miércoles, 8 de febrero de 2017

LOC@


 
 Cuando hay ignorancia hay que perdonar. En este caso. Cuando una persona cercanamente lejana y cuya salud emocional es muy escasa te dice "Oye, tu móvil, lo tienes super bien ordenado ¿eh?; incluso las personas normales, algunas no lo tienen tan ordenado." Se refería a la agenda. Necesitaba algunos teléfonos y se los he dado. La cabeza (y lo digo con cariño) no la tiene ordenada esa persona, aunque le quiero mucho. Porque si la tuviera ordenada hubiera descubierto mi teléfono de contacto con la CIA y con La Casa Blanca, con la que tengo que hablar últimamente pues Donald ya se está impacientando cuando ve que el mundo no es un negocio y tengo que calmarle . O lo es pero no hay sólo un gerente, como en sus anteriores negocios. En un tiempo me hubiera ofendido el comentario del principio.  Pero me ha hecho pensar en la palabra que da título a este texto.

En 2008, en el psiquiátrico San Juan de Dios, una enfermera, en cómica y surrealista tertulia mañanera, dijo que la RAE, había quitado la palabra loco para referirse  a los enfermos emocionales, y que con buen criterio, ahora había que decir enfermo mental. Yo le dije que no aceptaba ese término. Pues la gente normal (la que no puede hablar con la CIA  y con la Casa Blanca diariamente, como yo), utiliza ese término, cuando están entre ellos, con connotaciones negativas del tipo de "pervertido sexual" (por cierto supongo que pervertido querrá decir obsesivo, pues no sabría poner una barrera entre lo que es y no es perversión en las relaciones sexuales; hay gente que ve suciedad; son sus ojos; otros no vemos nada sucio, es un regalo, una alegría, una belleza, amor, belleza y enorme placer (esta palabra parece que los curas la tienen prohibida y no la usan, no se vaya a pensar que...Y lo digo a pesar de ser creyente)), o con connotaciones de violent@ y peligros@.

El desconocimiento es espectacular. Se piensa que paranoico equivale a peligroso: casi nunca lo es. Yo entré en paranoia en 1996. Era autoafirmativa. Estaba fuera de la realidad (locura puntual, lo admito). En la esquizofrenia, la paranoia es absolutamente insoportable. También ocurre en una cosa que tienen el horroroso gusto de llamar "trastorno límite de personalidad". Genial para acercar y quietar miedo a la gente. Ese trastorno se refiere sólo a los límietes emocionales terroríficos y atormentadores de quien lo padece. Lo peor es que eso no se cuenta y se asusta a la gente con nombres como "Borderline", como si hubiera que vender películas.  En la paranoia, a los esquizofrénicos, la cabeza les dice a los que la padecen, que todos les odian, que les persiguen, que están contra ellos, o que se tiren al tren o que la madre está muerta o que les quieren matar. No lo he probado pero mi amigo M., que es una de las personas más buenas que conozco vivió asustado en paranoias hasta los 36 años. No mató una mosca pero pasó mucho miedo. Tanto que llevaba una navaja para defenderse. Nadie le atacó en contra de lo que él creía. Más: su padre le obligaba a pelearse con los otros niños de pequeño para que no fuera una nena o niña. A pesar de todo, sigue siendo tan bueno, que me siento muy afortunado de que sea mi amigo. Desde que está medicado ha realizado un camino en el que nos ha superado a todos. Acepta a todas las personas como son. Nunca se defiende de broncas. Esquizofrenia paranoide. Miedo ¿no? Ignorancia. Estigma. Otra persona a la que debo muchísimo y que cuando nos frecuentábamos mucho hizo lo imposible por mí, qué decir de él: no creo que haya muchos amigos como él así. 

Uno de los miedos más universales del ser humano es la locura. Piensan que es el infierno. Uno puede mantener la razón y pasar un infierno. Ya lo creo que sí. En depresiones huracanadas terribles y despedazadoras, en voces (te podría pasar a ti, mañana, cualquier día, a ti, respétales, porque a mí me dan lecciones) . Creo que nunca he sentido tanta fraternidad como la que sentí en un psiquiátrico. Contraproducente. Ingresé más veces de las que debía. La recuperación se ha retrasado mucho. Empecé a vivir aceptando todas las reglas del juego, con 42 años, los que va a cumplir una amiga el día diez de febrero. Me da rabia que le quede un tiempo para ponerse bien. Pero ella resiste y estoy seguro de que se pondrá bien. ¿También la metemos en el terreno de peligrosos? Su enfermedad es peligrosa para ella. Ella es un amor. Mi hermana no se atrevía a visitarme en el psiquiátrico porque decía, y le creo, pues me quiere mucho: "Ay Antxon, no es por ti, de verdad, pero es que me da mucho mal rollo, es superior a mí, no soy fuerte" Mi hermana es super fuerte pero eso le asusta. A mí evidentemente, nada. Y la quiero mucho. Otro amigo: "No es por ti, si yo contigo super bien, pero es que cuando te visité el otro día y le vi caminando a ese hombre con ojos perdidos, me asusté pensando, ¿qué habrá pasado por la cabeza de este hombre para llegar a eso? Tengo miedo de que me pase. Mira, si yo fuese una persona muy madura y segura de sí misma entraría pero es que me da un mal rollo terrible." La persona a la que se refería no puede matar una mosca. 
Si esas dos personas que tanto quiero y con las que trato con tanto cariño no podían con ello ¿cómo voy a pedir a la sociedad que dé un salto mortal? Pero sí pido algo de comprensión. No he conocido a ninguna persona que pase por depresiones y que sea malvada. A ninguna. Al contrario. Se sensibilizan. Otra amiga mía da gracias a la enfermedad (bipolaridad) pues hasta presentarsele dice que era una cabrona (la palabra es suya) y debido a la enfermedad se ha convertido en alguien humana con ganas de amar y ser amada y lo dice muy en serio. Felicitaré a las dos. No sólo por los años sino por ser como son. 42 una, 53 otra (creo).
Las personas violentas y criminales entre los enfermos emocionales engloban un porcentaje mínimo y  ridículo, como el porcentaje de peligrosos entre diabéticos, o entre cojos, o entre miopes, o entre los que tienen dolores de espaldas. Más: entre todas las personas violentas y peligrosas a nivel global, el porcentaje de enfermos emocionales es todavía más ridículo. Nunca me cansaré de hablar de esto. En la tele dicen tanta bobada por no estar en tratamiento psiquiatrico. Y no al revés. Cometió un crimen, tenía enfermedad mental y eso lo explica todo. Eso explica sólo la falta de conocimiento del informador y de la sociedad. Pero no hay que culparles y si queremos que nos entiendan debemos entenderlas y tratar de hacernos comprender. Ellas también tienen lo suyo aun sin enfermedad, vidas muy duras.
A partir de ahora diré enfermos emocionales o de la distorsión de la realidad o el sentimiento, ni siquiera psíquicos, aunque hasta la gente profesional con la que trato diga enfermedad mental. No es mi problema. Nunca tendré poder para cambiar la terminología a nivel académico. Ni lo quiero. Por mucho que me hayan dicho que volvamos a hablar sobre lo nuestro en la universidad de educación social algunos enfermos emocionales de una plataforma a la que acudo. Lo más triste es lo siguiente: Que yo no podré decir lo que estoy diciendo en este párrafo y que debo de ser diplomático. Porque no pienso abanderar causas, no soy líder de nada. Pero respondo por mí. Por mí sí. Siempre estaré ahí dispuesto a ayudarme y comprenderme. Os quiero bellas mujeres.
Buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario