miércoles, 20 de abril de 2016

NUNCA ENTENDERAN



 A aquellos compañeros que están en sus crisis más torturadoras, en el vacío, en el miedo abismal, en la incertidumbre tenebrosa del pánico. Encerrados en sus brutales crisis; sólo descansáis del infierno al dormir, y,  a pesar de la medicación, a veces, vuestra vida es una crisis de ansiedad crónica. Qué infierno sentís. Qué solos, qué desesperanzados, qué extranjeros en vosotros mismos. Rotos, hundidos, pensando que si acabáis con vosotros mismos, todos los problemas se acabarán, y que quizá queréis  hacerlo o penséis  en ello.

No hagáis caso a los del "Pon de tu parte", ni  a los del "¿Qué te crees que los demás no tenemos problemas?  A los demás también nos cuesta", al "Deja de compadecerte".  Esta última es de traca (pero no de risa, sino de impotencia). Se interpreta mal la palabra compadecerse. Yo no la veo como lamento lastimero continuo. Es otra cosa. Porque debemos de tener capacidad de compasión con el prójimo, pero, vaya, con nosotros no. No os quejéis delante de ignorantes que no entienden, que nunca han entendido y nunca entenderán. Porque no lo han vivido. Repito, no lo han vivido. En ese sentido, sobre vosotros, no saben nada y creen que lo saben. No hagáis caso a los del "deja de compadecerte y disfruta de lo que tienes". No saben que tú, no puedes ni siquiera disfrutar de nada.  Ni de novias ni de amigos.

 No os digáis, por favor, "pobre de mí", "no valgo nada". Valéis muchísimo aunque la cabeza diga que no. No tenéis que demostrarle nada a nadie. No os valoréis por si sois o no útiles. Vosotros, los más castigados, os soléis convertir en personas buenísimas pasadas las crisis. ¿Sabéis por qué? Porque habéis sentido un tipo de soledad tan afectivamente brutal, cuando no os podía curar el cariño,  porque no lo recibías de hecho (a cambio habéis tenido que escuchar regañinas de incomprensión), y por tanto no podíais darlo,  que cuando estáis bien, tenéis tal necesidad de querer y ser queridos, que es la mejor recompensa: el afecto multiplicado en vuestro interior cuando respiráis. Y queréis hacer bien. Os sale de forma natural.

Lo más básico: Compadeceos, en el sentido más sano de la palabra, que quiere decir, trataos con cariño aunque estéis mal, aunque lo hagáis mal. Sois seres humanos respetables. Por mucho que la cabeza y las ideas negativas os insulten, no peleéis contra ellas; buscad, si tenéis fuerza, aquello que os guste, sed egoístas en eso, lo importante es salir, y tratad de disfrutar, os lo merecéis, qué narices. Con todo ese sufrimiento os merecéis regalaros cosas buenas (no hablo de lo material, aunque si  se puede, también)...No hagáis caso de los estúpidos mensajes "culturales"...
  
Compadeceos en silencio, con cariño, con amor, con fuerza, con dolor, con lágrimas, con todo; quereos con todas vuestras cosas malas y buenas, trataos bien; no os castiguéis porque otros os castiguen con sus juicios. No es vuestra guerra convencerle a nadie de nada. Nuestra guerra es aceptar, dejar de luchar contra nosotros, y darnos buenos momentos; no penséis en la culpa, no la tenéis; si os dejáis disfrutar, el mal se va a ir yendo. Mandad a la mierda al deber y a la culpa. No soy mal hablado, pero en este terreno tan duro y radical, repito, mandad al deber y a la culpa a la mierda, a la puta mierda; no se merecen que les prestéis cortesía, porque os maltratan. Estaréis mejor, seréis mejores personas sin ellas. Buscad a gente que viva la misma experiencia que vosotros, os vais a querer en seguida, os vais a comprender sin palabras.
     
Compadeceos del ser humano sufriente que sois, con cariño, con regalos en forma de canciones, de paseos, de películas, del amor que podáis dar (como a ti mismo, nunca más que a ti mismo) y recibid el amor con los brazos bien abiertos. Siempre hay alguien, no estáis solos, pues aunque lo estéis físicamente, tenéis a alguien que os quiera, que os respete, que os ame. Sois  vosotros mismos. No olvidéis que sois grandes, sólo por ser seres humanos, estéis como estéis.

1 comentario:

  1. COMPAÑEROS DE CAMINO: AYER FUI CONSCIENTE DE QUE METÍ LA PATA EN ESTE TEXTO: OS ORDENE QUE DISFRUTARAIS, PERO RECORDÉ QUE CUANDO SE ESTA EN UNA CRISIS PROFUNDA UNO NO ES CABPAZ DE DISFRUTAR CON NADA. POR ELLO OS PIDO PERDÓN, PUES NO ACERTÉ A
    AYUDAROS. Y ESO ME HACE SER MAS HUMILDE CON LOS QUE SE
    EQUIVOCAN AL AYUDAR, A LOS QUE PIDO PERDÓN, PUES SOLO POR LA INTENCIÓN DE QUERER HACER BIEN DEBERÍA DE RESPETARLOS MAS

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