viernes, 25 de marzo de 2016

¿LLORARAS SOLO?

        Soledad (Solitude en inglés) es el poema más conocido de Ella Wheeler Wilcox. Pertenece a la obra Poemas de pasión, publicada en 1918. Las dos primeras líneas del poema, "Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo", han sido citadas frecuentemente por otros autores en sus obras.
   
         El primer párrafo lo he copiado de wilkipedia directamente. La frase entrecomillada es, para mí, terrorismo emocional. No sólo porque sea cierta; porque la gran mayoría de las veces lo es. El colmo de esa frase es que algunos la utilizan con la exigencia de que estés bien, de forma tajante.
       
         Recuerdo que un latinoamericano me la dijo directamente la primera vez que la escuché. Sentí mucho asco. Ahora mismo no. Pero sigue echándome hacia atrás.
     
          No sé si será casualidad el hecho de que aquel latinoamericano tuviera, como libro de cabecera y referente vital y conductual, el libro "El Camino", escrito por José María Escriva de Balaguer fundador del Opus. El Opus no admite la duda, el Opus dice la VERDAD. Tienen la exclusiva, están convencidos de que tienen razón. Y si no es así, eso me  dan a entender. Si no es así, se explican mal. Es enfermizo creer que uno tiene siempre la razón y para colmo esta gente anda repartiendo diplomas sobre lo correcto y sobre lo incorrecto, calificando a los homosexuales de enfermos que hay que curar, entre otras muchas lindezas.
       
        Pero volviendo a   esa frase, en un contexto de fortaleza, es decir, alégrate, y verás como la gente se alegra contigo, puede tener su sentido.
         
          En el contexto en que he compartido con otras personas mi propia  sintonía del sentimiento, esa frase es una bestialidad. Mejor dicho, así lo percibo yo. Llorarás sólo, lo han llegado a decir gente muy extremosa, dando, (tengo necesidad de repetirlo) la orden indirecta de que tienes que ser feliz para que la gente esté contigo.
        ¿Y por qué saco a colación esa frase aquí?  Porque resulta que en 2013,  a fines de Junio, una familiar muy querida me recomendó un libro que habré nombrado mil veces; "La ridícula idea de no volver a verte", escrito por Rosa Montero. Me sentía recuperado de unos meses muy difíciles, imposibles, me atrevería a exagerar. Y me lo leí en dos días.
      
           Estos últimos tiempos lo estoy releyendo con mucha pachorra, combinándolo con otro libro; y cómo no, esto también lo habré dicho. En este libro, en el que la autora reflexiona sobre la muerte de la pareja querida (bueno, reflexiona de paso, y muy bien, sobre otros muchos temas universales) y hace estas reflexiones  por medio de un diario del duelo que pasó Marie Curie tras la muerte de su marido Pierre, he llegado a un punto amargamente conocido.
      
         Rosa Montero cuenta que cuando Marie Curie descubrió el radio y ella y su marido Pierre  hicieron muchos experimentos por medio de él, su marido y ella andaban sin ningún tipo de protección contra los terribles peligros del "radio". No tenían ni idea todavía de esos peligros. Pues bien, antes de morir Pierre, Rosa Montero apunta en su libro que Pierre estaba mal físicamente porque la radioactividad (cuyos peligros letales, repito, todavía no se conocían) le estaba deshaciendo el esqueleto. Montero afirma que "Si no hubiera muerto atropellado por aquel carro, hubiera sufrido, sin lugar  a dudas una agonía espantosa".
       Y el meollo llega cuando Rosa Montero afirma que los dolores y la fatiga, eran tratados por los médicos con diagnósticos y tratamientos absurdos, pues los médicos no tenían ni idea de que el origen del mal venía de la radiactividad a la que Pierre y Marie estaban tan peligrosamente expuestos. Y aquí sí, viene una verdad como un templo (la he tenido que soportar demasiadas veces), pues Rosa Montero dice, "Y para peor, como a veces pasa cuando los doctores ignoran lo que tiene el paciente, estaban empezando a echarle la CULPA al propio enfermo."
      
         Pues efectivamente, esto pasa, pasa demasiado, pero no sólo con los médicos; puede pasar con alguien de la familia que no puede soportar que estés mal, e inconscientemente te echa la culpa, o no tan inconscientemente, y te rechaza. Por no hablar de la sociedad en general. El que está mal molesta, el que está mal no interesa, el que está mal "no aporta" a la gente, y por tanto se le evita, y el que está mal, no sólamente llorará solo, le exigiran que no llore y que hay que cambiar de cara, se le dirá que "a todos nos cuesta" que "ponga de su parte"...bla bla bla bla. Hoy mismo he asistido a una bronca a una persona con enormes dolores en la que  se  le culpa de que se queje; desgraciadamente sé que la persona que echa la culpa a la persona doliente, lo hace porque no puede soportar verla o escucharla mal todos los días...
        Me he acordado de la primera mitad del año 2014;  sufrí esta situación en carne viva. Estás mal, muy mal, y por si fuera poco, como no eres interesante, se te culpa por parte de más de una persona, incluso cercana, por no serlo, porque no gusta, desagrada y produce rechazo que estés mal. "Shiny happy people".
        Menos mal que he podido acudir a sitios dónde los que están mal,  han y hemos estado así, nos comprendemos sin palabras y no exigimos a nadie que sonría. ¿No cuesta nada sonreír? ¿Nunca? ¿Te crees eso en todos los casos?

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