domingo, 18 de marzo de 2018

DESPACIO

  
 El tiempo ha tomado forma de espacio al que acoplarse aliviado, y ya no cuesta estar fuera de la cama. El alivio  parece llegar tras un año de eternidades ansiosas, con el cansancio del que ya está rehabilitándose, no un cansancio pesado, sino algo natural del que peleó mucho con la mente; la música se disfruta y uno comienza a hojear "El gran Gatsby". Despacio. Quizá esa ha sido la lección. 

No hay prisa para nada y las prisas y aceleración llevaron al colapso. Son las tres y pico de la tarde y es tan fácil vivir cuando no hay por dentro amenazas constantes, que uno parece estar soñando. Y ahora que flotas en el tiempo, tiene que ser la vida la que marque directrices sin violentarla, con tanta medicina, harás lo que se tercie. El camino está aquí y ahora. El camino, no es que se abra dejando atrás el barro sino que uno está caminando sin miedo, agradablemente sorprendido. Suave, no sólo hay infierno en este mundo, también muchas veces pequeños paraísos y de muchas cosas casi nada se sabe, pero qué importa eso ahora. Puede que sea cierto que todo tenga un porqué.

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