jueves, 2 de noviembre de 2017

SI


Porque me estás diciendo en ciertos momentos, pero sin pruebas, que NO,  y lo sueles hacer con preocupaciones sin sólida ni objetiva base racional; porque en este caso nada es irreversible y todo está dando la vuelta en la buena dirección, en contra de todos tus negros y pasados (no siempre pasados) pronósticos fatalistas absolutos, yo te diré ahora que tengo fuerza para pensar que SI.

Porque me dices a veces un NO alarmista de pánico, presentándome en la mente y en sueños de pesadilla telediarios que informan sólo de la parte oscura y apocalíptica del mundo, la tierra, la vida, el universo y mi ínfima persona, y aunque no aspiro a totales plenitudes brillantes sin ninguna nube alrededor, pues sé que eso no existe aquí, te volveré a decir que SI.

Y te digo que SI, porque hoy, un día más, ahora, avanzamos y seguimos de pie y yo no veo en mi contexto otra derrota que la ausencia total y definitiva de la vida, y ni siquiera eres capaz de demostrarme que aun siendo mi cuerpo muerto el día que llegue  a estarlo, al segundo siguiente sólo habrá una NADA absoluta; espero y sigo contra todas las debilitadas esperanzas porque me he movido por abismos y ahora os localizo, patológicas obsesiones de maleza, y no os responderé, ni daré de comer a vuestras ciento cincuenta mil opciones negativas que me planteáis en hipótesis a cada posible peligro, pues si os respondo, me capturáis con el doble de interrogantes.

Vivo con vosotras, dudas, y cuando buscáis mi irritación o una respuesta violentamente cínica y desesperanzadamente rabiosa a la vida, con el miedo que generáis, os miro a la cara y no os responderé de mala manera, de ninguna manera, ante la inquietud de algunos minutos, sino que  al contrario, en presencia de toda vuestra oscuridad, brilla muchas veces y muy fuerte en mi interior, una luz dolorosa pero protectora y cálida, con la convicción de que caminamos, como dijo aquel argentino, hasta la victoria siempre, pero no de patria o muerte, no de guerras ni batallas entre los diversos componentes de la raza humana, sino la del AMOR cotidiano y universal, que cura heridas del alma, y abre en este momento mi sueño de cierta paz, que me hará sentir en momentos  la mayor dulzura jamás imaginada en vivencia alguna.

SI.

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