27 de mayo de 2016
Queridos amigos facebookianos: escribo
esto atado a una cama del psiquiátrico: resulta que ayer mi padre vio cómo no
dejaba de publicar y publicar cosas en el facebook, y como él conoce muy bien
toda mi personalidad pensó : “Uy este hijo mío, no hace más que publicar cosas
en facebook; y está claro lo que le pasa; dentro de su bipolaridad está en una
fase maníaca (eufórica) y ha entrado en una paranoia típica: está pensando que
todo el mundo está pendiente de él (que es una característica de la paranoia de
origen eufórico) y se está creyendo muy importante. Además no ha dormido en
toda la noche y no para de decir cosas incoherentes”. Por tanto me llevó al
psiquiátrico en contra de mi voluntad y el psiquiatra que me atendió en
urgencias dijo que me tenía que quedar allí voluntaria o involuntariamente.
-Es un caso claro de adicción (da igual que sea al facebook, puede ser tan
peligrosa como la adicción a las máquinas de juego aunque no se gaste dinero),
en donde usted ya no es dueño de sí mismo pues no puede parar de publicar. Así
que le sacaremos de su entorno habitual durante unos días y le trataremos
psíquica y médicamente.
Yo le dije que él no sabía con quién estaba hablando, que ayer, viernes a las
ocho de la tarde tenía una cita con Hilary Clinton y con Donald Trump, pues se
han quedado tan impresionados con mi personalidad que han pensado que la
salvación del mundo estaba en mis manos y que ante ello, han dejado sus deseos
de poder y su ambición a un lado y por tanto han decidido que yo sea el próximo
presidente de los Estados Unidos. En vez de creerme, el psiquiatra mandó que me
metieran cientos de gotas de haloperidol (un antipsicótico que no ha logrado
dejarme del todo tonto) y que me ataran a la cama hasta que razonase
coherentemente.
Esta mañana me he despertado mal; mi compañero de habitación
está también atado a la cama pero sólo de cintura para abajo; cuando me ha
visto mal, y a pesar de que se estaba metiendo una raya de coca que no sé ni cómo
ha conseguido introducir en el psiquiátrico, le he contado mi problema. Él me
ha dicho que lo mejor que podía hacer era ponerme en contacto con Hilary y
Donald por medio de facebook (pues sé que me leen todos los días) y que les
explicase la situación, y aprovechase de paso para publicar algo en facebook,
para calmarme un poco el mono provocado por mi abstinencia. En ello estoy pues.
Mi compañero es la pera. Había infiltrado, además de la coca, un cuchillo, con
el que se ha soltado la cinta que le ataba la cintura y me ha soltado a mí las
manos de las cuerdas que me las ataban; para colmo me ha puesto un ordenador
portátil en las manos (que también había infiltrado; es impresionante) y me ha
dado la clave de wifi del psiquiátrico (que también se la sabía). He publicado
algo a la mañana y ahora esto. Cuando han venido a darnos la comida hemos hecho como que
seguíamos atados y a mí me han dado una sopa con una cuchara cuyo contenido me
han ido metiendo en la boca como a un niño de meses...
Ahora, tras merendar he vuelto a coger el ordenador y he dicho, venga, necesito
otra publicación. Mi compañero me ha dicho que como nos pillen nos van a dejar unos diez días sin salir de la habitación y dos semanas sin visitas. La única
ventaja que tenemos al respecto, es que aquí en el psiquiátrico nadie entra en
facebook, y yo, al psiquiatra de guardia, que acaba de pasarse por aquí, le he
mentido en todo menos en lo de Hilary y Donald, que es verdad. El mundo al
revés. Él ha pensado que todas mis mentiras eran verdad y que la única verdad
que le he contado, mi reunión con los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, no puede
ser tal; dice que deliro como consecuencia de una paranoia prepotente típica en
los procesos de manía (euforia, en la bipolaridad) y que como siga sin tocar
suelo y sin razonar me iba a pasar mucho tiempo aquí. Pero es verdad. Hilary,
Donald, vosotros que me leéis con gran admiración: hoy no podrá ser.
Uf, mi familiar, cuando estaba "de subidón" se pasaba la vida con la jodida granja de féisbuk, o farmvillage. Pero ya se le pasó, menos mal. Temo el día que descubra twitter, porque twitter, aunque a mí me aburra, sí que es algo que muchos llevan hasta la obsesión.
ResponderEliminarYo twitter no he probado, probé un mes y me bastó y es cierto que el facebook puede tener su parte peligrosa. Evidentemente es parodia pero es igual que los smartphones y los watsapps que parece que algunos no pueden estar desconectados. Tampoco tengo smartphone pero cuando tenía facebook creo que a veces dependía demasiado de él. Un besazo Juli.
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