y el reconocimiento social.

Vamos a ver, si el mensaje que queréis mandar es que Nash luchó contra viento y marea y a pesar de la dificultad logró el Nobel, y como consecuencia merecía la PENA pasar por la enfermedad en favor del maldito Nobel, os diré que ya estaba demasiado harto del sueño americano ("si luchas lo conseguirás"; es una mentira para que el que no tiene suerte piense que la culpa es suya por haber competido mal. Estados Unidos quiere capitalismo competitivo para seguir teniendo al mundo bajo sus pies, por eso destrozó la Chile socialista, por medio de Pinochet,  e hizo otras maravillas).

Porque es fácil decir que se está agradecido a la enfermedad, pues gracias a ella esto y lo otro. Es fácil decirlo y hasta creértelo DESPUES. Seguro que DURANTE, no darías ni un minuto de tu infierno aunque supieras que muchos minutos de esos acumulados, te harían conocer cosas muy bellas. Es cierto que, en mi caso, debido a las consecuencias de la enfermedad e incluso a la enfermedad, he conocido gente maravillosa, almas sencillas bellísimas. Eso no quiere decir que yo crea que debía de haber pagado, semejante peaje. No lo considero ni justo ni justificable. NO.

Viva por Russel Crowe de todos modos que se documentó para el personaje. Que es evidente que trató directamente con esquizofrénicos en Crisis, pues la cara que se le pone, que pone, que interpreta, es exactamente igual a la que yo, tantas veces, desgraciadamente, he visto en mis ingresos. Esa expresión no se olvida si la has visto sólo un par de veces (yo la he visto demasiadas veces), esa expresión es de quien está roto por dentro pues su cabeza le hace pensar que está dividido, partido por la mitad, que sus deseos de “superación” (otra expresión que no quiero que me mal-vendan) se ven frustrados en cada intento de salir de su estado, en donde la fuerza de VOLUNTAD, es imposible de aplicar para salir de un estado que te aboca demasiadas veces a no tener un mínimo de VOLUNTAD o deseo de nada vital. Y a veces esa VOLUNTAD o deseo se convierte en tener sólo ganas de desaparecer. Esas son las ganas que quedan en momentos. Esas ganas. De morir.

Cobardes ¿verdad? A vosotros también os cuesta ¿verdad? Hay que echarle un par, pensar en positivo, no compadecerse y tirar siempre para adelante ¿verdad? Cuéntale ese discurso a los niños de la guerra, a las familias que no tienen hogar y huyen a la desesperada no sabiendo ni a dónde. Porque aunque no lo sepas, un esquizofrénico, o una persona con bipolaridad o depresión grave, para la que vivir en estado de crisis es un infierno comparable al de una persona sin enfermedad pero en circunstancias de guerra y terrible penuria, o a una persona con una depresión que le rompe el alma cada minuto, cuando le sueltas tu moral supuestamente progresista y de lucha ante las dificultades, siente lo mismo, (estoy seguro) que sentiría alguien sin comida y techo si le cuentas esas cosas tan hollywoodienses; con el añadido de que a estos últimos no les sueltas eso y no les culpas de vivir en una catástrofe; cosa que a veces sí ocurre con nosotros. Porque esa persona siente que lo que le dices es absurdo, pero como está indefensa y no está segura de nada, cuando le culpas, y le aumentas la culpa, y se siente incomprendida, y le desprecias de forma sutil por estar mal, se siente todavía peor gracias a tu “ayuda”. Y se da cuenta que te molesta que estés mal. Y le haces pensar que no hace las cosas como debe hacer. Claro, lo de los neurotransmisores y la depresión es una excusa para no hacer lo que hay que hacer. “Es que vosotros os escudáis en la enfermedad para no hacer algunas cosas, es que os creéis que con las pastillas, es que tenéis que poner de vuestra parte...” Demasiadas veces no hay PARTE. Pero tenéis razón por supuesto, por supuesto, además somos unos vagos inmorales. Por supuesto.





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