Aquí hay algo que folla. Uy perdón,
falla, falla, qué van a pensar de mí.
Lo que FALLA es esto: Tardo poco tiempo en escribir un texto y quizá me pueda tirar el mismo tiempo
atrancado, leyendo dos, una, o tres páginas de un libro.
O sea que tengo un amigo que se lee
libros a toda velocidad, y lee desde hace 2 años y yo, que leo desde hace mucho
tiempo, voy al ritmo del caballo del
malo.
Porque mi maquinaria de asociación de
ideas provoca el peligro de mezclarlas todas de forma muy poco ortodoxa; menos
mal que nunca quise ser ortodoxo, pero una cosa es eso y otra, que en la
lectura, mi cabeza me declare la anarquía y la independencia unilateralmente, a
mí mismo, y me dé golpes de estado en los cuales por cada párrafo, o a veces
cada dos líneas, que leo, dichos golpes de
estado que la mente me da a MI, consiguen paralizar mi atención cuando quiero ir al siguiente
párrafo, pues mi mente independiente y anarquista, se marcha, sin mi
autorización, a otros lugares del pensamiento y del sentimiento, a veces
difíciles de aguantar, otros muy agradables.
Gran problema para la lectura, la
asociación de ideas. Como habré dicho (¿o sólo pensado?) miles de veces, y no
sé si aquí también, las asociaciones de ideas son una bendición para
descargarme escribiendo, pero una maldición para la lectura, que me gusta pero
es más difícil para mí; de manera que, como ya he dicho (¿entonces para qué lo
repites?) puedo tardar más en leer una página de otro que escribiendo dos mías.
Y el único escribidor al que consigo leer
con interés centrado y sin problemas, soy yo. Lo que pasa que escribo tanto que
no consigo seguirme la pista. Como para ponerme a coleccionar todas las
entradas de blog en un libro. Que lo hagan mis herederos y así seré inmortal.
Que se forren; lo mío es la austeridad, yo obedezco al gobierno.
Por otra parte, como me gusta escribir,
suelo, no obligarme a leer a base de látigo, porque también me gusta hacerlo
(casi más, no sé), pero sí me he solido poner a veces a ello con ánimo o motivo
de escribir mejor, para ampliar mis campos de expansión de contenidos, y para
acostumbrarme a las tildes (qué vergüenza recordar que me las explicaron con
diez u once años y tódavía fálle en ellás) y a una buena colocación de los
signos de puntuación.
No tengo otra explicación que pensar que
pensé asociativamente tanto tanto tanto tanto durante veintidós años, que lo de
la asociación de ideas fue algo que mi mente aprovecha para escribir, pero
también creó un vicio peligroso. No sólo para leer. En ciertos estados algo
bajos la asociación de ideas puede llegar a hacerte pensar qué harás el día siguiente a aquel en el que te jubiles, aunque te queden 40 años de trabajo en la mina (creo que es
mejor no decir que la última frase es mentira, pues así estropearía la broma
(es que soy graciosillo) y por eso lo dejaré sin decir)). A veces pienso que
estoy loco de verdad. Pero SE que no, porque todos me llevan la corriente.
Hasta más ver, queridos hermanos; ojalá que
pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario