Uno
comienza a escribir palabras para entenderse. Pero ese uno, de la
misma forma que todos necesitamos un amigo que nos escuche y
escucharle nosotros, necesita pensar que se dirige a alguien, que al
posar sus ojos sobre estas letras, sin saberlo, me escucha, sin
saberlo, me ayuda escuchándome, aunque esta escucha sea por medio de
la lectura.
Por
esa razón lleva uno su blog al Facebook. Uno fue muy vanidoso en un
tiempo. En un tiempo fue un Narciso. Pero ese uno sabe que su
aparición en forma escrita en Facebook responde mucho más al
desahogo con aquel que le escucha por medio de palabras que le lee,
que a su Ego; por eso no tiene problemas de conciencia o culpa al
buscar un lector que atienda. Necesita comunicarse por escrito pues
lo puede hacer con una serenidad lejana al ruido de una conversación
telefónica apresurada, lejana a una conversación ruidosa en un bar,
lejana a la apatía a la que nos conducirían las quejas o las
evasiones de burbuja en forma de alcohol, y lejana a charlas a viva
voz, en medio de ruidosas calles.
Es
mi única forma de espantar diarios demonios.
Al
fin y al cabo todos nos necesitamos. Uno pide perdón a quien hirió
y uno desea amar y aceptar a todos como son. Tengo un amigo que hace
esto y es para mí un ejemplo. Es una persona inaudita de la que
aprendo por sus hechos, no por palabras. Sonríe sereno ante ti en
aceptación y disfrute de la amistad que le das y que las
circunstancias le negaron tantas veces. Le admiro y quiero tanto…
Porque es feliz sin juzgar, porque él es feliz sin responder a aquel
por quien es atacado.
Uno
busca encontrarse en su esencia, cuando observa en él auto-rechazos
mecanizados desde una infancia en cuya educación, sin mala fe, nos
introdujeron grandes traumas. Uno quiere quererse mucho. Pues sabe
que así siempre querrá a los otros. Pero uno es consciente de que
con la voluntad no vale. Y de que hierra. Y de que una cosa es la
teoría y de que la práctica es distinta. Pero debe de seguir
intentando que la práctica se acerque cada vez más a la teoría. No
sin dolor. Pues si consigues acercarte mucho al amor universal y a la
paz que da, a pesar de las inevitables cargas pesadas de esta vida,
serás más auténtico y serás esencia de sosiego.
Ocurre que con tanta información, tanto libro, tanto mensaje, tanto marasmo en una vida y mundo misterioso en el que nadie tiene la llave para abrir ese misterio áspero y convertirlo en paz interior absoluta, uno se pierde, uno se lía, pero siempre hay que tratar de volver al camino, insisto; yo, escribiendo, otros por medio de otras cosas. Y saber que no es una tarea fácil. Pero qué bello y pleno objetivo.
O
quizá es más fácil de lo que creemos. Quizá todo es mucho más
sencillo; el amor, quiero decir; el amor dentro del misterio; el amor
en el dolor. Y quizá de tan sencillo que es ese objetivo amoroso y
de paz con uno mismo, no lo podemos ver porque lo hemos complicado
todo. Porque estamos todos los días reinventándonos. Porque nos
sobran teorías. Porque lo único expresable es la impotencia ante
tanto embrollo. Y quizá debido a todo ese embrollo, a todas las páginas web
del mundo, a todas las recetas para ser feliz, todas las teorías de
gurús que se contradicen y tienen ideas contrapuestas unos de
otros, y todas se dan por válidas, debido al embrollo de tanta
tanta información, se nos escapa la sencilla esencia. Las ideas se
convierten en obstáculo entre nuestro ser y nuestra mente.
Hay,
sí, demasiado mensaje contradictorio en una sociedad que debemos
interiorizar para no quedarnos fuera. Para ser socialmente integrados
absorbemos todos los mensajes contradictorios y uno se convierte en
un mar de dudas que debe de ir disimulando diciendo que “Todo bien”
que “tirando” y que bueno, que sí.
Yo
sólo sé mi intención. No quiero depender de deberes que no
necesito para subsistir y ser feliz. Esos deberes se interponen entre
mi y mi paz. Esos deberes no son necesarios para vivir tranquilo y
respetando a los demás. Cuando estás bien y en paz, el amor sale
automático.
La
cabeza es un invento muy peligroso cuando es mal utilizado. El
misterio de por qué todo esto es un misterio no lo resolveré y me
iré a la tumba con todos los porqués universales. Y sobre todo no
me considero referente ni predicador de nada, porque mi teoría suele
fallar en la práctica mucho más de lo que quisiera, como ya habré
dicho mil veces en este texto. No soy un ejemplo a seguir. Sólo en
la honestidad lo soy.
Y
bien, tú que estás leyendo, tú que me escuchas por medio de
Facebook, te doy las gracias por estar este rato conmigo, pues yo
quisiera siempre amar, desterrar el orgullo, origen de todas las
heridas, y caminar con cierta calma, sabiendo que el sufrimiento
forma parte del juego vital y que no pasa nada, que ya se irá. En
momentos somos muy felices, en otros muy desgraciados. Pero entre lo
que yo deseo y lo que es o soy hay una distancia que busco, por
tercera vez te lo digo, acortar.
Deseo
quererte y olvidarme de mi individualidad en ego, y ser uno contigo,
lector. Eso es lo que quisiera. Lo que podré hacer, no lo sé, lo
estoy buscando por medio de la escritura. Te vuelvo a dar las
Gracias, por haberme acompañado en el viaje de este texto, seas
quien seas, y si te lo has leído, pues sé que este escrito no
tiene nada que ver con la vanidad. Y porque escribirlo me ha sacado
de un agujero muy oscuro y angustioso, simplemente por pensar que
quizá hay alguien al otro lado del hilo internauta...Buen día
amig@.
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