lunes, 8 de febrero de 2016

EL EXITO PUEDE SER UN INFIERNO


Había una vez un cantante. Con sólo 19 años fue “fichado” para ser el frontman de un grupo que en principio era punk. Y desde el principio hasta el final cantaron en euskera, salvo en una canción y media. El creador principal de este grupo, de las canciones y de muchas letras, fue, sin embargo, el bajista.
       
  Con sus 19 años, y llevando en la sangre el “Rock and roll animal” de Lou Reed, este cantante era todavía un diamante en bruto. El bajista y creativo mayor del grupo, dijo en tiempos posteriores y con la banda ya separada, que ellos, al principio, no eran buenos músicos pero que la “pedrada” que tenían (sobre todo él, parecía dar a entender), lo suplió todo en el primer disco. Así fue.
 
        El primer disco de este grupo tenía por nombre el mismo que el de  la propia banda. Bien, ese L.P, o cinta de cassete, en el País Vasco, arrasó. Estamos a principios de los ochenta. Esta situación, el éxito comercial (cuando el punk era anticomercial) descolocó bastante al máximo creador de la banda y más todavía al cantante. Él mismo lo contó en la ETB (televisión vasca), hace unos pocos años. Afirmó que él gestionó y llevó fatal el hecho de pasar, como grupo, de ser casi una historia familiar y privada, a tener, sin esperarlo, una masiva respuesta de fascinación total de miles de personas; con ese primer L.P. En fin, que, a pesar, o precisamente por el éxito, lo pasó fatal.
         En un libro que publicó el cantante de otro grupo punk de aquel tiempo, este afirma que el cantante del que hablamos llevaba muy mal que le idolatrasen y se tomasen demasiadas confianzas con él. Podía llegar a ponerse agresivo. Estamos hablando de un chaval de diecinueve años. En el crispado ambiente de la Euskal Herria de los ochenta ¿Quién, con 19 o 20 años, hubiera sido capaz de llevar todo aquello con naturalidad?
Por su parte, el bajista y creativo mayor de aquél mítico disco, afirmó, tras sacar a la calle tres discos posteriores, que cuando hicieron el segundo L.P, se sentían muy mal anímicamente. Ante el éxito masivo del primero, dice: “Estábamos muy mal anímicamente debido a una respuesta tan multitudinaria. Nosotros huíamos de eso”. Para resumirlo pedestremente, se diría que el punk buscaba el caos y el desmadre, pero siempre con una actitud rupturista hacia lo más casposamente convencional. En el punk se buscaba provocar al público, a veces escupirlo, y que éste escupiera y provocara a los “músicos” (comillas que indican, que, unos cuantos de entre ellos no se consideraban tales, sino que pretendían ser anti-divos, anti-estrellas adoradas; iban en contra de la actitud de muchos músicos que en los setenta, sobre todo a finales de esa década, eran estatuas permanentes que pedían (y recibían) admiración y halagos continuos, con canciones que, para la gente más “alternativa” estaban gastadas debido a ridículas pompas “comerciales” Demasiado comercio; hasta el hartazgo. Por eso, el grupo del cantante se viene abajo al ver que a ellos también les adoraban. Increíble pero cierto))...
 
En estas condiciones, el segundo disco del grupo al que pertenecía el cantante protagonista de esta historia, pareció malo a mucha gente, salvando quizá un par de canciones. Quizá a ellos mismos tampoco les pareció bueno. Mal grabado y con letras de impotencia y desesperación.
 
Se hace un tercer disco bastante aceptable.
 Cuando el bajista creador mayor de la música de la banda, piensa (según él contó también en la ETB) que ya tienen que ir cerrando el telón y hacer un disco final (que sería el cuarto), escribe una canción sobre la que creía que todo el mundo interpretaría como un “nos vamos amigos, liberémonos, nos hemos convertido en seres vulgares sin darnos cuenta”; reproduzco una traducción aproximada de la parte más significativa de la canción: “te juro que nunca te he mentido, y estate segura/o de que nunca te olvidaré; confieso que has sido lo mejor de mi vida, pero ahora, cariño, soltémonos cuanto antes”. Las interpretaciones de la letra de esta canción resultaron delirantes (drogas y otras falsas leyendas urbanas); porque su compositor pretendía decir al grupo, o a la gente por medio de la canción, que todo había sido muy bonito pero que adios, y que nos dejen en paz los punkis de una vez. 
Prácticamente todo lo que pongo en boca del bajista y del cantante, se lo dijeron ellos mismos en la ETB  a un entrevistador que fue, parece mentira, jugador de la Real Sociedad. Y cuyo nombre no recuerdo, y no logro encontrarlo ni en supergoogle. Buena parte de esa entrevista, sino entera, fue publicada en Youtube el 12 de septiembre de 2013.
Y esa canción, la de la supuesta despedida (...has sido lo mejor de mi vida, pero ahora, soltemonos cuanto antes) interpretada con la impresionante voz del cantante con el que ha empezado este relato, y con la única compañía de unos violines que ofrecen un contrapunto excepcional a la brillante voz, resulta ser una genialidad. Su autor era un genio; su autor fue, nuevamente, el bajista. Hay gente que sólo conoce a la banda de la que hablo por esa canción.
Pues bien, volvemos a la paradoja, de manera trapecista en este caso. El grupo, que había entrado tímidamente en el pop-rock ya desde el tercer disco (y muy claramente en el cuarto) se abre entonces a un público tan abierto que mucha parte de este público, no sólo no tiene nada que ver con el punk, sino que muchos de ellos no estábamos,  precisamente, cerca de la ideología política del grupo; pero como eramos muy jóvenes, esto nos importaba una mierda. El cantante protagonista contó también en la ETB que tampoco disfrutó nada de aquello; insiste otra vez en que lo gestionó fatal y que no lo pasó nada bien interiormente, por mucho que por fuera no se notase, por mucho aplauso, elogio y alabanza que hubiera. Deja claro que le sentó mal el éxito. O que no supo llevarlo bien.
Tras el cuarto disco, y lanzados por el tirón de la mítica canción,  graban un concierto en directo. Un disco con muchas canciones en las que se versionearon a ellos mismos, convirtiendo algunas canciones que anteriormente habían sido interpretadas de manera punky, en canciones de estilo pop-rock. O rock melódico. Sacan a la calle un par de discos con unos pocos singles que tuvieron su éxito también.
Hacen un último disco y se despiden.
El cantante del grupo comienza una carrera en solitario, bastante alejada ideológicamente de las letras  de las canciones del grupo por enésima vez mencionado. Ya no cantaba nada que tuviera letras sobre política. ¿Por qué las cantaba en el grupo anteriormente nombrado y por el que se hizo conocido? Las letras y la gran mayoría de las canciones de la banda del lider bajista, no eran del cantante del que hablamos. En solitario, y tras un segundo disco extraordinario en mi opinión o gusto, la gente no le hace caso, le deja solo, seguramente porque no tuvo ningún problema en decir que él no subscribía la ideología del grupo que le dio a conocer. Sin embargo, su andadura musical personal ha sido, salvo en un último disco, quizá demasiado experimental, mucho más que aceptable, brillante en mi opinión.
Este hombre sufrió muchísimo; en su etapa del grupo que empezó siendo punk para terminar en el pop-rock, y en su etapa en solitario. Dijo publicamente, que en medio de su andadura musical personal (en mi opinión a partir del segundo disco) estuvo en un planeta que no se llamaba Tierra. Pero salió de su infierno, comenzando de cero en este caso; de hecho, el disco con el que comienza su “rehabilitación” se titulaba “Zerotik" o "Desde cero".  Y yo, sin saber todo esto, de jovencito, quería ser como él.
Este hombre me ayudó; me respondía a los email diciendo “aguanta amigo”; me dijo que del infierno se salía. Es verdad.  Este hombre me dio un consejo ante el que yo reaccioné de forma muy maleducada (mi malísimo estado anímico de entonces no justifica esa reacción, aunque la pueda explicar). Le pedí perdón y él dijo que no había nada que perdonar, que cada uno llevaba su ritmo vital propio.
Este hombre hoy en día, es, para mí, una bella persona, aunque con la maldita crisis a saber cómo andará en el terreno musical.
Mila esker Iñaki Igon!! Izan zoriontsu ahal dezun guztietan. Merezi duzu.
Besarkada bat Iñaki Igon!!!
           p.d:  Eta Josu, ez gara ezagutzen, ez gera lagunak, ez degu elkarrekin hitzegin, baina jakin ezazu zeuen taldeak egin zuenagatikan, nire bizitza atseginagoa izan zela.

   
Se me olvidaba:
   No sería nada justo olvidar ni a Kike ni a Txampi, pues sin ellos, no hubiera sido posible la corta historia de la banda. Kike, guitarrista;  Txampi, batería; además, en sus últimos discos, el grupo tuvo como quinto componente a Bingen Mendizábal (violines y hasta teclado, me suena); y en sus principios fue parte activa del grupo del que hablo, Tito, saxofonista de la banda, y que falleció hace muy pocos años; se quedará gente en el tintero, pero mi memoria no da para más.
He cometido el mismo error en el que caen, probablemente sin mala intención, los actores de cine, cuando nunca mencionan a los guionistas al recibir sus premios. Se les olvida, como a mí, que sin ellos no hubiera habido ni película, ni papel protagonista, ni secundario, ni nada...

Zeuek ere, "izan zarete ere ene bizitzaren gauza onenetariko bat", o "vosotros habéis sido también una de las cosas mejores de mi vida".

  Maitasunez, Antxon.
  

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