Estaba perdido. No sabía qué hacer con mi tiempo libre sin salir de mí. No encontraba mi lugar.
Te he visto triste al otro lado. Hemos ido a tomar un té. Hablamos el mismo idioma, y la conversación nos ha hecho uno.
Las circunstancias que me afligían siguen siendo las mismas pero gracias a ti las tengo aceptadas, gracias al intercambio de ideas, sentimientos y energía (que era la misma), en donde el feliz encuentro nos ha transformado el día. Me has hecho bien y te lo he hecho. La magia del amor todo lo puede.
Que pase lo que tenga que pasar.
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