sábado, 3 de septiembre de 2016

VA OTRA PIEDRA

    LLEGARAS MUY CERCA.
                                             
                                          TRES


 VIENE DE :


 El amigo (con el que había quedado a mediados del año 2011 en un bar) el amigo, quiero repetir, me dio una noticia que me alegró. Se había leído un escrito narrativo mío que mandé por correo a él y otras muchas personas.Se convirtió en un libro del que no he venido a hablar aquí, ni hablaré, con el tiempo. Dijo que estaba bien. Que estaba muy bien.
Me hizo, de todas maneras, unas cuantas críticas constructivas":

"Das demasiadas explicaciones, que ya se entiende, que tomas al lector por tonto, abusas de paréntesis" (con lo de dar demasiadas explicaciones estoy de acuerdo, pero lo de los paréntesis es cuestión de gustos y no de calidad; no hay calidad si uno se repite demasiado, eso sí, pero los paréntesis son marca de la casa de mi cabeza (buena o mala marca, pero marca), de la tendencia a la digresión de esa dicha cabeza; yo no he inventado mi manera de pensar; es más, si yo no tuviera digresiones mentales, que no son cancerígenas ni muy peligrosas, y que son esencia de asociación de ideas, yo no podría escribir, pues ese es mi método; aunque no lo supe hasta hace menos (¿o más?) de tres años; un amigo me dijo que yo escribía por asociación de ideas; yo no lo supe hasta entonces; por eso, deduje, me gustó leer a Marías en el pasado bastante pasado y sobre todo en novelas, porque me gustaban sus digresiones, (aunque, insisto, yo no lo sabia; ni siquiera sabía qué era una digresión) hasta que en sus artículos y entrevistas no paraba y no para de ponerse por encima del resto del mundo como si fuera un Dios despiadado y furibundo con todos los seres inferiores y extremadamente vulgares que le rodean y rodeamos; Él, que es ateo; bueno pero esta obsesión con Marías ya la he comentado mil veces en otros lugares; es por ello que es obsesión; vaya, he hecho un paréntesis gigante para explicar por qué los hago; ahora te recomiendo que te olvides de él y vayas a las últimas palabras,  antes de que yo abriera este paréntesis "abusas de paréntesis" y sigas con lo que hay tras esta cerradura en cuádruple paréntesis)))); pero que en general estaba bien el libro, me dijo mi amigo. Me llevé una gran alegría. Es una persona muy lista y su criterio y su opinión me parecían muy fiables. Si le gusta a él, el libro tiene calidad, pensé. Este amigo mío era una persona muy especial que me hizo reír mucho.

(Tengo que comentar en este aparte que lo que hago con los paréntesis es un intencionado plagio a Javier Marías; pero yo sólo lo hago para subirle la autoestima y vea lo importante que es, cuando un artista de mi alta categoría llega a plagiarle; sólo por su bien lo hago).

Ese amigo mío (que ahora no ejerce de tal, pero le respeto mucho; aunque en algunos despertares le daría una buena hostia si lo tuviera delante, pero sólo entonces) ha sido la persona que más me ha hecho reír en mi vida, dejando a un lado a grandes humoristas, claro; fue un ídolo personal en primero de periodismo, del que nunca pasé a segundo. Posteriormente, unos seis años después o así, pasó a ser ídolo-amigo. Los dos lo fuimos bastante hasta llegar a la decadencia de los últimos años de nuestra lamentable década de los treinta y nos tuvimos que separar (de manera heterosexual; y es que las palabras “lo mejor que podemos hacer es separarnos” dichas por él, demuestran lo íntima y cercana que puede ser una amistad sin llegar a ser pareja amorosa, o romántica o fornicadora ). Ambos teníamos cuarenta años cuando llegó la ruptura. Me di cuenta posteriormente de que habíamos estado a gusto juntos, porque nos inflábamos el ego el uno al otro de manera descomunal. Y nos los creíamos todo. Que es algo que pasa también en los enamoramientos, donde se deja de pisar suelo. El nuestro duró muchos años porque nos veíamos de manera muy espaciada en el tiempo... Pero cuando nos veíamos, la relación siempre fue intensa. Un buen tipo, de todas maneras. Pero al despertarme, o en pesadillas...

Pues bien, mi amigo ídolo me dice que el libro está bien. Eso ha quedado claro para todos.

Escribí cuatro libros en mi vida. Los dos primeros eran lamentables. Reniego de ellos. De hecho no sé ni dónde están. El tercero, del que hablaba mi amigo, está bien; y él y su cuadrilla me lo editaron, como ya he contado hasta el hartazgo en mil sitios por los que he aparecido. Eso ya lo habías contado, me suelen decir los amigos a veces; bueno sí, pero os lo vuelvo a repetir porque tengo mucha gracia contando las cosas, y cuando no hablo yo, se forma un silencio que demuestra lo sosos que sois, y a pesar de todo os quiero.  

Hice un cuarto libro (o entre lo aceptable, uno segundo), que a algunos gustó más que el editado (miento, sólo me lo dijo una persona, pero otros me dijeron, a propósito de ese libro, que yo tengo don literario; eso ya no sirve de nada, pues la gente lee en el smartphone; me siento un alfarero último  mohicano al que le han pisado los supermercados y hace cosas gratis para exponerlas). Y sin embargo, yo, sólo he escrito un libro. Para los demás. ¿Y cómo así? Por la sencilla razón de que el libro del que hablan (el primero decente) se editó. Pero lo editaron unos amigos como regalo, tras ser rechazado por dos editoriales. Como está en formato libro, he escrito un libro. Es injusto, he escrito dos decentes. El segundo-último, de título “Hacia fuera”, parece que no lo escribí; simple y llanamente por no estar editado y al no haberlo mandado a ninguna editorial y esparcirlo en un blog, resulta que según el baremo público sólo el editado vale como LIBRO. A las editoriales no les mandé el segundo-último, pues sabía que, con los tiempos que corren, por muy bueno que fuera ese libro, nadie me lo editaría ni publicaría, porque no tengo un NOMBRE en el mundo literario, y porque mi libro les podría parecer lamentable (cometiendo un gran error si pensaran eso) y en consecuencia no vendible; o por mil causas. Creo que ya hay autores con nombre a los que no se les publica, o se les publica, pero venden cada vez menos, pues no se lee, y con el libro electrónico y la crisis y nuestro Dios Smartphone de cada día, mucha gente ya ni compra libros; ni los coge en préstamo en bibliotecas. Ante semejante situación, ¿Cómo iba a pretender yo que me publicasen aquel otro libro, “Hacia fuera”? Si soy de los últimos que lee libros de papel yo mismo.

El libro editado está en Amazon, pon mi nombre en Google y lo verás; yo me lo compraría, de ser tú. O quizá no.

Lo bonito de escribir, es la re-escritura, y es que leo los dos párrafos que preceden a este y me veo como un niño mimado y caprichoso, diciendo, “jolines, no me reconocéis, no me dais el mérito de mi (puto) 'Hacia fuera', segundo libro. Y ¿por qué? Jo, no es justo, no hay derecho…” Ya aprenderás Antxon, ya aprenderás a no hacer caso de ese orgullo tonto, fuente de todos los sufrimientos más tontos (aunque las seguirás pasando canutas a veces, a pesar de ello) pero has aprendido bastante con el veranito tan bestia que has superado; no te preocupes, le pasa a todo el mundo.

Anécdota al respecto de no ser RECONOCIDO o de desear mimos de la gente: en el año 1997 había un hombre en el sanatorio de Usurbil, donde yo estaba ingresado, claro, llamado Antonio, que ante el hecho de una queja mía, en manera de “Estoy fatal, qué mal estoy, qué horror” me hizo mucho bien diciéndome, “Tú, tú lo que eres….; tú eres un mimoso, tú lo que quieres es que todos te demos palmaditas en la espalda y te digamos ‘Qué bien tocas la guitarra y qué bien cantas Antxon, qué majo eres, qué bonito'; tú seguro que te has llevado mucho mejor con tu madre que con tu padre.” Efectivamente.

Los locos, los borrachos y los niños decimos la verdad. Y Antonio estaba loco (tanto como yo) y por eso pudo decirme la verdad a la cara. Porque era VERDAD; de la que sigue quedando cierta parte de veracidad 19 años después (mucho menos, pero, ahí andamos). Sólo que en esa época yo no estaba preparado para escuchar esa verdad y entré en orgulloso contraataque a su comentario y más tarde le dije: “Y tú eres un pedante que te crees…y además” aaaaayyyyyyy.


1 comentario: