sábado, 2 de diciembre de 2017

EL DÍA EN QUE ME REÍ MUCHO EN FACEBOOK


27 de mayo de 2016

Queridos amigos facebookianos: escribo esto atado a una cama del psiquiátrico: resulta que ayer mi padre vio cómo no dejaba de publicar y publicar cosas en el facebook, y como él conoce muy bien toda mi personalidad pensó : “Uy este hijo mío, no hace más que publicar cosas en facebook; y está claro lo que le pasa; dentro de su bipolaridad está en una fase maníaca (eufórica) y ha entrado en una paranoia típica: está pensando que todo el mundo está pendiente de él (que es una característica de la paranoia de origen eufórico) y se está creyendo muy importante. Además no ha dormido en toda la noche y no para de decir cosas incoherentes”. Por tanto me llevó al psiquiátrico en contra de mi voluntad y el psiquiatra que me atendió en urgencias dijo que me tenía que quedar allí voluntaria o involuntariamente.

-Es un caso claro de adicción (da igual que sea al facebook, puede ser tan peligrosa como la adicción a las máquinas de juego aunque no se gaste dinero), en donde usted ya no es dueño de sí mismo pues no puede parar de publicar. Así que le sacaremos de su entorno habitual durante unos días y le trataremos psíquica y médicamente.

Yo le dije que él no sabía con quién estaba hablando, que ayer, viernes a las ocho de la tarde tenía una cita con Hilary Clinton y con Donald Trump, pues se han quedado tan impresionados con mi personalidad que han pensado que la salvación del mundo estaba en mis manos y que ante ello, han dejado sus deseos de poder y su ambición a un lado y por tanto han decidido que yo sea el próximo presidente de los Estados Unidos. En vez de creerme, el psiquiatra mandó que me metieran cientos de gotas de haloperidol (un antipsicótico que no ha logrado dejarme del todo tonto) y que me ataran a la cama hasta que razonase coherentemente.

 Esta mañana me he despertado mal; mi compañero de habitación está también atado a la cama pero sólo de cintura para abajo; cuando me ha visto mal, y a pesar de que se estaba metiendo una raya de coca que no sé ni cómo ha conseguido introducir en el psiquiátrico, le he contado mi problema. Él me ha dicho que lo mejor que podía hacer era ponerme en contacto con Hilary y Donald por medio de facebook (pues sé que me leen todos los días) y que les explicase la situación, y aprovechase de paso para publicar algo en facebook, para calmarme un poco el mono provocado por mi abstinencia. En ello estoy pues.

Mi compañero es la pera. Había infiltrado, además de la coca, un cuchillo, con el que se ha soltado la cinta que le ataba la cintura y me ha soltado a mí las manos de las cuerdas que me las ataban; para colmo me ha puesto un ordenador portátil en las manos (que también había infiltrado; es impresionante) y me ha dado la clave de wifi del psiquiátrico (que también se la sabía). He publicado algo a la mañana y ahora esto. Cuando han venido a darnos la comida hemos hecho como que seguíamos atados y a mí me han dado una sopa con una cuchara cuyo contenido me han ido metiendo en la boca como a un niño de meses...
Ahora, tras merendar he vuelto a coger el ordenador y he dicho, venga, necesito otra publicación. Mi compañero me ha dicho que como nos pillen nos van a dejar  unos diez días sin salir de la habitación y dos semanas sin visitas. La única ventaja que tenemos al respecto, es que aquí en el psiquiátrico nadie entra en facebook, y yo, al psiquiatra de guardia, que acaba de pasarse por aquí, le he mentido en todo menos en lo de Hilary y Donald, que es verdad. El mundo al revés. Él ha pensado que todas mis mentiras eran verdad y que la única verdad que le he contado, mi reunión con los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, no puede ser tal; dice que deliro como consecuencia de una paranoia prepotente típica en los procesos de manía (euforia, en la bipolaridad) y que como siga sin tocar suelo y sin razonar me iba a pasar mucho tiempo aquí. Pero es verdad. Hilary, Donald, vosotros que me leéis con gran admiración: hoy no podrá ser.

2 comentarios:

  1. Uf, mi familiar, cuando estaba "de subidón" se pasaba la vida con la jodida granja de féisbuk, o farmvillage. Pero ya se le pasó, menos mal. Temo el día que descubra twitter, porque twitter, aunque a mí me aburra, sí que es algo que muchos llevan hasta la obsesión.

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    1. Yo twitter no he probado, probé un mes y me bastó y es cierto que el facebook puede tener su parte peligrosa. Evidentemente es parodia pero es igual que los smartphones y los watsapps que parece que algunos no pueden estar desconectados. Tampoco tengo smartphone pero cuando tenía facebook creo que a veces dependía demasiado de él. Un besazo Juli.

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