martes, 28 de junio de 2016

26-J EL MAL VENCIO

Aunque el bien probablemente tampoco se llame Podemos, las urnas premiaron a la mafia oficial. Al malvado ministro del interior, a los que robaron a sus ciudadanos, a quienes han utilizado el poder  para beneficiarse solo ellos, sin importarles que para ello perdiéramos mucho los ciudadanos. A quienes seguirán destruyendo nuestros derechos, nuestra dignidad, nuestra economía individual. A quienes ayudaron a matar a mucha gente para que pudiéramos tener gasolina. A quienes destruyen la cultura sólo porque dijeron 4 palabras: "no a la guerra". A quienes destruyen todos los valores humanos, todos las bendiciones que nacen del amor, de la verdad y de la honestidad. Triunfaron los duros que nos insultan diciendo que somos cursis sentimentales.

¿Quién   puede desear seguir viviendo en un mundo gobernado por demócratas que por poder y dinero venderían a su madre? 

 Y quiza, por desgracia tengan razón quienes afirman que todos llevamos el mal dentro y que en el poder eso se desenmascara y que  hasta los mas buenos serían malos en el poder.

Yo sólo se una cosa: que hoy, analizando lo que el ser humano (en cuyo conjunto estoy metido yo también) ha provocado en este planeta, me quiero morir. Eso si, que nadie piense que eso lo voy a provocar yo, ese deseo no me lo voy a dejar cumplir a mi mismo. Tendrán que ser otros los que lo lleven a la realidad si les apetece.
Y de toda vanidad, de todos nuestros mayores crímenes, nos va a perdonar a todos (incluso a los ganadores), Dios padre misericordioso.

TODAS ESTAS PALABRAS SON SOLO SENTIMIENTOS. Y ES LO ÚNICO QUE NO PODRÉIS QUITARNOS

Y PROBABLEMENTE NO LES DEIS VALOR ALGUNO, PORQUE LOS EXPRESA UNA PERSONA CON ENFERMEDAD PSÍQUICA GRAVE TENDIENTE A LAS DEPRESIONES. POR TANTO LA OBJETIVIDAD ESTA DESCARTADA. SIEMPRE LO ESTUVO EN TODO SENTIMIENTO QUE ADEMÁS NI BUSCA MIMOS NI NOTORIEDADES, SINO SOLO SER EXPULSADO DE UN PECHO ASFIXIADO PARA QUE VUELE LIBRE POR LOS AIRES CIBERNÉTICOS SIN DEJARSE ATRAPAR POR LA RED

domingo, 12 de junio de 2016

CONTINUAMOS EN VIDA

UN DÍA MAS, MILAGROSAMENTE SOMOS

     
¡YA!!!
Necesito recordar que en mi interior hay un enorme sol que brilla, brilla alegre, y sigue ahí a la espera de que calme el mar revuelto. Sólo hay que esperar. Ignorar consejos morales que mi interior absorbió hace mucho tiempo.

Sólo saber que con vivir ya vale. Que no me voy a cargar de tontos orgullos que terminan por pesar y enredar. Que ahora, ahora AHORA cojo la carrerilla saliendo de la parálisis donde me ha tenido mi día y empiezo a volar sobre el tejado de estas letras, hacia el alivio de la subdepresión, ahora que escribo, reconquisto, aun sólo en este texto, el vuelo, el control de mis sentimientos, donde voy poniendo entusiasmo doloroso, haciéndome uno con un texto que me lleve, que me vaya llevando por los aires en libertad; una libertad que ignora la gran angustia, la ignora y vuela en contra de todos los pronósticos.

Pues solo de esta manera no cede uno a la frustración y a la impotencia en autocompasión dolorida; esas cosas todo lo estropean, aumentan el dolor, incitan a violentarse en angustia y auto rechazo, a las que gracias al texto y a mi paciencia (en estos casos se aprende a tener mucha) no cederé. Si, la guerra sigue en mi interior pero yo no soy solo víctima de esa guerra. Soy mucho mas. SOY...Y ya está.

sábado, 11 de junio de 2016

GRACIAS FACEBOOK. SINCERAMENTE Y SIN IRONÍA

POR DEJARME COMUNICARME CON EL OTRO COMO MEJOR ME SIENTA



Uno comienza a escribir palabras para entenderse. Pero ese uno, de la misma forma que todos necesitamos un amigo que nos escuche y escucharle nosotros, necesita pensar que se dirige a alguien, que al posar sus ojos sobre estas letras, sin saberlo, me escucha, sin saberlo, me ayuda escuchándome, aunque esta escucha sea por medio de la lectura.

Por esa razón lleva uno su blog al Facebook. Uno fue muy vanidoso en un tiempo. En un tiempo fue un Narciso. Pero ese uno sabe que su aparición en forma escrita en Facebook responde mucho más al desahogo con aquel que le escucha por medio de palabras que le lee, que a su Ego; por eso no tiene problemas de conciencia o culpa al buscar un lector que atienda. Necesita comunicarse por escrito pues lo puede hacer con una serenidad lejana al ruido de una conversación telefónica apresurada, lejana a una conversación ruidosa en un bar, lejana a la apatía a la que nos conducirían las quejas o las evasiones de burbuja en forma de alcohol, y lejana a charlas a viva voz, en medio de ruidosas calles.

Es mi única forma de espantar diarios demonios.
Al fin y al cabo todos nos necesitamos. Uno pide perdón a quien hirió y uno desea amar y aceptar a todos como son. Tengo un amigo que hace esto y es para mí un ejemplo. Es una persona inaudita de la que aprendo por sus hechos, no por palabras. Sonríe sereno ante ti en aceptación y disfrute de la amistad que le das y que las circunstancias le negaron tantas veces. Le admiro y quiero tanto… Porque es feliz sin juzgar, porque él es feliz sin responder a aquel por quien es atacado.

Uno busca encontrarse en su esencia, cuando observa en él auto-rechazos mecanizados desde una infancia en cuya educación, sin mala fe, nos introdujeron grandes traumas. Uno quiere quererse mucho. Pues sabe que así siempre querrá a los otros. Pero uno es consciente de que con la voluntad no vale. Y de que hierra. Y de que una cosa es la teoría y de que la práctica es distinta. Pero debe de seguir intentando que la práctica se acerque cada vez más a la teoría. No sin dolor. Pues si consigues acercarte mucho al amor universal y a la paz que da, a pesar de las inevitables cargas pesadas de esta vida, serás más auténtico y serás esencia de sosiego.

Ocurre que con tanta información, tanto libro, tanto mensaje, tanto marasmo en una vida y mundo misterioso en el que nadie tiene la llave para abrir ese misterio áspero y convertirlo en paz interior absoluta, uno se pierde, uno se lía, pero siempre hay que tratar de volver al camino, insisto; yo, escribiendo, otros por medio de otras cosas. Y saber que no es una tarea fácil. Pero qué bello y pleno objetivo.
O quizá es más fácil de lo que creemos. Quizá todo es mucho más sencillo; el amor, quiero decir; el amor dentro del misterio; el amor en el dolor. Y quizá de tan sencillo que es ese objetivo amoroso y de paz con uno mismo, no lo podemos ver porque lo hemos complicado todo. Porque estamos todos los días reinventándonos. Porque nos sobran teorías. Porque lo único expresable es la impotencia ante tanto embrollo. Y quizá debido a todo ese embrollo, a todas las páginas web del mundo, a todas las recetas para ser feliz, todas las teorías de gurús que se contradicen y tienen  ideas contrapuestas unos de otros, y todas se dan por válidas, debido al embrollo de tanta  tanta información, se nos escapa la sencilla esencia. Las ideas se convierten en obstáculo entre nuestro ser y nuestra mente.

Hay, sí, demasiado mensaje contradictorio en una sociedad que debemos interiorizar para no quedarnos fuera. Para ser socialmente integrados absorbemos todos los mensajes contradictorios y uno se convierte en un mar de dudas que debe de ir disimulando diciendo que “Todo bien” que “tirando” y que bueno, que sí.

Yo sólo sé mi intención. No quiero depender de deberes que no necesito para subsistir y ser feliz. Esos deberes se interponen entre mi y mi paz. Esos deberes no son necesarios para vivir tranquilo y respetando a los demás. Cuando estás bien y en paz, el amor sale automático.

La cabeza es un invento muy peligroso cuando es mal utilizado. El misterio de por qué todo esto es un misterio no lo resolveré y me iré a la tumba con todos los porqués universales. Y sobre todo no me considero referente ni predicador de nada, porque mi teoría suele fallar en la práctica mucho más de lo que quisiera, como ya habré dicho mil veces en este texto. No soy un ejemplo a seguir. Sólo en la honestidad lo soy.

Y bien, tú que estás leyendo, tú que me escuchas por medio de Facebook, te doy las gracias por estar este rato conmigo, pues yo quisiera siempre amar, desterrar el orgullo, origen de todas las heridas, y caminar con cierta calma, sabiendo que el sufrimiento forma parte del juego vital y que no pasa nada, que ya se irá. En momentos somos muy felices, en otros muy desgraciados. Pero entre lo que yo deseo y lo que es o soy hay una distancia que busco, por tercera vez te lo digo, acortar.


Deseo quererte y olvidarme de mi individualidad en ego, y ser uno contigo, lector. Eso es lo que quisiera. Lo que podré hacer, no lo sé, lo estoy buscando por medio de la escritura. Te vuelvo a dar las Gracias, por haberme acompañado en el viaje de este texto, seas quien seas, y si te lo has leído, pues sé que este escrito no tiene nada que ver con la vanidad. Y porque escribirlo me ha sacado de un agujero muy oscuro y angustioso, simplemente por pensar que quizá hay alguien al otro lado del hilo internauta...Buen día amig@.

viernes, 10 de junio de 2016

EL ENEMIGO CRIMINAL EN MI INTERIOR


HELP! I NEED SOMEBODY!

        Tengo en mi interior a un gran tirano. Ese tirano me castiga por mi falta de coherencia entre lo que digo que voy a hacer y lo que luego hago, cuando, obviamente, ambos no coinciden. Ese tirano no perdona. Ese tirano hace acto de presencia siempre que ve la ocasión. Siempre ve alguna razón para descalificarme. Pero no se conforma con fustigarme. Me paraliza si ve en mí, miedo a paralizarme. Aprovecha entonces para multiplicar mi miedo y dolor; dolor, sí, pues el miedo es angustia en estado puro. Me mete tanto, ¡tanto miedo ante la menor alarma de ridículo que yo sienta que pueda hacer ante otros y ante mí mismo....! ¡Tanta tormenta me lanza...!! Me insulta. Me llama cobarde. Me dice que deje de compadecerme, que no llore como un niño.
     
        Me dice que todo lo hago mal. Que nunca espabilaré. Me destruye y me deja sin fuerzas.
    
     Luego otros toman el relevo. Me explico: Tengo un compañero que acaba de ser ingresado en el psiquiátrico. Cuando a ese compañero le decían, antes de la derrota en  ingreso, que dejara de compadecerse, que dejara de pensar en lo que pensaba, que tirase para adelante, que así no iba a ir a ninguna parte, como si lo que le decían formara parte de su voluntad y él fuera tan tonto de no hacerlo sabiendo que con eso se liberaría del mal, los que se lo decían, no sabían que mi compañero no podía. Me da igual si no podía porque había en él un fondo inalcanzable que no quería, porque en un fondo perverso algo en él no quería salir del agujero. Culpar y juzgar y señalar y dar consejos en forma de órdenes es muy habitual.
   Tan habitual que mi tirano cogió prestadas las culpas, juicios y órdenes violentas de otros para SER como hay que SER, y comenzó a formar parte de mí. En esta última semana he visto el horror  y todo el infierno en mí mismo. Mi tirano me dice que esta mañana ya he hecho el ridículo dos veces. Que esta semana la he petado ganándome enemigos. Me golpea violentamente por ello.
     
        Mi tirano, al despertar, me recuerda todo lo que hice mal el día anterior, me pilla desprevenido y me azota interiormente como castigo por haberlo hecho mal todo. El tirano me ha hecho, repito, esta última semana, horrorizarme ante mí mismo. Me maximizaba mi incoherencia, mi anormalidad; me la recordaba, me la recuerda, y por dentro, no deja de hacer perversas aniquilaciones a la esencia de un ser que sólo quiere ser manso y feliz. Pero el tirano me ha dicho que no lo soy, que no valgo, que meto la pata, que soy un desastre, que estoy haciendo el ridículo, que todo el mundo piensa que soy un pobre hombre, y me remarca, que, de hecho, lo soy.
         Muy bien, pero yo, yo limitado en mi incoherencia e incomprensión no debo de tomar los mensajes del tirano para destruirme más. Para autodestruirme: Ni siquiera a los que confirman lo que el tirano dice.
       Yo me perdono, yo me dejo ser el más inútil, inepto, ridículo, contradictorio e incoherente ("dijiste que no ibas a publicar más y ya estás publicando, eres un mimoso", se cuela el tirano aquí acompañando a voces despectivas pasadas, voces sociales que no aceptan imperfección, voces de adolescentes que se burlaban de mí y que reaparecen en pesadillas con maliciosas y crueles sonrisas despectivas, y que el tirano hace suyas) de todos los individuos. Yo no quiero despreciarme aunque el tirano me diga que todos me desprecian. Yo no quiero que los demás me mimen, quiero mimarme yo.
     Yo  quiero paz con el tirano que ahora mismo me descalifica llamándome "llorica". Yo quiero sentir el dolor del tirano y acogerlo en mi seno, en paz, aunque tenga razón; yo no puedo permitir que un dictador implacable y despectivo tome el control de mi persona. Yo estoy y soy con un vientre que se quema en ecos psicosomáticos provocados por un dictador social interno que hace interpretaciones negativas constantes hacia mi persona. Y no se cansa y  parece querer seguir hasta mi derrota final en el infierno sin fin.
     Yo debo de amar al tirano aunque me diga que soy asqueroso. Yo debo de sentir la música y ser uno con el tirano. No lo destruiré, pues en violencia y a malas me convertiría, en lucha contra él, en un energúmeno que pierde los papeles, y con ello, la paz. Yo no me voy a defender, tirano.
     Y en paz pretendo estar con el tirano aunque me diga que estoy acabado. Quiero mirarle y escucharle, sin defender mi orgullo herido, sin rechazarlo, sabiendo que mi negatividad, representada en él en quintaesencia, no irá acompañada de mi combate y lucha (términos de semántica guerrera que crean una guerra mayor en mi interior, y cuya violencia irá pidiendo más violencia, cuya ansiedad en pelea ansiosa y tensa aumentará mi ansiedad y tensión).
      Bienvenido seas a mi hogar. Cojo mi andador psicológico, que es la palabra en conexión con el otro y camino con palabras a paso lento, sintiendo ya la brisa de mi dolor sentido que bordea mis ojos en lágrima, y aceptado ya, mientras escucho música que con palabra amansa mi ser y se hermanan al tirano, que, viéndose aceptado, deja de pelear conmigo.