domingo, 30 de octubre de 2016

DIARIO VOLATIL

TRES

  Muy bien, la aguas parecen volver a su cauce tras haber visto el precipicio y el horror muy de cerca; sentirme en el horror y el pánico, es lo que me pasó ayer; todos tenemos problemas, no me cuentes los tuyos Rabella, que no eres el único. Ha durado poco. He dormido desde la una de la noche de ayer, doce de hoy. No me cuentes tu vida Rabella; no te jode con el señorito...
     
   Y tras esta entrada universal y trascendental, vuelvo a levantar la cabeza del ordenador para ver el día soleado y las montañas de Igueldo en su verde esplendor. Verano en vísperas de noviembre. Por supuesto esto no tiene nada que ver con el cambio climático. Pero hace bien quien sea, en recordar que el ártico se está derritiendo  cuando entro en cualquier lugar, sobre todo en youtube. Y el amazonas destruyéndose. A nadie que conozca le importa. Todo parece dar igual: ganan los corruptos, con arrogancia (y también me gustaría que Iglesias bajase su arrogancia), el medio ambiente se va a ir quedando cada vez peor, dicen los  llamados alarmistas que en esa situación el agua irá comiendo la tierra y que hay posibilidades de muchos  tsunamis, en consecuencia. En vez de servir de alarma, y de que los políticos hagan nada al respecto (porque no hacen un mínimo algo) digamos, bah, aprovechemos el buen tiempo. Preferimos no pensar en lo no que podrán aprovechar nuestros nietos.

        Y es que soy gilipollas. Porque me complico con esas cosas que no puedo cambiar. Me canso con cosas con las que todos dicen que no merece la pena cansarse. Tocamos en la orquesta del Titánic con un gobierno que, teniendo en cuenta lo que hizo en la primera legislatura va a privatizar más la sanidad, que es lo mismo que hacer recortes en la pública. Habrá que empezar a pagar al médico de cabecera; al tiempo. Y cosas maravillosas seguirá haciendo Mariano. Pero soy un imbécil por preocuparme por  eso, además estoy amargando a los demás y soy un amargado; y todo lo hago mal; no tengo autoestima, me castigo y no acepto la realidad como es; bueno sí, tengo que aceptar que hay algo dentro de mí  que no es capaz de aceptar el estado de ciertas cosas personales y sociales; y mira que me gustaría que ese algo no existiera porque me daña, pero debo de aceptarlo. Por lo tanto como no puedo superar esa "no aceptación" que hay dentro de mí, de "cosas", debo de aceptar que no puedo aceptar. Vivir con ello.
        

p.d: pido por favor que esto no se interprete al pie de la letra: hay figuras llamadas ironía y sarcasmo (en algunos momentos). Quien crea que pienso todo lo que pone en el segundo párrafo literalmente, creo que estará cometiendo un error.

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