domingo, 31 de diciembre de 2017

N.P.I


 Recuerdo que hace unos cuantos años, cuando finalizaba un ingreso hospitalario, le hice al psiquiatra joven que me atendió una pregunta algo rebuscada o retorcida (como correspondía al estado de mi mente en aquellos días): La pregunta fue del tipo: "¿Ud cree que mi relación de tipo X con la persona H y mi reacción ante el hecho M, pudo haber provocado,  al no hacerme efecto la medicación Y, esta situación Z en la que me encuentro?"
   El joven doctor, para tapar la estupefacción que debió de sentir ante semejante metralla, puso ante mí los labios prietos y me dirigió un tipo de mirada penetrante, como de alguien que parece  estar absorbido por profundos pensamientos; pero supo responder lo siguiente: "Bien, si yoooo, pudiera responderle a esa pregunta, no sería un médico, o no sólo médico, sino más bien un mago". En mi vida he visto una forma más elegante y certera de decir lo que más vulgarmente correspondería afirmar como respuesta a semejante tipo de pregunta y que seguro que respondería mejor a lo que  el psiquiatra  en realidad estaba pensando tras mi pregunta; o sea, un "No tengo ni puta idea chaval, por quién me has tomado..."

      Por otro lado, quien esto escribe, quiere declarar que tras haber estado ingresado en un hospital de media estancia (tres meses exactos, del 28 de septiembre al 28 de diciembre) después de 21 días precedentes en otro de corta estancia (del  7 al 28 de septiembre), piensa que es un poco inadecuado que la psiquiatra que le atendió en media estancia (de una manera humana, inteligente, cercana, empática, tremendamente profesional e incluso eficaz) le diera un informe en el que uno tenga que verse retratado en estos términos: "Aunque el sufrimiento psíquico es intenso, el paciente en la actualidad descarta la posibilidad de autolisis, amparado en (...)  En el aspecto caracterial, ha tendido a mostrarse rumiativo, auto-exigente y con sentimiento de culpa, generándole importante repercusión emocional y conductual (condicionando por ej. su hábito lector)" Y no dice todo lo que he disfrutado leyendo (seis libros de más de 400 páginas, (uno tenía 957)), en semejante lugar. Cómo se pasan.
  El paciente, que soy yo, considera que las palabras que van entre comillas y que vienen en el informe que se le ha dado en mano por parte de su psiquiatra, le hacen sentirse como un esquema o diagrama aséptico y susceptible de análisis y diagnóstico de un modo demasiado cosificador, olvidándose de que ese paciente es y  sobre todo quiere ser, sólo, un ser humano. 
Sé que están obligados a hacer esto (entregar esos casi insultantes informes) pero por mí se lo podrían haber ahorrado, porque si se dice que el paciente se muestra rumiativo, se está diciendo algo tan redundante como si se indicara que el paciente se ha mostrado con el pelo de color tirando a negro, que es algo con lo que nació y figura como un dato inapelable de su ADN (si es que estas cosas las contempla el ADN, cosa que no me voy a poner a buscar en Google).

Firmado: un ser humano rumiativo que rumia a veces la idea de que el mundo hubiera ido todavía mucho peor sin seres rumiantes o rumiativos. Y está muy bien que lo diga yo, por paciente.

domingo, 24 de diciembre de 2017

YO SÓLO ESTOY AQUÍ


  El calendario marca la fecha del 24 de diciembre. He decidido que no sea más que eso. Yo no estoy con los villancicos, con el pavo y con la Feliz Navidad. Yo no estoy celebrando nada, sólo vivo el instante que toca y no vivo en Santo Tomás o en nochebuena o en nochevieja o en la lotería, o en propósitos de fin de año. Yo ya no quiero cuentos chinos. El día de hoy es como otros. Mucho mejor así. Yo ya estoy fuera aunque me lo tengan que confirmar dentro de tres días y tenga que pasar dos noches de trámite en el ingreso. Yo estoy viviendo aquí y todo lo demás no quiero utilizarlo de auto-engaño y está bien que las cosas sigan igual.

Pero yo no soy el mismo. Yo camino con el peso  hasta que llegue la hora que nos llega a todos y estoy muy decidido en el momento a momento. Que por lo visto se recuerde que nació alguien que es quien me da fuerzas para seguir y por lo que sólo sigo, es puramente accidental, prefiero recordarle cada mañana para que me dé energía contra la angustia que termina por irse y llegan descansos de lecturas, y sólo comer ya es un gran momento. No estoy en navidades sino en la vida que es hoy, y todos los días.

lunes, 11 de diciembre de 2017

"BERTA ISLA" (el mundo es algo raro)


Me estoy leyendo el último libro de Javier Marías (que es un tema de interés universal; el que yo me lo esté leyendo, y por eso doy cuenta de ello) titulado “Berta Isla”, y, para mi asombro, me está gustando bastante.

Me parece que hay tres razones que pueden explicar este curioso fenómeno:
1-Estoy muy mal (al fin y al cabo todavía estoy ingresado por depresiones en un psiquiátrico del que me darán puerta antes o después de navidad y este hecho puede reforzar esa razón).
 2- Javier Marías es un gran escritor y ésta es otra de su grandes novelas (al fin y al cabo su nombre está en las listas de candidatos al Nobel). 
3- Bien, la tercera razón podría ser cualquier otra que no tuviese nada que ver con las dos primeras y tendría que ver con algo que soy incapaz de adivinar. Sería un mago sin trucos de poder hacerlo.

¿Por qué digo esto? Pues porque yo, con este escritor he tenido una relación de amor-disgusto (extrañeza cuando menos). Cuando sus artículos semanales me gustaban mucho (hace muchos años), me lo recomendaron como novelista. Leí “Corazón tan blanco” y me encantó. Esto me pasó también con “Mañana en la batalla piensa en mí”, “El hombre sentimental”, “Todas las almas” y la primera parte de la trilogía “Tu rostro mañana”. Me pasó hasta con “El siglo” que estaba escrita todavía sin el estilo que le hizo muy reconocido desde “Corazón tan blanco” sobre todo. Pero también me gustó.

Marías tiene una forma de escribir novelas muy peculiar y curiosa. O apasiona o despierta casi odios. En sus novelas, lo que se cuenta, o sea, la trama, tiene una importancia casi menor que el cómo se cuenta; y él tiene una manera muy especial de contar. Porque muchísimas veces, mientras cuenta, sus personajes y el narrador, reflexionan, a veces casi hasta la extenuación, sobre lo que se cuenta y a propósito y en asociación de lo que se cuenta, por medio de meandros digresivos de páginas y páginas, aunque hay que reconocer que suele saber darle un buen remate final a la trama (por mucho que si quitáramos las digresiones reflexivas, la trama quizá ocuparía bastante menos que la mitad de cada novela).

El caso es que a mí me gustaba mucho hasta después de 2002, cuando leí la primera parte de “Tu rostro mañana”. Al leer la segunda parte de esta trilogía yo estaba incluso mucho peor que ahora y esa segunda parte me sacó de quicio, aunque quizá fuera mi lamentable estado el que me hubiera sacado de quicio con cualquier otro libro, debido a que, repito, yo, bien no estaba. Defíneme qué es estar bien, por cierto.

Ya desde ese año, sus artículos me habían empezado a provocar cierto malestar pues tal como se expresaba en ellos, parecía que él era el único que sabía cómo se debían hacer las cosas en esta vida o mundo (así, en general) y pontificaba criticando mucho a los que pontificaban de una manera que a él no le parecía adecuada. Esto se repetía mucho.

Cuando llegó a mis manos su libro “Los enamoramientos” (hace como seis años), no recuerdo si yo estaba en mis cabales, sólo que pensé, bueno, este libro ya me lo he leído mil veces, no me lo cuentes otra vez, Marías. Sí, y tengo en cuenta lo que se dice sobre los grandes escritores (por cierto parece que fuera de Austen y las Bronte no ha habido grandes escritoras) como Kafka o Faulkner; eso tan manido en "meta-literatura",  de que en el fondo escribían siempre el mismo libro, sin dejar de ser grandes, incluyendo al mismo Shakespeare, pero, no se…
Y así estoy ahora, alucinando en colores, porque estoy disfrutando muchísimo con todo lo que se les ocurre decir y sobre todo pensar a los personajes y al narrador de Marías en esta novela (que muchas veces será lo que piensa él, pero es que el cabrón escribe tan bien…) mientras van ocurriendo muy poquitas cosas en el plano de la acción a lo largo de más de 350 páginas (en total tiene 544) y ando pensando con algo de culpa que debería de estar leyéndole sus novelas a Rosa Montero (no a Marías), que aparte de caerme genial me parece la escritora más sabia de España (socorro, en Euskadi decir esa palabra a veces se paga; también  ocurre si dices que no eres nacionalista español, pero eso les pasa a los importantes; por suerte no es el caso) y además honesta y humilde y hasta tierna dentro de su determinación y temperamento apasionado (una de las razones por la que su inteligencia brilla tanto precisamente) y cuyos trabajos híbridos (ensayístico-novelísticos y recopilaciones de amenos estudios literarios y de opinión) además de su última novela “La carne”, me han encantado, pero sin embargo, en sus otras novelas, como que no le pillo la onda. Pero bueno, estoy en un psiquiátrico y el mundo es rarísimo.
Yo creo que la próxima vez que vea a Rosa (a saber cuándo será eso, la primera y última vez, fue en una charla que dio en Donostia) ésta me va a dar una buena hostia por leer a gente que parece anti-feminista.El mundo es muy raro pero yo no lo he inventado, que dijo Churchill (bueno, otro, pero no me acuerdo quién).

p.d: para colmo me he dejado en evidencia y todos esos paréntesis son clara influencia de  Javi (como le gusta que le llame cuando fumamos juntos), y acabo de destruir mi futuro como escritor, si alguna vez existió. Haré oposiciones para barrendero de psiquiátricos, estoy a tiempo.

sábado, 9 de diciembre de 2017

CERTIDUMBRE


  Cuando te despiertes de madrugada, en medio de angustias ante miedos de problemas nunca resueltos y te sientas ante la cotidiana incertidumbre que es esta vida, trata de recordar por qué sigues y vas a seguir hasta que al final, una enfermedad o accidente termine con toda esta historia en la que estas metid@.

En mi caso sigo por certidumbre; dentro y a pesar de la incertidumbre. Por la certidumbre de que aunque no entiendo por qué pasan, nos pasan, y sobre todo, me pasan, ciertas cosas, a veces difíciles de digerir y de sobrellevar, yo sé que sigo y seguiré hasta el fin, pues creo (pobre ingenuo), en el Bien, muy a pesar del dolor, muy a pesar de que a veces yo no haga una buena bandera de él y pueda ser muy mediocre. Y por eso, porque lucho  por lo que estoy seguro de que existe (aunque pueda estar muy escondido y no toque a las modas fijarse en él) sólo por eso sigo. Y sabiendo que seguiré de todas todas, aun cuando me arrastre algunos días y duela y queme, también sé que tendré momentos extraordinarios, lecturas alucinantes, encuentros sencillos, espontáneos y naturales en su vitalidad, y por eso extraordinarios, con otros seres de mi raza que me harán vibrar en calma; viviré días soleados y momentos de carcajadas. 
 Seguiré viendo bellezas cotidianas y asombrosas,  seguiré disfrutando en ocasiones de las oportunidades de calor y color que me va a dar esta vida y  a pesar de que este es un lugar agridulce, tengo la certidumbre de que voy a ganar la partida sólo con el mero hecho de seguir jugándola, pues no hay mayor victoria que saber que no es necesaria esta última contra otros y competitivamente, porque para sentirse en la gloria a veces basta con  tener la oportunidad de vivir y compartir grandezas (que suelen ser cosas muy sencillas como inesperadas conversaciones muy amenas, en medio de paisajes absolutamente preciosos de bosques y mares). Y esas oportunidades se dan y se seguirán dando y no tienen nada que ver con vencer a otros sino con vencer y sobrevivir algunos dolores con otros. Y disfrutar cuando toca. Que suele tocar.

Vendrán días duros, pero como vamos a seguir, los buenos tampoco tardarán en llegar y a veces se presentan antes que los malos e inesperadamente. Sin avisar.

LA LUZ SIEMPRE VUELVE. NO TE RINDAS

   Si sientes el peligro. Si sientes que esto puede incendiarse pues parece estar ardiendo. Si sientes, en algunos momentos, que todo podría explotar de un momento a otro y ya no hay vuelta atrás. Si sientes que la situación es irreversible e insostenible y que no se puede hacer nada por remediarla, si crees verlo claro, te contaré una cosa.
    
  Cuando vengan a por ti la gran ansiedad en compañía del miedo y unas punzadas en el pecho que te desorienten en confusión casi caótica, no le busques respuesta a la situación, no trates de solucionar el pánico razonando. El miedo quiere que razones con él, que trates de expulsarlo, que le des importancia; y lo quiere porque sabe que así te haces más vulnerable y él coge fuerza y vive, vive en ti, a través de tu anulación. Y vive con violencia en tu interior.

Por eso, si puedes, aguanta, no hagas caso de la ira que venga engañosamente etiquetada en forma de personas o lo que esas personas han dicho o hecho, en forma de situaciones X, no trates de solucionar la angustia, no respondas a la ira etiquetada, insisto, está en tu cabeza, deja en paz a lo negativo que haya en tu cabeza. Que esté, aunque no puedas derrotarlo.

Haz todo lo posible por no terminar acudiendo al psicólogo (algunos son peligrosos, por deshonestos e ignorantes, otros son buenos; S.O.S); pero si tienes que terminar yendo al psicólogo hazlo con cuidado. Si estás muy muy mal, acude al psiquiatra o ponte en contacto con organizaciones como Why not, o Agifes o Avifes u otras. Hay bastantes; de apoyo indirecto para el que entra en estados patológicos.

Hazte un favor: Espera, trata de mantenerte fuerte; pero no por orgullo, o virtud de coraje, a la mierda esas  palabras vanidosas, sino por una cosa mucho más motivadora: Si esperas, si te mantienes, si aguantas, si tienes fuerza para tolerar el espantoso rato, las espantosas horas y días o meses, te lo aseguro, a pesar de estar pasando por un túnel cruel y sin piedad, a pesar de la desazón que te produce la oscuridad, te lo prometo, si aunque tropieces, te levantas y si sigues en pie, sólo en pie, saldrás al fin del túnel, hacia un sol extraordinario, magnífico.
Me dirás que cómo se hace eso. Que es fácil decir que hay que tener paciencia pero que es horroroso. Y tienes razón. Pero hay dos opciones: ahogarte más hasta lo más hondo, o esta otra: aunque el dolor psíquico en ansiedad terrorífica, en miedo al máximo, en tremenda tristeza y asfixia, te haga mucho daño, mantente, no cedas a la desesperación; es difícil y a la vez fácil: simplemente espera y no le entres al trapo al dolor bestia. No les des de comer a los miedos.

Y verás que gracias a esa fuerza tuya para sobrellevar tu debilidad, cuando el túnel quede atrás, por la fuerza que has adquirido, disfrutarás mucho más de la vida, serás más feliz todavía que antes de entrar en el túnel. Y vivirás más fácilmente feliz, por una cuestión: tu fuerza "pasiva", te ha dado elementos emocionales sostenibles contra el mal psíquico y te ha hecho menos vulnerable.
Seguirás pasando muy malos ratos pero entonces ya sabrás que se van y que hasta puedes aprender de ellos para ser más feliz, que es de lo que se debiera de tratar de buscar básicamente en esta vida. Si eres feliz y no un capullo, harás feliz a los que están alrededor. La gran Ana Frank lo supo con trece años, pero es que esa niña era un volcán superdotado.

Pero una cosa, si no puedes porque no quieres, o no quieres porque no puedes, o por una cosa u otra, perdónate, aunque los demás no te perdonen que estés mal. Permítete estar mal. No es tu culpa, tú no quieres estar mal. Son jugarretas de la vida, de la mente y a veces de la química. No pasa nada; ¿sabes?, el peligro de los libros de auto-ayuda es que cuando te sueltan lo que te he soltado yo en los anteriores párrafos y ves que no puedes llevarlo a cabo, tu frustración aumenta, y el libro de auto-ayuda se transforma en libro de auto-destrucción.

Por eso, si estás muy muy jodido, ni caso a los del "Disfruta de la vida, si ríes el mundo reirá contigo, si sufres sufrirás solo, pon de tu parte...No te comportes infantilmente..." esto lo llegan a decir personas intransigentes e infantiles en su intransigencia y obtusidad...Para colmo están encantadas de conocerse y creen estar por encima de mucha gente.

Tú vales mucho sólo con ser, con poder recibir amor, sólo si no eres un gran capullo. Lo fuerte es que estos últimos no suelen tener estas sensaciones tan acentuadas, pero lo pasan mal por el odio que llevan dentro. Que se jodan.
No, no pasa nada, tienes derecho a estar mal, tienes derecho a estar en el agujero, tienes derecho a autocompadecerte (aunque esto te debilitará); actúa como quieras y no como "dicen que". Si no puedes hacer lo que te digo, y te lo aseguro, muchas veces nadie puede, entonces tranquilo. También eso pasará. También eso, y busca cariño del bueno y júntate con gente que te comprenda, que suele ser la que sufre lo mismo que tú; por tanto, si no puedes hacer lo que dicen los párrafos que te he escrito, es que simplemente la confusión y la debilidad no te dejan hacerlo y no tienes culpa de nada. Ánimo Amigo. Verás la luz. Estoy contigo.

sábado, 2 de diciembre de 2017

EL DÍA EN QUE ME REÍ MUCHO EN FACEBOOK


27 de mayo de 2016

Queridos amigos facebookianos: escribo esto atado a una cama del psiquiátrico: resulta que ayer mi padre vio cómo no dejaba de publicar y publicar cosas en el facebook, y como él conoce muy bien toda mi personalidad pensó : “Uy este hijo mío, no hace más que publicar cosas en facebook; y está claro lo que le pasa; dentro de su bipolaridad está en una fase maníaca (eufórica) y ha entrado en una paranoia típica: está pensando que todo el mundo está pendiente de él (que es una característica de la paranoia de origen eufórico) y se está creyendo muy importante. Además no ha dormido en toda la noche y no para de decir cosas incoherentes”. Por tanto me llevó al psiquiátrico en contra de mi voluntad y el psiquiatra que me atendió en urgencias dijo que me tenía que quedar allí voluntaria o involuntariamente.

-Es un caso claro de adicción (da igual que sea al facebook, puede ser tan peligrosa como la adicción a las máquinas de juego aunque no se gaste dinero), en donde usted ya no es dueño de sí mismo pues no puede parar de publicar. Así que le sacaremos de su entorno habitual durante unos días y le trataremos psíquica y médicamente.

Yo le dije que él no sabía con quién estaba hablando, que ayer, viernes a las ocho de la tarde tenía una cita con Hilary Clinton y con Donald Trump, pues se han quedado tan impresionados con mi personalidad que han pensado que la salvación del mundo estaba en mis manos y que ante ello, han dejado sus deseos de poder y su ambición a un lado y por tanto han decidido que yo sea el próximo presidente de los Estados Unidos. En vez de creerme, el psiquiatra mandó que me metieran cientos de gotas de haloperidol (un antipsicótico que no ha logrado dejarme del todo tonto) y que me ataran a la cama hasta que razonase coherentemente.

 Esta mañana me he despertado mal; mi compañero de habitación está también atado a la cama pero sólo de cintura para abajo; cuando me ha visto mal, y a pesar de que se estaba metiendo una raya de coca que no sé ni cómo ha conseguido introducir en el psiquiátrico, le he contado mi problema. Él me ha dicho que lo mejor que podía hacer era ponerme en contacto con Hilary y Donald por medio de facebook (pues sé que me leen todos los días) y que les explicase la situación, y aprovechase de paso para publicar algo en facebook, para calmarme un poco el mono provocado por mi abstinencia. En ello estoy pues.

Mi compañero es la pera. Había infiltrado, además de la coca, un cuchillo, con el que se ha soltado la cinta que le ataba la cintura y me ha soltado a mí las manos de las cuerdas que me las ataban; para colmo me ha puesto un ordenador portátil en las manos (que también había infiltrado; es impresionante) y me ha dado la clave de wifi del psiquiátrico (que también se la sabía). He publicado algo a la mañana y ahora esto. Cuando han venido a darnos la comida hemos hecho como que seguíamos atados y a mí me han dado una sopa con una cuchara cuyo contenido me han ido metiendo en la boca como a un niño de meses...
Ahora, tras merendar he vuelto a coger el ordenador y he dicho, venga, necesito otra publicación. Mi compañero me ha dicho que como nos pillen nos van a dejar  unos diez días sin salir de la habitación y dos semanas sin visitas. La única ventaja que tenemos al respecto, es que aquí en el psiquiátrico nadie entra en facebook, y yo, al psiquiatra de guardia, que acaba de pasarse por aquí, le he mentido en todo menos en lo de Hilary y Donald, que es verdad. El mundo al revés. Él ha pensado que todas mis mentiras eran verdad y que la única verdad que le he contado, mi reunión con los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, no puede ser tal; dice que deliro como consecuencia de una paranoia prepotente típica en los procesos de manía (euforia, en la bipolaridad) y que como siga sin tocar suelo y sin razonar me iba a pasar mucho tiempo aquí. Pero es verdad. Hilary, Donald, vosotros que me leéis con gran admiración: hoy no podrá ser.

sábado, 25 de noviembre de 2017

EL ARBOL DE LA ESPERANZA


  Esta mañana me he despertado peor que fatal, con lágrimas en los ojos en pleno hospital. Lágrimas que no he podido esconder ni en el comedor al desayunar. Que piensen lo que quieran. El fin de semana (hoy es sábado) se anunciaba con rayos y truenos en mi interior, y me he preparado para lo peor, sabiendo siempre que la cama no es que sea la última opción, sino que no se contempla en una recuperación y vida rehabilitadora hasta el final. Sólo cuando corresponda (siesta o noche).
  He cogido el autobús, he devuelto un libro, he cogido otro autobús y he tenido la buena idea de subirme a la bici estática, poniéndome mis canciones favoritas en los cascos. El cuerpo empieza a pedir movimiento últimamente y yo se la doy con satisfacción.
  Así, y mientras me iba alimentando naturalmente de endorfinas y pedaleaba a buen ritmo, escuchaba la mejor música para mí y veía por la ventana, un día más, ese magnífico  Árbol, de repente, me he sentido en plenitud. Todo funcionaba y todo era ahora. 
     Ese árbol, ante la lluvia y el viento, centenario y magistral, siempre delante, amoroso y desprendido a mi mirada, ahora sin hojas por ser otoño, (pronto volverá a ofrecer sus frutos), ese árbol que se ha mantenido de pie desde que yo era un niño, contra viento y marea, vientos huracanados, altísimas temperaturas, siempre ahí, constante y diario, precioso, con connotaciones de presente absoluto, es una señal de la esperanza que se mantiene en pie, de que hay algo poderoso en él, que está mucho más allá de lo que mi entendimiento y de lo que cien mil ideas o palabras puedan expresar y hasta comprender en totalidad. Sentir era todo y ese sentir no necesitaba palabras. 
La combinación de los factores ha hecho que ese árbol me diera testimonio de lealtad, esperanza  e incondicionalidad, de seguir siempre ahí, en Silencio. Grande, una especie de naturaleza vegetal humana. Seguimos aquí y podemos contarlo. 
Y eso es Bueno.

martes, 21 de noviembre de 2017

NO TE OLVIDES DE LO BÁSICO


Cuando eres atacado por síntomas dolorosos puntuales, siempre piensas que seguirá siendo así ya siempre y que siempre igual.
 En esos momentos, ¿Cómo eres tan cabezota dejándote llevar por el miedo? Porque luego siempre sales del dolor, o el dolor termina yéndose. Y siempre suele haber salida, aunque a veces el túnel sea más largo y duradero que otras veces;  y siempre llega la tregua, siempre, sin saber ni cómo, llegan momentos y días de tranquilidad y hasta de ligereza. Trata de no olvidarlo la próxima vez que te despiertes en un lugar parecido a cierto infierno algo intenso (si esto es semánticamente posible...)...

Y si el dolor te crea más ansiedad porque por esta angustia paralizadora no puedes hacer lo que quieres, simplemente Vive  y sigue en pie, y ya haces mucho, ya haces Todo. Acuérdate de esto:

"Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos." Eres valioso ya sólo Siendo aunque a veces no puedas ni Hacer, y lo son tus semejantes de buena voluntad.

El dolor pasará, pero como todos, tienes que pasarlo. Trata de hacerlo con paz.

sábado, 18 de noviembre de 2017

ADELANTE


Son 28 días ya los que han dejado atrás al infierno y aunque la vida, sigue siendo, en momentos, dura y áspera y ácida, ya no eres, de momento, el mismo.
Te levantas y el mecanismo entra en acción. Por fin te concentras en la lectura, por fin dejas de tratar de resolver problemas que no resolverás pensando; te observas desde fuera y ves algo que se supone que hay que resolver pensando con urgencia. Estás curado de espanto para saber que si haces caso a esas suposiciones alarmistas, te puedes meter en otro lío,   y además, actuar respondiendo a miedos impulsivos agrandaría la maraña y puede terminar hundiéndote. Y para salir del hundimiento utilizarías técnicas que te hundirían más.
No cantes victoria. Sigue caminando. No al día, sino estate atento al momento dentro de la disciplina que más libre te haga, lejos de las cárceles a las que te llevaban los insensatos "me apetece" de cada segundo a los que servías de forma esclava.

Podrías volver a caer. Podrían darte el alta y volver a los infiernos, pero has decidido seguir y pase lo que pase, a las duras y a las maduras, la vida ofrece, (cuando cumples unos años en los que se supone que estás de vuelta  y decaída o decadencia o resignado fatalistamente), inesperadas novedades.  Todo ese peso abrumador se va haciendo bagaje, citando a Manolo García. 
Pero te insisto, cautela, cuidado, no hay prisa, todo está por ver y cada momento por vivir, así que la página vuelve a estar en blanco y no hay teorías totalitarias y entumecedoras que dicten y obliguen por dónde ir. Sólo referencias, imprescindibles pero intercambiables por otras igual de válidas, mientras no te estanquen. Caminas. Ha merecido la pena mantenerte en pie. Quizá mañana la desgracia se cierne de nuevo contigo y vengan otros oscuros días, pero eso no lo puedes controlar y si ocurre, pues qué le vas a hacer; si no, la vida es tuya....Adelante.

jueves, 2 de noviembre de 2017

SI


Porque me estás diciendo en ciertos momentos, pero sin pruebas, que NO,  y lo sueles hacer con preocupaciones sin sólida ni objetiva base racional; porque en este caso nada es irreversible y todo está dando la vuelta en la buena dirección, en contra de todos tus negros y pasados (no siempre pasados) pronósticos fatalistas absolutos, yo te diré ahora que tengo fuerza para pensar que SI.

Porque me dices a veces un NO alarmista de pánico, presentándome en la mente y en sueños de pesadilla telediarios que informan sólo de la parte oscura y apocalíptica del mundo, la tierra, la vida, el universo y mi ínfima persona, y aunque no aspiro a totales plenitudes brillantes sin ninguna nube alrededor, pues sé que eso no existe aquí, te volveré a decir que SI.

Y te digo que SI, porque hoy, un día más, ahora, avanzamos y seguimos de pie y yo no veo en mi contexto otra derrota que la ausencia total y definitiva de la vida, y ni siquiera eres capaz de demostrarme que aun siendo mi cuerpo muerto el día que llegue  a estarlo, al segundo siguiente sólo habrá una NADA absoluta; espero y sigo contra todas las debilitadas esperanzas porque me he movido por abismos y ahora os localizo, patológicas obsesiones de maleza, y no os responderé, ni daré de comer a vuestras ciento cincuenta mil opciones negativas que me planteáis en hipótesis a cada posible peligro, pues si os respondo, me capturáis con el doble de interrogantes.

Vivo con vosotras, dudas, y cuando buscáis mi irritación o una respuesta violentamente cínica y desesperanzadamente rabiosa a la vida, con el miedo que generáis, os miro a la cara y no os responderé de mala manera, de ninguna manera, ante la inquietud de algunos minutos, sino que  al contrario, en presencia de toda vuestra oscuridad, brilla muchas veces y muy fuerte en mi interior, una luz dolorosa pero protectora y cálida, con la convicción de que caminamos, como dijo aquel argentino, hasta la victoria siempre, pero no de patria o muerte, no de guerras ni batallas entre los diversos componentes de la raza humana, sino la del AMOR cotidiano y universal, que cura heridas del alma, y abre en este momento mi sueño de cierta paz, que me hará sentir en momentos  la mayor dulzura jamás imaginada en vivencia alguna.

SI.

jueves, 19 de octubre de 2017

QUIERO JUGAR LA PARTIDA




Si todo el ruido que corre a veces por nuestras venas emocionales en manera de invisibles lágrimas que quieren brotar a toda costa, y que es una muestra de nuestras negras y temporales impotencias ante horas de intenso dolor y miedo, si ese ruido fuera sólo eso, sólo dolor y miedo, y nada más, entonces no tendría sentido alguno seguir para mí.

Pero uno sigue pues cree que detrás de ese mal que todos tenemos en mayor o menor grado, hay algo que le da un sentido positivamente supremo, brillante, total y profundo. Por supuesto, ese sentido nunca lo descifraré con las leyes o la matemática de este mundo, nunca con lógica o sentido común, ni con todos los libros del mundo además de que, con nuestra lógica, sacaría conclusiones fatalistas (es injusto y bla bla bla). No tengo poder de descifrar eso, y a la diosa razón la veo muy pobre de armas ante la vastedad del misterio. Ni siquiera sé si esa incógnita de resultado positivo, la resolveré en otra vida, porque no soy capaz de imaginar si existe eso.

El sentido sólo lo presiento cuando veo la cara de la cruz que ésta lleva brillántemente implícita en ocasiones, aunque haya momentos de absoluto túnel negro. Y a veces, ese sentido se aparece en la calma y sonrisa de amor posterior a los truenos. En todos los bellísimos deseos de muchas personas; deseos de unión, paz y cariño universal. En esta vida, en este mundo. En el abrazo cómplice al doliente, en las preciosas rosas que salen en las espinas, en una caricia o en lágrimas sonrientes de alegría y consuelo, en la presencia de tantas pequeñas velas encendidas en medio de una gran oscuridad, en aquel amigo al que tanto quieres, en tantas buenas personas que se han cruzado por tu camino y que no hubieras conocido de haber llevado una vida convencional.
Hay muchas cosas que justifican o pueden explicar infiernos de horas y días. Por eso es necesario seguir.

domingo, 8 de octubre de 2017

Eso es TODO


A pesar de la fresca temperatura, el cielo está completamente azul, sin ninguna nube. A pesar del otoño, el árbol central que se cuadra ante mi ventana, majestuoso como siempre, sigue luciéndose verde, como su alrededor. Al fondo el precioso caserío de pared blanca y tejado rojo. A la izquierda el mar.

Suena Van Morrison y tengo un café con leche en la mano. Eso es TODO.

sábado, 16 de septiembre de 2017

EL SENTIDO KOMUN


  Quizá nadie debería de tener el derecho de auto-proclamarse cuna de la civilización y de la ilustración, mientras en el mundo sigue muriendo mucha gente de hambre y a su vez se siguen despilfarrando enormes cantidades de capital monetario  en armamentos de guerra.
   Cuando la política es siempre inevitablemente maquiavélica, los líderes de las naciones mundiales parecen haber perdido (desde ese inevitablemente corruptible punto político) parecen haber perdido, digo, repito, el sentido común y hasta el de la realidad, de modo que las palabras "derechos humanos" parecen ser puras muletillas retóricas que utilizan dichos políticos en sus "democráticamente" esplendorosos y populistas discursos de consumo interno. El verdadero significado de esas dos palabras parece importarles un comino en muchas ocasiones.
        
      Pero no. No.
      Lo más probable es que todo lo que he dicho en los dos primeros párrafos no sea más que una serie de disparates y la verdad sea que en el fondo, quien está fuera de la realidad sea yo mismo. Al fin y al cabo, soy yo quien debe de tomar medicinas psiquiátricas para equilibrar su vida y alguien de esas características, según el diccionario (del que ya sabemos que nunca puede equivocarse) no puede ser normal, y en consecuencia, tampoco puede tener sentido común.

        O quizá lo que simplemente ocurre es que no soy capaz de comprender absolutamente nada de todo. Es lo que hay.

domingo, 3 de septiembre de 2017

NO ME GUSTAN LAS FRONTERAS

Cuando estoy delante del ordenador de mi padre y veo el mar y el monte me da por pensar que estoy en Euskadi. Cuando camino por la bahía de la Concha pienso que estoy en San Sebastián. Cuando veo los desinformativos pienso que estoy en España y también parece que en Europa.
Sin embargo, hace tiempo que se me quitaron las ganas de definir mi identidad en función del lugar que me ha tocado pisar diariamente por accidente. Por casualidad nací en Eibar, por casualidad vivo en San Sebastián. Yo no le pertenezco a ningún lugar. No soy de Euskadi (en el sentido de propiedad), ni de España, ni Europeo, ni me SIENTO terrícola por vivir en la tierra. Yo soy un ser humano que pertenece a su familia y a las personas que quiere y le quieren. Sólo de ellos soy. De ese lugar de encuentro llamado cariño.
Pero estoy muy agradecido, o me siento muy afortunado, de vivir en un lugar donde tengo alimento, medicina, techo y encima no hay guerras, pues sabemos que en otros sitios, santos inocentes, que no han hecho nada malo (muchos enfermos que sufren horrores en occidente tampoco han hecho nada malo) no tienen todo lo que yo tengo, sólo por vivir donde viven. Y eso me parece terrible y pienso que el ansia del poder y la ambición, son asesinos universales desde tiempos inmemoriales...
. El mundo, en fin....¿Ya cambiaremos? ¿Estamos a tiempo? La razón parece indicar que no.
Por otra parte también los que tienen comida, techo, medicina y viven sin guerras, sufren muchísimo, aunque en el autobús y en encuentros casuales en la calle digan que están bien, muy bien; y sufren mucho, simplemente, porque, tal y como me dijo una amiga, estamos vivos.

Un abrazo a tod@s.

miércoles, 30 de agosto de 2017

POR QUÉ ME GUSTA PAUL AUSTER

Me gusta Paul Auster porque en sus novelas va directo al grano. Es decir, a lo que hacen los personajes, a lo que piensan, a lo que les pasa en solitario o interactuando entre ellos; habla de lo que ocurre en general en medio de todos los entresijos de hechos, pensamientos y diferentes posibilidades de acontecimientos, además de abundar en la psicología de sus personajes. También me gusta porque cuenta historias dentro de historias que van dentro de otras historias dentro de la historia general. Y lo hace sin enredarte y sin que puedas perder el hilo.

Auster me gusta porque no pierde el tiempo en lo que no me llama nada de las novelas: lo circunstancial o descriptivo. Me importa un rábano si el lugar donde están ocurriendo los hechos tiene techo alto o bajo, ventanas grandes o pequeñas, o si la acción de las novelas transcurre en medio de escaleras o lamparas y muebles de un color o de un tipo X, o en medio de paisajes y calles de un tipo determinado de características físicas Y sobre todo, no me importa nada si los personajes llevan bigote o gafas, son rubios o morenos, tienen la cabeza grande o pequeña. En fin, no me dicen nada, y me son algo indiferentes, las descripciones físicas en general. Lo cual es mi problema desde luego.

Pero como digo, Paul Auster no escribe en sus novelas sobre casi nada de lo que digo en el segundo párrafo(cosas circunstanciales que me suelen impacientar un poco).  Pero sí, y mucho, de las cosas que nombro en el primer párrafo, que son las que me interesan por encima de todas las demás. Muy por encima de las descriptivas. 
Además, pienso que Auster me gusta por el modo en que me cuenta las cosas, y no por las cosas que me cuenta; disfruto con cada párrafo suyo. Me parece que escribe gran literatura. Y no es casualidad que guste a público y crítica.

Acaba de publicar su novela "4 3 2 1" y aunque tiene novecientas páginas y pico, yo sólo llevo unas pocas leídas y ya me tiene cogido; y no creo que le suelte hasta el final, leyendo lento o rápido, eso ya lo veremos.

martes, 29 de agosto de 2017

EL SENTIDO DE LA VIDA


Hay quien opina que la vida no tiene sentido. Para mí sí lo tiene. Las buenas personas y la gente que lucha por mantener buenos valores y los derechos humanos. 
 Como agnóstico o incluso creyente,  para mí el sentido de la vida estaría en la lucha por el bien, por el amor, por tratarnos bien unos a otros, por aportar luces de humildad y bondad dejando  de lado orgullos tontos y odios.

        ¿Buenismo o cursilería? ¿Sentimental?


       Si quieren llamarlo así para descalificar esas ideas, que lo hagan. Yo prefiero lo nombrado a ser un cínico lleno de rencores e ideas y planes constantes de venganza. No quiero vivir peleándome por ninguna escalera. Que me llamen bonachón o sentimental, como si por ello fuera un poco tonto, no me importa, pues pienso que la inteligencia está al servicio de la bondad.

          Los malistas son muy listos pero no creo que les interese la inteligencia si no es para su propio provecho.

         Cuidado. No estoy diciendo que yo sea así; no estoy diciendo que yo sea inteligente y bueno. Tengo muchos fallos y no soy lo humilde que me gustaría ser. No estoy diciendo pues, que yo sea buena persona. Estoy diciendo que el sentido de mi vida está en tratar de serlo. Y se puede ser muy feliz con ese sentido; es más, a la inversa, si eres feliz serás mejor persona (a no ser de que seas un cabrón de fábrica). Lo digo porque, en contraste, hay gente que piensa que si vas de bueno, o eres bueno, te tomarán el pelo y serás infeliz. Lo de "de bueno a tonto hay un paso" y tal. No estoy de acuerdo; se puede ser bueno y protegerte de los grandes listillos, simplemente evitándolos y rodeándote de buena gente. Que la hay. Y mucha. La he visto, la he conocido.
      Se trata de intentarlo cada día. Ese sería el sentido para mí.
        

lunes, 21 de agosto de 2017

SI TODO FUERA PERFECTO.


  En puntuales momentos suelo pensar que casi todo lo que hacemos y hablamos, lo que nos contamos y lo que dicen los telediarios, Internet  con Google, los libros, la prensa de todo tipo, y las explicaciones que constantemente damos sobre lo que hacemos ante nosotros y ante los demás, o lo que escribo yo mismo como todo el  mundo, es, todo eso, sólo un ingenuo modo de disfrazar el caos que es esta vida y del que nadie tiene TODA la explicación, ni muchísimo menos.
      Menos mal que no lo pienso a menudo.

    Pero y si todo fuera de otra forma y las piezas más espinosas encajasen, si todo fuera tan fácil como inventarse un lema, poner una pancarta y creérselo, si tú vida no nos traicionaras en tus cientos de contradicciones, si dos más dos fueran siempre cuatro y todo fuera  perfecto esto no sería ni mucho menos, aburrido. Porque esa última afirmación es otro artificio pseudo-literario que nos montamos para consolarnos: "Es que si todo fuera perfecto la vida sería muy aburrida, no habría nada que arreglar". Mentira, porque el aburrimiento es una imperfección y si todo fuera perfecto y bueno esto sería genial, el paraíso absoluto. Nadie dijo que el Imagine de Lennon llevado a la práctica sería aburrido (ni demasiado cómodo, como si para ser felices deberíamos de pasar calamidades)  por si acaso. Pues eso.

domingo, 13 de agosto de 2017

LO MEJOR QUE SE PUEDA


Por mucho que a veces pasen los días y uno no encuentre sentido mínimamente explicable a lo que pasa, o crea que no vive en el mejor de los mundos, el caso es que estamos Aquí. Sí, ya sé, sin instrucciones ni hoja de reclamaciones, aquí nos trajeron y nos encontramos, no nos consultaron.

Cierto, pero como no nos vamos a suicidar, resulta que sería bueno pensar que por algo estaremos aquí y si aun ni siquiera hubiera un algo, una razón, un sentido, y todo respondiera a un absurdo,  muchos de nosotros no lo deseamos por dentro; muchos deseamos coherencia, sol, esperanza, música, colores, ilusiones en belleza, vibrar y disfrutar; y muchos deseamos el bien, la belleza y el amor. Y si hay que sufrir que sea en pos de cosas mejores.

Pues aquí estamos para intentarlo. Aunque a veces, por salud, tengamos que estar quietos, y a la espera. Malos tiempos, buenos tiempos, aquí seguiremos en favor de todo lo bueno que podamos encontrar. O por lo menos así lo haré yo. Lo mejor que pueda o quiera. O lo mejor que quiera o pueda.

domingo, 6 de agosto de 2017

EL ABRAZO ABSOLUTO


   A mí me gustaría poder dar y recibir el abrazo más reconfortante de todos los que se puedan dar jamás. Un abrazo donde descansar y ofrecer enorme descanso. Donde depositar las escondidas lágrimas de todas la vísceras, el CO2 anímico que la otra parte expulsara de inmediato a cambio de un intercambio de oxígeno anímico de grandes dimensiones.
      Me gustaría abrazarte y que me abrazaras siendo unidad  en alivio total y donde ambos, en abrazo, nos desprendiéramos de todos los restos de rabia, aspereza, acidez ordinaria punzante, y recibiéramos del otro, dulzura, calor, color, viveza sanadora de las heridas del olvido  y de la tristeza y la angustia (miedos, que todos vienen a confluir a esos lugares). Un abrazo donde desapareciese toda alienación y extraña nostalgia y nos sintiéramos por fin, en casa,  ya, sí, meta y gloria, abrazados en el mayor de los posibles paraísos de la tierra.
         Un abrazo, insisto, de luz y de reposo y de alegría liberada de los oscuros agujeros del sentimiento que las cicatrices del tiempo nunca consiguen cerrar del todo, para que dejasen de sangrar. Un abrazo absoluto. Para ti y para mí. Para perdernos en él, y encontrar y recuperar todo lo que vamos perdiendo de gran valor en medio de esta vida, en ocasiones, muy salvaje.

domingo, 9 de julio de 2017

QUIETO



  Trata de observarte como si te mirases desde fuera. Observa la reacción de miedo ante una situación que te ha ocurrido tantas veces. No intervengas mentalmente. Acepta tu tensión. No te cabrees. No pienses "otra vez, mierda". No pasa nada. No hay cosa imprescindible en esta vida que no puedas cumplir. Lo demás, que tanto te preocupa al caer en la misma reacción--sensación, no importa. Porque observas esa reacción y sentimiento y lo aceptas aunque no te guste. 
No necesitas hacer nada especial, cambiar radicalmente sólo lo empeora todo. Cuanto más te empeñes por cambiar lo que nunca pudiste cambiar, menos cambiará y más te frustrarás. Vete dejándole a la vida pasar y observate sin actuar salvo cuando sea imprescindibe. No actúes según impulsos o miedos. Vive con calma cada momento. Vuelve a ti en cada momento. Pon toda tu atención en este momento y en ti. No tienes otra cosa que hacer y es lo más importante que puedes hacer. Eso que tanto te importa ahora es una chorrada en el fondo, que se resolverá o no, y no importa que lo haga o no a largo plazo. Te lo aseguro.

Luego la vida ya se encargará por sí sola de decidir lo que tú vayas haciendo espontáneamente. No vuelvas a encarcelarte en chorradas que parecen importantes y te pueden destruir. Que hablen ellas si quieren y no tú ya más.

jueves, 29 de junio de 2017

AMANECE

Amanece en Donostia. Las cosas seguirán siendo igual. Yo seguiré teniendo los mismos defectos y la gente seguirá actuando igual.
Pero todo va a ser nuevo desde otro prisma.
Mi actitud hacia lo otro y sobre todo hacia mí, ya no es la misma. El juez, el etiquetador, el calificador del cómo se debe y cómo no, va desapareciendo en mí. Al pensamiento que todo lo analiza ya casi no le hago caso, y trato de  centrarme sólo en abrochar  los botones de lo que hago en cada momento; cuando la mente me halaga o cuando me afea la conducta no me la tomo en serio en ninguno de los dos casos. Yo, por dentro, elijo no vivir clasificándome o programándome en aras de resultados, elijo no vivir dependiendo de unos resultados externos que en realidad no tienen nada de esenciales, digan lo que digan.

Sólo sé que soy una persona con 45 años de vida y que me gustan unas cosas y me desagradan otras pero no voy a depender de que esas cosas se cumplan como yo quiero, y podré vivir  a mi modo y sin hacerle daño a nadie: sin forzarme, sin reñirme, sin violentarme. Las cosas son igual, sí, pero yo ya he decidido no vivir dependiendo de si salen bien o mal, de si hago o no, porque yo ya estoy bien como estoy. Digan lo que digan y sobre todo diga lo que diga mi tirano interior.

lunes, 26 de junio de 2017

TIEMPO


A veces tener tiempo libre te hace sentirte algo esclavo del vacío,  pero te equivocas si te crees eso, pues no eres una máquina con gps ocio--turístico interno que sepa qué es exactamente lo que apetece o conviene hacer en cada tiempo libre. Sea lo que sea, en esos casos, cuando no se me ocurre nada que hacer, no pienso ya que esté perdiendo el tiempo ni hago caso a la vocecita del "deberías estar haciendo otra cosa más provechosa" (¿provechosa para quién? A veces es más provechoso para según qué estados, no hacer algunas cosas)"; a veces me quedo mirando a esos pensamientos que nunca me han llevado a buen puerto al hacerles caso en primer impulso. Sólo les miro, no obedezco. 
Porque no hacer nada supuéstamente "provechoso" (qué provechoso está quedando el mundo con tanto esfuerzo, tantas horas de trabajo, tanta competitividad y  tanto campeón del estrés a tope, por cierto) es una forma de vivir a veces, y si se hace algo "provechoso", otras veces, no es para no ser gandules sino para escapar de nosotros, pues no aguantamos  el parón de actividad porque vemos que puede venir el lobo del tedio o vacío, y eso, No, socorro. Mejor estresarse y matarse a hacer cien mil cosas, muchas cosas, un montón de hacer y hacer y siempre hay que hacer; así nos han educado. A qué te dedicas...Ni el sitio donde vivo, ni mi oficio  o actividad, me definen, oye. 
Sí. Hay que estar ocupado. Que te ocupe algo tu ser para que no pienses, como si siempre pensásemos pesadillas  y no pudiéramos pensar cosas edificantes y agradables. A veces parece que preferimos ser abducidos por ocupaciones que libres (esto último parece muy aburrido).

Lo bueno viene si aceptas esos vacíos o zonas desérticas temporales. Esas situaciones al otro extremo de las grandes sensaciones donde las cosas ordinarias simplemente son. Yo creo que todo es siempre igual, lo único que se puede cambiar es la manera en la que aceptas y ves los tiempos muertos y los conviertes en vivos aceptándolos como parte de tu vida, incluyéndolos en tu día con naturalidad, porque en el fondo parece que queremos que todo vaya siempre saliendo perfecto, pacífico, vibrante y brillante, todo el rato además, insisto, y si no, si hay síntomas de oscuridad o decaimiento (que siempre terminan apareciendo inevitablemente), como que no nos gusta nada y escapamos creando a veces más oscuridad, rellenándola a lo loco con garabatos de pasatiempos a veces muy insatisfactorios. 
Pues quizá, entonces, repito que será mejor vivir con esos tiempos muertos y darles título de vida a veces,  y tratar de mirarlos con luz, que estar esperando algo bueno que no te va a venir, o sí, pero mientras tanto eres preso de un tiempo que por lo visto debes de rellenar con hastío y el ceño fruncido. Para qué asquearse.

Además, es imposible estar sin hacer nada. Primero porque la cabeza trabaja gratis y con ahínco y segundo porque aunque estés sentado sin actividad externa, si no piensas, lo que estás consiguiendo es convertirte en una persona más tolerante que no rechaza sus pensamientos ni sus vacíos, que acepta que las cosas sean lo que son y como consecuencia estarás más en paz contigo al estarlo con las cosas, el tiempo presente y la situación. Y serás más tolerante con otros. Así que es cierto, nunca el tiempo es perdido y todo sucede por y para algo. Lo malo, además, termina por traer algo bueno muchas veces, porque no dura cien años, así que tan malo no será.

viernes, 23 de junio de 2017

SALUD

Bien, al final no pasa nada. Qué va a pasar. Unas tres semanas con crisis de angustia, entre ellas del sábado al miércoles pasado, seis horas en urgencias antes de ayer, pero, no es depresión. Acople de medicinas y los adecuados ansiolíticos. Estos dos últimos días he vuelto a ser yo en estado natural y tranquilo, prácticamente feliz, aunque el miércoles creía, (cuándo aprenderás que no suele  ser para tanto al final), que el mundo se me caía encima.

Y esto va a ir bien, o mejor dicho, hoy ahora estoy muy bien y el tema medicamentos está regulado; mañana será igual, como si hubiera tenido fiebre y punto. Que vuelve a pasar, pues medicina de rescate; la ciencia está para algo, a pesar de haber tanta gente que lo sabe todo sobre todo.

Y todo va a ser para mejor, y todo va a ser para aprender, y todo va a ser para conocerme mejor y para quererme más, y para andar por la vida con paso firme pero más tranquilo, mucho más tranquilo. Nunca digas, de todas maneras y por si las moscas, no tengo ninguna duda, pero al fin esto tiene buena pinta, y aunque en los días de angustia (provocada por errónea medicación) pienses que lo que habías aprendido no sirvió y que vuelves a lo mismo, la desesperanza no aguanta un día, y SI que has aprendido en cuanto despiertas de la fiebre de la áspera ansiedad sin razón externa. Y no es mérito mío. Son muchos años con esta historieta y al final uno coge, por intuición salvavidas, el atajo más benigno para él; ya no queda otra y la negatividad se va yendo porque no le das fuego; la miro, la veo, veo mis rechazos, no los rechazo, y me trato de tratar bien. Se terminan por ir esos rechazos.....

SALUD.

miércoles, 14 de junio de 2017

POR QUÉ NO VEO EL TELEDIARIO



No veo el telediario porque allí nunca me muestran las sonrisas, que, a pesar de todo, veo a diario en diversas caras queridas. No veo el telediario porque en él nunca me han enseñado lo que algunas personas humildes que han sido muy maltratadas por la vida pero que hicieron las paces con el pasado, me han enseñado sobre la existencia, sobre mí, sobre la dignidad, o sobre cómo defenderme de las ofensas de la vida sin violencia. Esa gente no tiene ni idea de que me ha enseñado y me enseña cada día y nunca saldrán en el telediario. Hace no mucho, al sentirme mal, me alejé de mi compañía de amigos y dados unos pasos, rompí en llanto apartado, en una crisis de angustia, y vi a mis dos mejores amigos a mi lado, mirándome con seriedad pero con respeto y cariño y con su sola presencia me lo dieron todo. Todo. ESO no sale en el telediario y estoy seguro que pasa todos los días en muchas partes del mundo.
No veo el telediario porque allí no estás tú (ya sabes quién eres) ni tú, ni aquella otra, siempre presta a hacer un favor, siempre prestos a ayudar. No lo veo porque en él no aparecen aquellos que aman a pesar de todo y que desean amar aun habiendo sido rechazados. No veo el telediario para no sentirme enemigo de quien me diga que lleva el mal dentro, porque ya no me importa lo que haga o diga ese quien. No tiene ningún interés para lo mejor de la vida.
No veo el telediario porque todos los días me cuentan la Historia desde los mismos patrones maniqueos y porque allí el sufrimiento no se muestra como algo significativo que dé sentido a la dignidad de muchos humanos sino que la mayoría de las veces me lo enseñan como entretenimiento de fuertes sensaciones y casi nunca me informan de lo que necesito saber. Nunca me ha sucedido nada que salga en el telediario y no me ha ido como en disneylandia tampoco. Pero da igual. No cuentan lo bien que me va muchas veces tampoco y casi mejor.
No veo el telediario porque casi nunca me hablan del Bien, sino del "mal", de competiciones deportivas, de la catástrofe (nunca de la maravilla permanente también) del clima y de poco más, como si sólo existiese eso, cuando en realidad lo que existe es mucho más que eso y mucho más hondo que eso, y es lo único que da verdadero sentido en mi vida a "eso" que ellos llaman "cruda realidad" y no se cansan de repetir minuto a minuto.

viernes, 9 de junio de 2017

OLAS


La vida en sus formas no se mantiene nunca fija en un punto. Todos lo sabemos. Mucho mejor. Mejor que no sea un estanque permanente de quietud total. Tras la calma vuelven las nubes, la lluvia y la tempestad y así sucesivamente, sí, luego un poco de aire fresco agradable y luego un calor insoportable y....
Contamos también con días geniales soleados muy agradables entre medias, que te pueden engañar tanto sobre la totalidad y lo absoluto, como los días negros. Todo es tan multicolor, que en extremo, es mejor que te tomes hasta una mismísima crisis de ansiedad como una aventura o un paso de escalada de montaña que te ha tocado subir. Pues eso es la vida.
Si estás alerta, si te levantas y sigues caminando y mantienes los sentidos puestos en lo que estás haciendo, por mucho que corras peligro y te esté doliendo, todo se puede convertir en un juego, si aceptas las reglas de dicho juego. Y mejor aceptarlas. Mucho mejor. La otra alternativa es la queja tipo pataleo o auto-compasión que no sólo no ayuda a mejorar nada, sino que todo lo empeora.
Y las reglas pueden ser que a veces no puedes hacer nada de lo que quieres, ni lo puedes hacer como quieres, y para qué frustrarte y pegarte contra la pared y desesperarte, repito. Tomarlo con filosofía se solía decir....
Tu mente a veces puede coger velocidad y provocar emociones de miedo. Míralo, quédate con él, camina con música mientras sientes tu cuerpo y Vive absolutamente como entre olas de vaivén, algunas agradables y suaves, otras que te golpean y noquean por momentos. Porque el miedo se va por donde ha venido así. Y aunque todos los estados de ánimo, sean buenos o malos, pasan, lo que se mantiene siempre eres Tú y tu alma siempre ahí, siempre estás tú para contar con tu propia compañía, haga el tiempo que haga, y es lo más valioso de todo, por mucho que por fuera no HAGAS LO QUE CREES QUE DEBERIAS y asome la culturizada culpa, si vives y quieres vivir con ganas, adelante con los cañones, aceptándote tal y como eres.
Todo es posible por dentro. Lo de fuera es accidente, y al Ego, tanto al halagador como al destructivo crítico y pisoteador, producido por juicios de otros y tuyos hacia tu persona, mejor no hacerle caso y sí a tus sensaciones y a tus momentos. Vivir es una actividad que puede ser apasionante si no dependes demasiado de las etiquetas que nos han puesto por todas partes... Re-edúcate.

jueves, 8 de junio de 2017

HOY


 Hoy, a pesar del cansancio, o quizá por lo sano de tenerlo, el río va por su cauce reflejando los rayos del sol en calma.
Hoy amanece. Hoy, ya está la luz aquí y uno no siente su cuerpo como cárcel o túnel oscuro en el que habitar, sino que está de vacaciones de la pelea cansina, continua. y absurda del pensamiento estéril. Nunca completamente, pero bastante.
 Hoy simplemente vive sin forzar, y está; y por fin lo que es, quiere ser y debe de ser. coinciden en sí mismos, en uno. Porque no pedimos la luna, sino sólo ser vida en su punto medio, y esa vida que está fuera y dentro se funden con facilidad. Esta noche dormirás muy bien.

jueves, 1 de junio de 2017

SIGUE LA OLA


Hace calor hoy en San Sebastián. Hoy he venido pronto a casa. A mi espalda, tras las ventanas, todo es verde (árboles) con fondo de cielo azul. Se me acaba de pasar por la mente que debería de escribir con la mesa mirando a la ventana, en vez de a la pared, y sólo con levantar la vista vería lo que veo al levantarme y darme la vuelta. 
   Me acabo de levantar; un par de pájaros silban, se oye un ruido parecido a una moto-sierra y el ascensor también hace un ruido lejano. Estoy aquí a las siete y pico de la tarde y no hay nada más que esto, que es un montón, pues no busco nada más; simplemente acabo de leer unos párrafos de una novela de William Boyd tras unos pocos poemas de una chica llamada Alaine, y las ropas encima de mi cama están algo desordenadas. Mi madre está en la cocina, feliz, de ver a los suyos bien. Lo que es una madre. Contenta sólo viendo bien a sus hijos. 
     Lo que es la vida. Nunca como te imaginas cómo va a ser, desde luego, pero ahora me acuerdo de lo vivo y de lo vital que me sentí ayer cenando con unas amigas y un amigo y digo, ¡bien!, qué me dices ahora de lo que decías a una joven psiquiatra el 17 de abril noche, en urgencias. Que siempre iba a ser todo igual y que estabas condenado etc etc etc. Te equivocaste de pleno. No sabes nada de lo que va a pasar en el futuro, es más, puede que venga ahora lo mejor de tu vida, la segunda parte, que en tu caso será la buena quizá, no como ocurre con las películas; entonces, si no sabes nada, como ha quedado demostrado en tus oscuros pronósticos, para qué preocuparte. Eso es lo que te provocaría una mala vida nuevamente: andar ocupándote de cosas que no controlas de antemano, para nada práctico y para quemarte mentalmente. A la porra pues. 

         Así que estate así y sigue la ola.

lunes, 29 de mayo de 2017

ORGULLO HERIDO

Cada vez que juzgas a alguien que te ha tratado mal y te pones a la defensiva irritada en tu pensamiento, te conviertes en un esclavo de esa persona, le das un poder que no debería de tener sobre ti, y del que sólo te liberarás (del malestar que te provoca esa actuación o persona) pasando completamente del tema, dejándolo atrás y centrándote sólo en que te estás tomando un café con leche, o viendo una cosa, o haciendo lo que sea cuando lo estés haciendo, que es lo único y lo más importante que existe y que tienes que hacer, para liberarte de porquería pasada.
También serás esclavo de eso que llamas tu "reputación", que no es más que una entelequia de ideas alrededor de ti mismo, y que te has inventado tú mismo para situar tu orgullo herido a salvo, hiriéndolo más. A tu orgullo herido no le hagas ni caso y se curará él solito sin que intervengas, si no le haces caso ni lo mezclas con otros, y no te pones a la defensiva mental. Vive.
Me da la impresión.

domingo, 28 de mayo de 2017

LEJOS

Anoche soñé que tras una publicación mía, facebook indicaba que ésta había obtenido 100.000 "Me gusta"-s.
Entonces de repente y tras observar ese fenómeno, comprobé con asombro que en mi interior habían aparecido unas letras brillantes. Una tras otra formaban una palabra que hablaba, o de un lugar, o de un estado, no lo sé. La palabra era "LEJOS"...
¿LEJOS? Lejos, lejos... ¿De qué me suena mucho esa palabra? 
Siií, era ese sitio a donde decían, y siguen diciendo algunos ¿insensatos?, que había que llegar en esta vida. Sí,me lo habían dicho, me lo habían puesto como mensaje subliminal continuamente (podios, logros, victorias, felicidad, triunfo, euforia) el hecho de que en ese lugar uno ya estaba muy feliz.
Y yo ya estaba en LEJOS. Donde había que llegar. LO había conseguido.

Pero quería más, debía de llegar más LEJOS, más metas, más objetivos, más medallas y copas, más triunfos, y no estaba contento del todo, necesitaba más, más, más siempre...
Me desperté sudando.

miércoles, 24 de mayo de 2017

PRESENTE


Si se consigue hacer algo de lo que aconseja Ekhart Tolle ("El poder del ahora") y aceptar y vivir sólo el presente, sin hacer caso de pensamientos de luchas internas, y aunque ese solo presente te produzca sensaciones negativas (porque estás mal y punto), y si no rechazas esas sensaciones negativas (lo que las haría más intensas y dolorosas), no quedará espacio para preocuparte por el futuro, y el miedo a éste puede perder mucha intensidad. No te quitará todo el dolor pero libera bastante.

Te lo dice uno que está pasando por una depresión.

¿Algún problema?

miércoles, 17 de mayo de 2017

A PESAR DEL DOLOR

 
La naturaleza era salvaje por lo visto. Por eso se creó la civilización. Por medio (y desde un principio) de guerras, también salvajes, que continúan, también en los países civilizados.

Podría sacar una conclusión cínica, agria o nihilista. 
Pienso que el elemento que nos salvaría de todo eso es el amor en todos sus terrenos, por mucho que a veces lo experimentemos de forma fugaz. La única sabiduría en la que estaría dispuesto a creer sería  ese Amor, que es lo que hace bello e inocente al ser humano. A pesar de seguir ignorando casi todo lo demás. A pesar del dolor que ocupa un lugar que no entiendo.

Puedo ser relativamente feliz.

viernes, 12 de mayo de 2017

Y CUANDO PIENSES QUE YA NO PUEDES MÁS



  Y cuando pienses que ya no puedes más, recuerda que lo pensaste muchas veces y saliste adelante. Y cuando pienses que ya es demasiado, recuerda que a todos les toca mucho y que desesperar o quejarte sólo te debilitará y hundirá más.
   Y cuando veas asomar a la culpa, esa traidora disfrazada en mil conversaciones de forma subliminal, piensa que aquí ni tú ni nadie tiene la culpa de nada, o sea que deja a ese elemento solo y arrinconado.
     Y piensa que no perder la esperanza es clave para que ocurra aquello que esperas que ocurra; quizá no ocurra, pero la esperanza lo hará mucho más posible. 
       Y no pasa nada por estar mal. Esa es la diferencia. Antes te enrabietabas, ahora no. No sirve. No te pongas galones ni te hagas el fuerte por tus "éxitos" y "logros" ni te fustigues por tus "fracasos". Eso es un cuento chino, mejor dicho americano. El sueño de la cultura del esfuerzo y la victoria y toda esa superchería que nunca te sirvió y que ya no te crees.

 Por tanto, piensa que puedes vivir así, y que además, es muy probable que mañana, sí, es probable que mañana consigas levantarte pronto y darle la vuelta a todo esto. Claro que sí. ¿Por qué no? Que sí, que son dos palabras que te ha dicho tu pareja durante tantos años...

jueves, 11 de mayo de 2017

¿RECETAS DE VIDA?



Mis incógnitas básicas nunca serán resueltas. Me haría muy famoso si las resolviese. Los demás tienen las mismas….
En cuanto a las personales, ¿nos conocemos? Algunos más que otros, pero las recetas de vida que mandan psicólogos, gurús, psiquiatras, sacerdotes, budistas y todos los clasificadores de lo trascendente aplicable a lo ordinario y diario van y se contradicen unas a otras.
La moral, en ocasiones, juega todavía un papel demasiado coercitivo y actuar según se dice que hay que hacerlo (¿quién y con qué divina autoridad?) en general, o hacer siempre lo que “la gente” dice que hay que hacer, es a veces imposible incluso hasta para la gente; por lo tanto los que somos gente andamos todos disimulando muchas veces y justificando nuestros actos (en alguna ocasión con medias o menos que medias verdades) y por supuesto, en la calle, siempre estamos bien.
Ante semejante panorama, le dije a mi psiquiatra el otro día, que, para colmo, quienes padecen males psíquicos parece que tuvieran que dar explicaciones sobre lo que hacen bien y no bien. Y los psicólogos y psiquiatras deciden lo que es bueno o malo a veces. Lo que pasa es que unos dicen una cosa y a veces, otros, la contraria.
En el plano general, se puso muy de moda lo de luchar, pero hay gente que opina que es contraproducente y que hay que rendirse a lo negativo para que este pierda fuerza y dejarse fluir. Pero también fluye el río y a veces está lleno de accidentes geológicos y se sale del cauce sin que el hombre haya intervenido.
Resulta que la naturaleza es sabia pero, sin que el hombre haya intervenido también, a veces, ésta, se ha comportado muy violentamente: Huracanes, terremotos, volcanes en acción, desprendimientos…
Las recetas para la felicidad son tantas que uno no sabe a cuál agarrarse.
Unos hablan de la fuerza de voluntad, pero hay psiquiatras que dicen que la Fuerza de voluntad es a veces contraproducente en la depresión. Cuando no hay fuerza, si uno lo intenta y el cuerpo no acompaña, puede pensar que es un vago, que no lo hace bien y frustrarse y culparse equivocadamente. Alguna vez acertadamente.

¿Qué, pues, al final?
Sólo seguir caminando teniendo como principal referente a uno mismo porque los “dicen que” suelen ser demasiado ambiguos y mejor coger de aquí y de allí lo aplicable a tu personalidad (diferente en cada persona y sus circunstancias) y sobre todo de uno mismo. Cada persona necesita su propia guía de auto-ayuda y la lleva dentro. No evitará sufrir, pero también podrá disfrutar mucho.
Tengo ciertas dudas, pero eso es sano, pues lo último que se pretende es sentar cátedra.

martes, 9 de mayo de 2017

11 días 12 noches en el Frenopático


   El Domingo de pascua de Semana Santa ingresé inesperadamente en el Hospital Mental de San Sebastián aquejado de una fuerte depresión. Simple y llanamente creí que había retrocedido tres años de evolución y que volvía a años de auténtico infierno; y no estaba dispuesto a pasarlos otra vez. Creyendo que las cosas estaban en ese plan, no quería, pues, vivir más, que es la información que recibió la psiquiatra de guardia por medio de mis palabras desoladas.

   Salvando los modos matinalmente militares de una voluminosa auxiliar, el trato que recibí fue bastante correcto.
   Vivíamos al cronómetro.  Mejor que te levantases hacia las ocho, antes de que una auxiliar te lo ordenara sin pedírtelo por favor nunca; porque también te ordenaba ducharte y hacer la cama, como o por si no lo fueras a hacer sin recibir la orden. Así que yo lo hacía de antemano. Por no recibir órdenes. Para que luego, total, sobrara bastante tiempo. Pues una vez hecha la cama y elegidas las opciones de comida del día siguiente nos encontrábamos en un pasillo, así, en el pasillo, sí, sin más, marchando o quietos,  callados o charlando, hasta las nueve en punto de la mañana. Ni un minuto más ni  un minuto menos. En punto. Los dos primeros días desayuné en planta. Los siguientes en el comedor inferior. A las nueve y media (en punto también) venía el animador físico-manual, para los que quisieran hacer estiramientos y relajación. Yo andaba alrededor del patio. Una hora. No más ni menos. Hacia las once, o subía al taller (pinté mandalas) o leía. Los lunes, miércoles y viernes venía una mujer a afeitarnos. A las y media de cada hora (en punto) zumo para el que quisiera. A las y veinte, fuego para el que fumase. Yo no fumo. Todos los fumadores me dicen que hago bien. Durante la mañana le atendía a uno, en mi caso casi todos los días, el psiquiatra, que me subió el antidepresivo.

   A la una comíamos y a la una y veinte fuego para fumadores. A las dos, en punto, subíamos a la planta. Para el que no quisiera echar siesta había dos horas muertas de pasillo hasta las cuatro. Antes de las cuatro nos preguntaban si habíamos hecho cacas. Una vez me lo preguntaron mientras vieron que estaba en ello, tras abrir la puerta del W.C.. El único fallo gordo quizá. A las cuatro, ala, a merendar, más comer, malta con leche, galletas y bocadillo. Cuatro  y media visitas. Si no podías salir, se quedaban contigo hasta las seis y  media, o posteriormente podías salir, en mi caso con las visitas, durante esas dos horas o hasta "hora cena". Ocho menos cuarto  de la tarde llegar, lo más tarde; y a las ocho cenar. En punto. Ocho y veinte, fuego otra vez para fumadores. Esperar. Siempre esperar. Charlar, mirar la tele, caminar, ojear alguna revista.... Subir a las nueve. Lo has adivinado: En punto. Hasta las diez y media veía la tele, cosa que no hago en casa; pero no había alternativa, pues hasta las diez y media no me daban una medicación sin la cual no me dormiría.

   Salí de alta a primera hora del viernes 28 de abril de allí. Ahora no pienso lo que dije al principio. No he podido hacer las cosas que me propuse  como me las propuse dentro. Es muy diferente vivir y pensar en aquellos condicionantes o en los que tú debes o/y no debes marcarte. De momento vivo. Hoy  lo estoy haciendo bastante bien; respiración y pulso normal, y todo eso... 

      Y eso es todo amigos.

miércoles, 3 de mayo de 2017

POR QUÉ HE ESCRITO


He escrito porque en momentos sentía la necesidad de desparramar en palabras y frases los sentimientos que había en mi interior. He escrito para contarte, para decirte, para sentirte, para llegarte, para salir de mí. He escrito porque a medida que suelo ir colocando una palabra tras otra siento que hay un nudo en mi interior que se va desatando un poco, que se va soltando en cierto modo, que se va representando en mi ser, liberando parte de mi tensión en la página en blanco y viendo como van durmiéndose  cosas  que  despertaron en cautividad nerviosa, aprisionadas en resistencias interiores.

He escrito porque no quería quedarme atrás. He escrito para estar con vosotros. Para poner mi grano. Para no ser menos ni más, y buscar ser uno. Y he solido escribir pensando que debería leeros más, pero a veces la vida no da para todo.

Seguí escribiendo porque algunos quisieron compartir conmigo lo que yo les presentaba, porque había pedazos de vida, de dolor y de alegría, de empatía al fin y al cabo, en algunos de  los bienes y males presentados. Porque algunos dijeron, me pasa lo mismo a veces también, o te entiendo, porque algunos recibieron y respondieron y correspondieron. Agarraron con valentía el guante lanzado para sostenerlo. He escrito por agradecimiento a las agradecidas y porque necesitaba llegarle a alguien para salir de la soledad que todos compartimos.

He escrito por mí y por otros. He escrito porque a veces duele y otras hace gracia. Porque hay malo pero también mucho bueno. He escrito porque estoy vivo, tengo que vivir, y necesitaba de la palabra.

jueves, 30 de marzo de 2017

PESADILLA

Voy en el autobús que me lleva a mi casa hacia el anochecer. Cuando me doy cuenta de que el bus ha saltado mi parada pido al chófer que me abra la puerta; fuera de parada. No lo suelen hacer pero el chófer es muy amable y lo hace. En cuanto salgo del autobús, o justo ya saliendo, me doy cuenta de que me he dejado la mochila dentro de este. Donde llevo la cartera. Donde llevo el bono-bus de imán electrónico.

En la siguiente escena me veo metido en lo que parece ser un parking general laberíntico. Veo que para salir de las barreras de allí, al igual que sucede con las del topo o tren, necesito el bono-bus, aquí llamado "mugi", pero que no lo tengo; está en el bus. Le explico a una responsable la situación pero ella no me va a dejar salir así por así de ese lugar espectral, da a entender. Por lo visto puedo estar bajo la sospecha de algo ilegal; además, me digo ahora, fuera del sueño y de la pesadilla, ella quizá se preguntaría cómo, si no puedo salir ahora, en algún momento entré.
La responsable me dice que tengo que hablar con la policía. Con un policía entre muchos. Le pregunto si esa noche podré salir y me da a entender que será difícil, que al día siguiente llamarían a cocheras (lugar donde "duermen" los autobuses y donde aparecen los objetos perdidos) para confirmar lo que les digo. Le digo que yo no me puedo quedar toda la noche allí y ella sonríe con condescendencia. Le informo de mis problemas de enfermedad, ante lo que ella dice como entre dientes algo así como "¡me va a chantajear el niño a mí, con esa historia!!...". Más tarde viene otra responsable y me pone en el brazo una tirita con su nombre, según el cual, dice ella, en la zona cinco mil y pico (un número concreto entre más de cinco mil números concretos) con esa referencia, un policía se encargará de mí. Pero me dice que no será fácil encontrar esa zona yendo por ir por cualquier sitio, y que tendré que tener mucha paciencia. Le pregunto si ha leído a Kafka (al que yo sólo leí la metamorfosis) e ignora mi pregunta.
Pienso que sin la medicación nocturna me puede dar una crisis de pánico (sensación de estar enterrado vivo) y que la situación del parking aceitoso, oscuro, espectral e infernal por ser sin salida, ya sería complicada sin enfermedad, pero con enfermedad más. Empiezo a vagar por ese parking del averno. Dentro del bolsillo pantalón palpo que tengo la tarjeta de salida. La saco. Pero no es la auténtica. Es una de colores que nunca vi. Pero saco otra, y es también otra de colores igual a la anterior y saco una posterior igual a las dos anteriores. En ese momento, saco, por sorpresa, la cartera (la que creía haberme dejado en el bus con con el necesario bono-bus para salir de allí) y al verla me hago ilusiones.
Me despierto.
Todavía me estoy recuperando.
Supongo que esa pesadilla deja bien claro que en el subconsciente uno tiene pánico a vivir situaciones absolutamente infernales y torturadoras.