Oye, lector, he jugado un poco sucio. Rastreramente. Pues viendo que la audiencia de mi producto (en este caso visitas a este sitio) va bajando, y que esta idea de hacer un libro a trozos no agrada al público en masa gigante (sí a más de cuarenta personas de momento) he pensado que de seguir así, mis patrocinadores y publicistas dejarán de pagarme y entonces no habrá elemento motivador para seguir. Por eso he puesto como reclamo el título "el triunfo de mis fracasos".
Porque mis publicistas son mi EGO, y si veo que cada vez menos gente se acerca a satisfacerlo (a visitar mi estupendo circo), al final, el EGO me dirá: ya no te ayudo más, te dejo y sigue tú, que yo estoy insatisfecho. Pero es que yo sin mi EGO (mi publicista) no voy a ninguna parte; que es lo que nos pasa a todos los grandes artistas (entristece un poco insistir en I-R-O-N-I-A, porque me he llevado algunos aprietos al no entenderse ésta por escrito, y me han tomado por gilipollas. Cosa que no me importa ser, en el fondo (la ironía también esconde mentiras))
Porque mis publicistas son mi EGO, y si veo que cada vez menos gente se acerca a satisfacerlo (a visitar mi estupendo circo), al final, el EGO me dirá: ya no te ayudo más, te dejo y sigue tú, que yo estoy insatisfecho. Pero es que yo sin mi EGO (mi publicista) no voy a ninguna parte; que es lo que nos pasa a todos los grandes artistas (entristece un poco insistir en I-R-O-N-I-A, porque me he llevado algunos aprietos al no entenderse ésta por escrito, y me han tomado por gilipollas. Cosa que no me importa ser, en el fondo (la ironía también esconde mentiras))
LLEGARAS CERCA (2)
(y verás que es menos esclavo y cansino que llegar lejos)
DOS
Viene de "...que él (García Márquez) sabía que el amor de la masa (fama) era mucho
más peligroso, artificial y voluble que el personal, que muchas
veces roza o abraza directamente lo incondicional, y ES el que
realmente vale, el que se siente de veras, en mi opinión. "
y seguimos con novedades: visite nuestro Blog. Cállate Antxon. Ahí va el esplendoroso texto:
Y sin embargo luego bien que supe desear yo (que estoy metido en el ajo como todos)
en el fondo, que me halagaran; muy cerca en el tiempo, me ilusionaba
que me alabaran. Me sigue gustando, aunque trato de ser humilde (JA!). Psiquiatras especializados me dijeron que eso
le gustaba a todo el mundo, ellos incluidos.
Cierto éxito, aún a muy pequeña escala, me hacía y me hace estúpida y tontamente feliz, pero en las enfermedades psíquicas, hay que tener muy controladito el ego, que puede provocar catástrofes vitales, pues el ego alto suele ser gaseosa, y luego, con el listón alto, cuando uno trata de mantener el nivel, o busca más aplausos en forma de halago, la ""locura" más ansiosa te ronda.
Al fin y al cabo este es un caso similar al del millonario que empieza y cada vez que se va enriqueciendo más, no para de querer más y más y seguirá queriendo más, y será esclavo de su éxito monetario, con cuyo dinero no disfrutará, pues seguirá queriendo más riqueza en manera de vicio adictivo; y seguirá trabajando para hacer más dinero; le hace más ilusión estar consiguiendo dinero que disfrutar con él; en mi caso, con el facebook y con las entradas en el blog por medio de él, solía ver en los últimos tiempos, que el número de visitas superaba las cien. Incluso hubo alguna que pasó de doscientas; pero luego había textos casi ignorados y uno subía su ánimo con los abundantes y presuntos lectores (que alguien te visite no quiere decir que te lea) y sufría por los pocos lectores. Una locura.Una esclavitud. Mejor no esperar mucho ni poco y seguir...
Vamos a hablar claro: Me engaño y te engaño, lector. Sé que la fama no da la felicidad (observa la considerable cantidad de escritores, músicos, actores, pintores u otro tipo de artistas: suicidados, alcoholizados, consumidos por la droga, pues del pelotazo momentáneo (aunque sean dos horas al día en gira) de los aplausos, no pudieron, como yo no podría, asimilar el vacío entre aplauso y aplauso, y se metían y se meten cosas, para cubrir un vacío que no eran capaces de aguantar en su interior y se destruían, y algunos se siguen destruyendo) y sin embargo escribo para otros aunque no gane dinero. ESO, también es un modo de buscar la fama. Por eso me meto droga terapéutica. Bueno, es al revés pero qué importa.. Yo he estado destruyéndome de mayo hasta ahora. Chutándome Ego. Droga blanda pero peligrosa.
Y aún sabiendo esto, soberano lector, aquí me tienes, como tu vasallo, buscando tu like y me gusta. O que me digas que soy la hostia para quedar yo mejor diciéndote (no, yo en realidad sólo soy una cosita que..."tontooo") Así que no doy trigo y predico. Pero he de seguir en esta locura de mundo, con o sin ti, su majestad público lector.
Cierto éxito, aún a muy pequeña escala, me hacía y me hace estúpida y tontamente feliz, pero en las enfermedades psíquicas, hay que tener muy controladito el ego, que puede provocar catástrofes vitales, pues el ego alto suele ser gaseosa, y luego, con el listón alto, cuando uno trata de mantener el nivel, o busca más aplausos en forma de halago, la ""locura" más ansiosa te ronda.
Al fin y al cabo este es un caso similar al del millonario que empieza y cada vez que se va enriqueciendo más, no para de querer más y más y seguirá queriendo más, y será esclavo de su éxito monetario, con cuyo dinero no disfrutará, pues seguirá queriendo más riqueza en manera de vicio adictivo; y seguirá trabajando para hacer más dinero; le hace más ilusión estar consiguiendo dinero que disfrutar con él; en mi caso, con el facebook y con las entradas en el blog por medio de él, solía ver en los últimos tiempos, que el número de visitas superaba las cien. Incluso hubo alguna que pasó de doscientas; pero luego había textos casi ignorados y uno subía su ánimo con los abundantes y presuntos lectores (que alguien te visite no quiere decir que te lea) y sufría por los pocos lectores. Una locura.Una esclavitud. Mejor no esperar mucho ni poco y seguir...
Vamos a hablar claro: Me engaño y te engaño, lector. Sé que la fama no da la felicidad (observa la considerable cantidad de escritores, músicos, actores, pintores u otro tipo de artistas: suicidados, alcoholizados, consumidos por la droga, pues del pelotazo momentáneo (aunque sean dos horas al día en gira) de los aplausos, no pudieron, como yo no podría, asimilar el vacío entre aplauso y aplauso, y se metían y se meten cosas, para cubrir un vacío que no eran capaces de aguantar en su interior y se destruían, y algunos se siguen destruyendo) y sin embargo escribo para otros aunque no gane dinero. ESO, también es un modo de buscar la fama. Por eso me meto droga terapéutica. Bueno, es al revés pero qué importa.. Yo he estado destruyéndome de mayo hasta ahora. Chutándome Ego. Droga blanda pero peligrosa.
Y aún sabiendo esto, soberano lector, aquí me tienes, como tu vasallo, buscando tu like y me gusta. O que me digas que soy la hostia para quedar yo mejor diciéndote (no, yo en realidad sólo soy una cosita que..."tontooo") Así que no doy trigo y predico. Pero he de seguir en esta locura de mundo, con o sin ti, su majestad público lector.
Porque sin embargo, Van Gogh (que era tan buen artista como yo; léase en tono burlón, por favor) fue ignorado, pero él
seguía pintando. Lo necesitaba. Hay bastante de eso en mi caso. La
necesidad de expresarme por escrito. Aun sin poder escapar de la
vanidad, que es el enemigo de la calma interior y
consecuentemente del amor desinteresado (que ayuda algo a
sobrevivir (este último) además de escribir; a mí)). Pero la vanidad no te la quitarás dándole
una patada y metiéndote a un convento; en mi caso no me arriesgo. Que esté, (porque ahí sigue, de manera canallesca
siempre), pero mejor prestarle la menor atención posible.
Después
de esta interrupción de panfleto de auto-ayuda, seguimos:
El día que empezaba a escribir esto, continúo, me encontraba de este modo:
Además de escuchar a Coldplay, estaba disfrutando escribiendo, que, creo que no te lo había dicho, es una actividad que me gusta hacer, como ves, pues gratis la hago, y, repito, tenía estupendas vistas por encima del ordenador, y, ya lo había dicho también (soy chorizo repetidor), venía mi precioso ángel de la guarda en un rato. Sólo tenía que bajar a la parada de bus (a medio minuto del portal de mi casa) pues ella cogía el autobús en el centro de la ciudad (yo vivo en una parte algo más que esquinada del centro de San Sebastián) a las seis menos diez. Llegaría a la parada a las seis, hora en la que íbamos a estar con nuestra estupenda amiga, que vive a un minuto de la parada donde se bajaría mi novia.
Qué
rollo, con lo poco que me gusta que me hagan leer cosas demasiado
circunstanciales y yo dando todo tipo de cotidianos detalles. Además,
no sé si muy bien. Tengo que cambiar de dirección pues busco
divertirme y si tanto dato descriptivo y circunstancial me aburre en
escritos de otros, no digo ya pues en el mío. ¿Estará bien dicho
“no digo ya pues”?
Cambiando
de tema. Toda esta historia algo relacionada con la escritura (en la
que andaba metido antes de ver a mi novia) me trae a la memoria un
domingo de mediados del año 2011. Bueno, quizá lo que voy a contar
no tiene mucha relación con lo dicho en el párrafo anterior, pero
mi memoria es caprichosa y yo a veces le doy bola siguiendo sus
caminos....En un taller de escritura (en los que no creo y a los que
nunca he acudido) quizá me acusasen firmemente de falta de "recursos
de enlace narrativo" (que es una expresión que me acabo de
inventar, porque soy muy chulo). Para mí, lectura-escritura y
"academia" son términos que me suenan fatal en la misma
frase. El mismo Cervantes, al que tanto desagradaban los "académicos"
se moriría del susto si viese que hoy en día sólo los académicos
le leen o estudian, de la forma más horrible, peripuesta y literariamente altiva (forma que a él tampoco le agradaba. NADA). Tú sigue
haciendo amigos, Antxon.
Y
ya hablando de todo y rompiendo ortodoxias a lo bestia me da la gana
de decir que en el colegio cometían crímenes literarios: obligarnos
a leer libros de literatura y luego hacer un estúpido trabajo al
respecto. Ideal para no querer leer durante el resto de tu vida. Sólo
un profesor apasionado y amante de la literatura puede encender tu pasión hacia
ella. Hay muy pocos. Mi estupenda prima. Lástima que dé clase a
jovencit@s o chavales y chavalas, y nunca he podido asistir a ninguna de
sus clases pero ella me metió en el mundo de la lectura; algo es
algo. En realidad, mucho. Pues con ello puedo escribir.
Decíamos
hace un año, que el asunto de la escritura me traía (y trae) a la
memoria, un domingo de mediados del año 2011.
Por
aquel tiempo (como solían decir en algún lugar) estaba
pasando unos días en casa de mi novia y había quedado con un amigo
a media mañana, en un bar cercano a la casa de mi chica.
El
amigo me dio una noticia que me alegró. Se había leído un escrito
mío que mandé por correo a él y otras muchas personas. Dijo que
estaba bien.
Me
hizo unas cuantas críticas constructivas de las que seguiré hablando, pero mis promotores me han dicho que lo deje aquí porque la gente se aburre con largos textos y el suspense alimentará el deseo de leerme otro día. A otros. Yo me aburro leyéndome.
CONTINUARÉ
NO SÉ CUANDO..... (ESTOY MUCHO MEJOR, que diría David
Foenkinos)
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