viernes, 25 de marzo de 2016

¿LLORARAS SOLO?

        Soledad (Solitude en inglés) es el poema más conocido de Ella Wheeler Wilcox. Pertenece a la obra Poemas de pasión, publicada en 1918. Las dos primeras líneas del poema, "Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo", han sido citadas frecuentemente por otros autores en sus obras.
   
         El primer párrafo lo he copiado de wilkipedia directamente. La frase entrecomillada es, para mí, terrorismo emocional. No sólo porque sea cierta; porque la gran mayoría de las veces lo es. El colmo de esa frase es que algunos la utilizan con la exigencia de que estés bien, de forma tajante.
       
         Recuerdo que un latinoamericano me la dijo directamente la primera vez que la escuché. Sentí mucho asco. Ahora mismo no. Pero sigue echándome hacia atrás.
     
          No sé si será casualidad el hecho de que aquel latinoamericano tuviera, como libro de cabecera y referente vital y conductual, el libro "El Camino", escrito por José María Escriva de Balaguer fundador del Opus. El Opus no admite la duda, el Opus dice la VERDAD. Tienen la exclusiva, están convencidos de que tienen razón. Y si no es así, eso me  dan a entender. Si no es así, se explican mal. Es enfermizo creer que uno tiene siempre la razón y para colmo esta gente anda repartiendo diplomas sobre lo correcto y sobre lo incorrecto, calificando a los homosexuales de enfermos que hay que curar, entre otras muchas lindezas.
       
        Pero volviendo a   esa frase, en un contexto de fortaleza, es decir, alégrate, y verás como la gente se alegra contigo, puede tener su sentido.
         
          En el contexto en que he compartido con otras personas mi propia  sintonía del sentimiento, esa frase es una bestialidad. Mejor dicho, así lo percibo yo. Llorarás sólo, lo han llegado a decir gente muy extremosa, dando, (tengo necesidad de repetirlo) la orden indirecta de que tienes que ser feliz para que la gente esté contigo.
        ¿Y por qué saco a colación esa frase aquí?  Porque resulta que en 2013,  a fines de Junio, una familiar muy querida me recomendó un libro que habré nombrado mil veces; "La ridícula idea de no volver a verte", escrito por Rosa Montero. Me sentía recuperado de unos meses muy difíciles, imposibles, me atrevería a exagerar. Y me lo leí en dos días.
      
           Estos últimos tiempos lo estoy releyendo con mucha pachorra, combinándolo con otro libro; y cómo no, esto también lo habré dicho. En este libro, en el que la autora reflexiona sobre la muerte de la pareja querida (bueno, reflexiona de paso, y muy bien, sobre otros muchos temas universales) y hace estas reflexiones  por medio de un diario del duelo que pasó Marie Curie tras la muerte de su marido Pierre, he llegado a un punto amargamente conocido.
      
         Rosa Montero cuenta que cuando Marie Curie descubrió el radio y ella y su marido Pierre  hicieron muchos experimentos por medio de él, su marido y ella andaban sin ningún tipo de protección contra los terribles peligros del "radio". No tenían ni idea todavía de esos peligros. Pues bien, antes de morir Pierre, Rosa Montero apunta en su libro que Pierre estaba mal físicamente porque la radioactividad (cuyos peligros letales, repito, todavía no se conocían) le estaba deshaciendo el esqueleto. Montero afirma que "Si no hubiera muerto atropellado por aquel carro, hubiera sufrido, sin lugar  a dudas una agonía espantosa".
       Y el meollo llega cuando Rosa Montero afirma que los dolores y la fatiga, eran tratados por los médicos con diagnósticos y tratamientos absurdos, pues los médicos no tenían ni idea de que el origen del mal venía de la radiactividad a la que Pierre y Marie estaban tan peligrosamente expuestos. Y aquí sí, viene una verdad como un templo (la he tenido que soportar demasiadas veces), pues Rosa Montero dice, "Y para peor, como a veces pasa cuando los doctores ignoran lo que tiene el paciente, estaban empezando a echarle la CULPA al propio enfermo."
      
         Pues efectivamente, esto pasa, pasa demasiado, pero no sólo con los médicos; puede pasar con alguien de la familia que no puede soportar que estés mal, e inconscientemente te echa la culpa, o no tan inconscientemente, y te rechaza. Por no hablar de la sociedad en general. El que está mal molesta, el que está mal no interesa, el que está mal "no aporta" a la gente, y por tanto se le evita, y el que está mal, no sólamente llorará solo, le exigiran que no llore y que hay que cambiar de cara, se le dirá que "a todos nos cuesta" que "ponga de su parte"...bla bla bla bla. Hoy mismo he asistido a una bronca a una persona con enormes dolores en la que  se  le culpa de que se queje; desgraciadamente sé que la persona que echa la culpa a la persona doliente, lo hace porque no puede soportar verla o escucharla mal todos los días...
        Me he acordado de la primera mitad del año 2014;  sufrí esta situación en carne viva. Estás mal, muy mal, y por si fuera poco, como no eres interesante, se te culpa por parte de más de una persona, incluso cercana, por no serlo, porque no gusta, desagrada y produce rechazo que estés mal. "Shiny happy people".
        Menos mal que he podido acudir a sitios dónde los que están mal,  han y hemos estado así, nos comprendemos sin palabras y no exigimos a nadie que sonría. ¿No cuesta nada sonreír? ¿Nunca? ¿Te crees eso en todos los casos?

lunes, 21 de marzo de 2016

SENTIR. NO PENSAR



Muchas veces, pienso hoy,  teorizar sobre la vida, sobre cómo ser felices, sobre cómo hacer para estar bien, es el camino más eficaz para ser más infeliz, sobre todo en casos patológicos. Te quedas con la palabra, no con el significado y su sentimiento; la palabra se convierte en un obstáculo entre tú y tu propia persona.
En quinto de básica me dijeron esto: “Oración gramatical es el conjunto de dos o más palabras que forman un significado completo”. Saqué un diez. Hoy es todavía el día en que me tengo que concentrar para saber qué es lo que dice esa frase, su fondo, su sentir, su concepto fuera de las palabras. Mi respuesta en el examen era la del loro. Dos o más palabras, pienso ahora. De acuerdo. Significado completo. De acuerdo. Ahora sí. 34 años después me he quedado con lo que había detrás de palabras “sabias”.

El único camino válido para mí es el de no razonar mucho los sentimientos, el de no ponerles un nombre que se interponga entre mí y mi ser. ("Pero si lo estás haciendo ahora", me dijo un amigo; no, ahora hago todo lo contrario, teorizo contra la teoría.) Algunos psicólogos o libros de autoayuda son sólo palabrería que provoca empacho. La raíz no es dialéctica. Esos psicólogos y autores de libros de auto-ayuda, seguro, o por lo menos seguro en algunos casos, no aplicaran esa teoría ni a su propia vivencia.

Dejarte sentir sin entrar a razonarle al miedo. Le harás más fuerte si discutes con él. Que esté ahí... Razonar con la obsesión, y esto ya lo habré dicho unas mil veces en otros lugares, es razonar con una pared. La obsesión y el miedo hacen daño, sí, pero se debieran de tratar como un dolor de rodilla; duele, mantén la calma. Hay psicólogos que no son capaces de ver patologías, y hacen sacar al paciente la obsesión encima de la mesa.  Estropeando más la situación.          
  Se intenta resolver la obsesión disfrazada de problema gordo o de gran problema. Eso es una locura. Te van a cobrar ochenta o más euros. Vas a salir igual, o con la tonta sensación de que has avanzado algo. Absurdos fuegos de artificio. Porque un psicólogo cabrón, cabrón sí, repito, los hay honestos (bastantes) pero un título de psicología nunca convertirá a nadie en persona honesta, un psicólogo digo, te dirá, resuelveme este texto, trabajatelo, y la semana siguiente seguimos con ello (total sólo son otros ochenta euros, y merecen la pena; no merecen la pena, son una pena); en las patologías lo mejor que hacen los psiquiatras es evitar al obstáculo del psicólogo que te hará pensar todavía más. 

         Palabras no, no más, no más teorías bonitas que te ilusionan un momento, como una chuchería psicológica, pero que al quedarse en palabras, no sirven para nada, se acaban, y la cabeza pide más chucherías en una búsqueda sin final y llena de frustración. Siente, siente este dolor, siente este vacío, siente el malestar de las cinco de la tarde; y no intervengas, no trates de solucionarlo, no razones con la ansiedad y la tristeza en forma de miedos, ni con los impulsos, ni con aquella persona que dijo X y que se va a enterar. Mejor que no se entere de nada, mejor que te enteres tú, que ese pensamiento no es digno de darle ni media vuelta; sigue a la vida que tienes delante, no a ese pensamiento. Ofrece tu cara al vacío. El vacío se irá.

 

        

miércoles, 16 de marzo de 2016

EL SUFRIMIENTO


           No sé hacer poesía, pero me encantaría. Cuando el dolor te invade y tienes que aguantar al timón de tu propio sostenimiento, sólo queda estar quieto, sentir la quemazón interna. No hay que buscar el origen de la angustia, no hay que tratar de solucionarlo. Estoy hablando de mi caso. Sólo sentir el dolor. Sentirlo y no pelearse con él, quererse a pesar de ese dolor. Permitirse estar muy mal. Hablo de mi caso, repito, y seguiré hablando de mi caso, que es el único que conozco de cerca. Hacia la segunda parte me pasaré al plural. Pero tenemos derecho a estar mal, aunque a los de alrededor no les guste e indirectamente te pidan que alegres esa cara...¿Tú me ves por dentro? No. Mejor no hablar pues.
      
          Y saber que ese dolor se pasa, se termina yendo, igual que la alegría se nos escapa en días aciagos, después de grandes disfrutes;  el quemazón y el malentendido interior se pasará, y vendrán buenos momentos, pero  el dolor volverá, inevitablemente; es cuestión de saberlo llevar. Por tanto la situación dolorosa, no debiera impedir que vivamos a tope, con nuestros malos tragos y con nuestros buenos momentos. Un amigo mío me dijo muy acertadamente esto: "Los estados de ánimo vienen y van.".
       
        Algunos libros de auto-ayuda, de crecimiento personal, de autorrealización, quieren hacernos pensar que podemos vivir sin dolor. Es mentira que se pueda vivir sin dolor; eso viene con la vida; es un precio a pagar.
       
        Cuando se dicen cosas bonitas y se quiere hacer ver que todo va a ir genial si adoptamos la actitud adecuada, faltamos a la verdad; a veces por ingenuidad; otras para vender libros; otras para  que algunas personas nos quieran vender su vida como genial, insinuando claramente, que todo saben llevarlo bien y que le tienen cogido el truco a la vida y que viven en plenitud. Mentira. Imposible. Y aquí no hablo sólo por mí. Simplemente no sólo no me lo creo, sino que creo que hay gente que se engaña a sí misma y cree que haciendo pensar a los demás que todo les va muy bien y que son superguays, y sí los demás se lo confirman por la fachada que logran poner, llegan a creerse un autoengaño del que a veces no son conscientes ni siquiera. Y se intentan convencer de que están bien, a pesar de la evidencia interna de su dolor.
       
            El dolor, en este mundo, responde a la lógica. Primero, porque tenemos un cuerpo vulnerable, segundo porque ciertos afectos son muy complicados de llevar y porque hay muchas pérdidas, rupturas, tensiones. Cuarto, porque no nos conocemos y no tenemos llave propia contra el dolor. Quinto no sé.
           
          Siento el dolor ahora en mi estómago y en mis entrañas. Y no pasa nada. Se irá. Querer hacernos pensar que todo puede ser maravilloso va contra la lógica. Nadie controla todos sus miedos, nadie controla todo psicológicamente. Me parece deshonesto que los budistas ignoren que somos cuerpo vulnerable y no sólo alma. Soy consciente de estar repitiendo una idea que ya expresé otra vez.
      
        Ante el dolor, he conseguido no ponerme nervioso,  siento ese dolor, es mi cruz, es el precio a pagar, por lo menos puedo escribir sobre ello. Por lo menos estoy vivo, que a veces es un regalo.
          
       Y si me tengo que pasar tres días más así, estoy muy dispuesto a que eso ocurra, no le tengo miedo ya al dolor; siento daño interno, sí, pero no pasa nada.
        
          Hay libros de autoestima, psicólogos y psiquiatras que se aprovechan de nuestros males, llegando a mentir para sacar beneficios, diciendo cosas muy bonitas pero que no son verdad muchas veces. Ellos también lo pasan muy mal en ocasiones (muchas o pocas)...Es ley de vida.
           
             En 2015 se dieron, según un periódico, cincomil casos nuevos de Enfermos psíquicos en Guipuzcoa. Imposible. Con la crisis, los problemas psicológicos vienen de fuera; no de falta de serotonina ni de noradrenalina u otros agentes químicos que pueden crear depresiones sin que tengas ningún problema externo. Están convirtiendo depresiones exógenas (que las tiene todo el mundo en momentos crudos y muy duros de la vida, por factores vitales y disgustos traumáicos) en endógenas, de origen orgánico; cuando no lo son.
         
            Tú te encuentras mal por problemas externos, por situaciones límite, por la crisis, y el psiquiatra, si es privado, indirectamente conchabado con farmacias y laboratorios químicos, puede decir lo sigueinte: "Usted tiene una enfermedad mental y va a tener que tomar esta medicación siempre". Las farmacias y los laboratorios se forran por medio de diagnosticos tan inadecuados como estos. ¿Cinco mil enfermos psíquicos más, en Guipuzcoa, en 2015? Repito, no puede ser. ¿Y nuestros abuelos, cuando vinieron de la guerra? ¿Estaban enfermos? No. Tenían heridas psicológicas internas muy fuertes. Gracias a Dios la psiquiatría en aquel tiempo no era tan chupona. ¿Y l@s viudos que no pueden con su duelo? ¿Los convertimos en enfermos mentales también? Seguro que habrá más de un caso.

HOLIWOOD TE HARA FELIZ.

 
   
Gwyneth Paltrow, se hizo muy famosa sobre todo por medio de la película "Shakespeare in love". Dice wikipedia, que no es un lugar de fíar según el director de La Razón, que antes de casarse con Chris Martin, Paltrow se involucró en romances (los actores no se enrollan ni emparejan; no, los actores se involucran en romances) con, los actores Robert Sean Leonard, Brad Pitt, Mark Wahlberg, Ben Affleck, James Purefoy y Luke Wilson.
Además hubo rumores que la vincularon sentimentalmente con el entonces (¿cuando de entonces?) príncipe español Felipe de Borbón, actual Rey de España, con el productor musical de su amiga Madonna, Guy O'seary, y con los actores Scott Speedman, Aaron Eckhart y Viggo Mortensen. Si los rumores fueran ciertos contamos con trece. Si no, hay 7. No son tantos en realidad, comparada con otros, pero yo había leído que se le confirmaban 12 relacioenes sentimentales. Esto no pretende ser, ni de lejos, un juicio moral o una crítica a ella, quién soy yo para opinar de la vida privada de nadie. Pero me da un pequeño marco para ir al meollo de la cuestión a la que me apetece llegar.
Si nos vamos a Johnny Depp, wikipedia, de la que no hay que fiarse, repito, nos cuenta que Depp se casó con la maquilladora Lori Anne Allison, de quien se terminó divorciando en 1985. Durante la década de 1990 estuvo involucrado románticamente (y repito, si alguno de nosotros roba, roba, si alguien muy poderoso lo hace, se apropia indebidamente de fondos económicos; en esto igual, los grandes actores no se lían o enrollan o emparejan con nadie; eso es de baja ralea, ellos se involucran románticamente) con muchas mujeres, incluyendo a Sherilyn Fenn, Jennifer Grey, Winona Ryder y Kate Moss. La más famosa de todas sus relaciones, fue con Ryder, con la cual estuvo tres años, desde julio de 1990. Durante su relación, Depp se tatuó la frase Winona Forever (Winona por siempre), en su brazo. Pero, después de su separación, lo alteró a Wino Forever (Borracho por siempre). En el fondo hay artístas, con unas listas mucho más largas. Y, lo que he dicho sobre la vida privada de Gwylneth Patrow vale para este caso.
Dejando de lado datos "periodísticos" de wikipedia, pienso que aquí podría haber un problema de fondo.
Mi hipótesis, (probablemente muy sesgada, pues ha habido muchos individuos con muchísimas parejas sin ser artistas) para confirmar que esto pasase sería esta: A los actores de Hollywood, se les hará difícil pisar tierra firme. Hacen, a veces, papeles de héroes romantic@s o de todo tipo, y quizá, les cueste salir de sus personajes; pero no estoy seguro; es probable de que se enamoren de la imagen de otr@s artistas, y no de las personas que hay detrás de es@s artistas (creo que esto nos pasa en el fondo a todos pero a ellos multiplicado por mil), y, como detrás de esas glamourosas imágenes, hay personas de carne y hueso con mediocridades universales, pues puede que a ellos les cueste más aceptarlo o no son capaces de asumirlo, y se separan y se vuelven a involucrar románticamente, y vuelven a separarse y luego otra vez se involucran por lo que se me ocurre pensar... La alfombra roja se les convierte en un gris cotidiano que no son capaces de asimilar, ni de soportar.
De hecho, sabemos de muchos músicos famosos que, por ejemplo, a pesar de estar de gira, y meterse por la noche pelotazos de ego de dos horas de concierto apoteósico, adorados, admirados y aplaudidos a rabiar, provocando reacciones de sumisión de un público arrodillado a Ídolos y dioses modernos en los que su arte los convierte a los ojos la masa de gente, no parecen poder soportar las otras 22 horas del día rutinario que les quedan. Con sensaciones tan fuertes, el vacío resultante, sería llenado por muchos de ellos por medio de sucedáneos de gloria, vía cocaína, alcohol etc... No será nada fácil controlar todo eso.
El psiquiatra que tuve durante bastante tiempo, me contó que cuando empezó a ejercer con 24 años, en Oxford además, se sentía muy pequeñito ante eminencias catedráticas impresionantes. Confundía sus conocimientos y sus "roles" de "eminencias" con su persona. O sea, como si fueran eminencias en su totalidad. Nanay. Descubrió, con los años, que aquellos a quienes admiraba por confundir sus habilidades, conocimientos y títulos con la totalidad de sus personas, eran igual de (y siento tener que decir esta palabra pero él la utilizaba mucho, aunque a mí no me gusta y se lo dije) "mierdecillas" que él (aunque yo a él le considero un hombre extraordinariamente inteligente y bueno, que es la cualidad, la bondad, que más admiro, y "selecciono" a mis amigos en función de eso (con lo que se ve que yo también soy clasista y nadie para criticar por tanto a quien me dejó de lado), sean muy list@s o no, artistas y artistos, o no)); y eran mierdecillas, según él, en aspecto humano. Discrepo, repito, con la palabra "mierdecillas", pero no con el fondo.
Quizá,Todos, todos, te llames Tom Cruise, Penélope Cruz, o quien quiera que seas, somos, en el fondo, igual de pequeñitos. Pero, si vamos a la esencia de nuestro afecto puro y duro, incluyendo a los que parece que no pueden aportar "nada", también somos geniales.
Repito, mi hipótesis sería: el arte es grande, pero no los artistas como personas. Las personas que hacen buena música, escriben muy bien, sean actores extraordinarios, pintores, o poetas sublimes, lo son, sólo en esa faceta. Se sobrevaloran esas cualidades, y lo que es peor se identifica a la persona con su obra (por mucho que esta siempre la supere). Personalmente somos, pienso y tripito, todos iguales, con los mismos miedos universales, con las mismas dudas, con la misma confusión. Y si cometen el error de creer que son grandes o mejor que le resto por unas habilidades sobrevaloradas, lo van a pasar mal. Estoy seguro.De hecho lo pasan. Sólo con fijarte un poquito, se ve esto.
De una cosa que hice se dedujo (alguien lo puso en google) que yo tenía un gran talento literario. No lo sé. Pero aún siendo eso verdad que se sepa que yo puedo comportarme como un auténtico imbécil y ser un energúmeno. En ocasiones puntuales.

domingo, 13 de marzo de 2016

EN DEFENSA DE LA INOCENCIA QUE ME QUITARON

        
        En  el año1997, un "loco" me dijo una verdad como un templo, cuando yo le dije que me encontraba muy mal. Él me dijo lo siguiente: "Tú, tú eres un mimoso, tú lo que quieres es tocar la guitarra y que los demás te demos palmaditas en la espalda y te digamos qué bueno eres Antxon, qué bien lo haces, qué bien todo; tú seguro que le has querido mucho más a tu madre que a tu padre."  Era verdad. Es verdad. Pero como yo no estaba preparado para escucharla, al buen hombre le dije: "Y tú eres un pedante que te crees que...y además..." Ay, el orgullito.
    
        Y si digo esto es porque esta semana me observo con estupor subiendo al Facebook cualquier cosa, buscando "me gusta"-s desesperadamente, buscando el halago, buscando que me alimenten el ego.
      Para ser del todo justos, tengo que decir que he entrado en una fase en la cual, la ignorancia de los demás ante mis historias, la ausencia de halagos o "me gustas", no "me disgusta" mucho. Lo cual me sorprende y me tranquiliza. Pero el mecanismo de tener que agradar a los demás y gustar sigue puesto en una marcha absolutamente  absurda, a la que yo obedezco. Ya se irá, como, para mi sorpresa, se han ido otras cosas, al dejar de luchar contra ellas...
   
           Todo esto, además  de la influencia de mi vanidad, tiene cierta explicación. A mí me pusieron de nombe Antonio, así fuí bautizado, en honor de mi tío misionero en la India, que, sobra decir, se llamaba así, y del que estoy seguro de que era buena persona; ahora bien  siempre me  hablaron de él  en terminos  parecidos al del "olor de santidad" con el que parece que fallecío. Llegaron a decir, de forma absurdamente aristocrática, que yo iba a ser su sucesor. Nada más nacer, y sólo por el nombre.
    .
         Al niño que yo fuí se le exigió que fuera lo cariñoso, bueno, bonito y gracioso que parece que fue hasta los cinco años. Se le exigía que repitiera los chistes que habían hecho gracia, y,  muy peligroso, que se le reían siempre. Este niño, ya con trece años, tenía pánico a suspender una sóla asignatura, para no decepcionar a los que querían que siguiera cumpliendo con lo que se supone que él (yo de pequeño) tenía que ser: alguien perfecto.
        
               Hasta que enfermé (porque además de lo psicológico había un claro factor genético anímicamente desestabilizador (unos cuantos precedentes familiares), mezclado con lo psicológico, pero con claro origen orgánico)) a mí, por parte de una rama familiar se me dijo, demasiadas veces, la palabra triunfar, y de forma nada sutil. Por suerte ahora siento que esa palabra no tiene demasiado que ver con la opinión de los demás hacia tu persona; pero ahí sigo, obedeciendo a los mandatos del pasado. Por si fuera poco, hasta hace dos años yo tenía un concepto de la conciencia del deber absolutamente devastador. Devastador, sí, porque sólo pensaba en "lo que tenía que hacer" y además, lo debía hacer bien.  La áutopresión era tan intensa que no conseguía hacer lo que supuestamente "tenía que hacer"; y ahí llegaba una culpa y un autocastigo dignos de llamarse torturadores brutales.
 
       Puedo entender perféctamente cómo pudo influírle a Kurt Cobain la separación de sus padres a sus 7 años. Evidentemente no todos los que tienen horribles infancias (en mi caso, pasé por la adolescencia sin dejar de ser niño) terminan como él. Tenía una enfermedad, se metía heroína y estas dos cosas unidas a sus traumas familiares crearon en él un cocktel tan brutal que lo mandó a la muerte. Y por supuesto si queda gente que quiere ser Kurt Cobain todavía, debe de saber que este hombre no sólo no disfrutaba en sus últimos conciertos, sino que iba a ellos como quien tiene que fichar en el trabajo y hasta le disgustaba que lo alabaran. Y sufría todo el tiempo.
      
           Mucho cuidado con aplaudir a los niños. Aplaudirles y alabarles no es quererles, que es lo que importa. Si se les quiere, de hecho, debería haber prudencia y no calificarlos constantemente, no admirarles, sino quererles. Si se les aplaude más de lo justo, se les puede crear un problema futuro bastante gordo. Los niños son niños, y hay que dejar que lo sean. No se debe de confundir "me gusta" con "te quiero". Pero ahí entraríamos en cómo nos han educado a todos en occidente y eso sería ya otra historia. Sólo apuntar que el actor Alberto San Juan, dijo que se hizo actor, entre otras cosas, porque pensaba que así todos le querrían mucho. Luego vio que eso no era así
          
       Pepa Flores terminó harta de que quisieran que fuera una Marisol que no creciera nunca. No concede una sola entrevista y le habrán ofrecido millones; de entrevistas y de dinero. Supongo que sufrió mucho cuando no le dejaron abandonar la niñez.
 

miércoles, 9 de marzo de 2016

HOLDEN CAULFIELD


      En la universidad, me obligaron a leer "Zekale artean harrapaka", de un tal J.D Salinger. Me alegro de aquella obligación, fue un placer leer ese libro. Era la traducción al euskera del libro "The catcher in the rye" o sea "El guardián entre el centeno", en castellano.
      
       Cuando me dio muy fuerte por el Inglés lo  leí en ese idioma. También quedé admirado. Me cayó bien Holden Cauldfield, el protagonista. En literatura se le ha puesto como el arquetipo universal del adolescente. Algunos dicen que refleja bien la adolescencia. Yo me sentí identificado con el tal Holden. En cuanto a los  que dicen que Holden Cauldfield es una especie de arquetipo adolescente, tengo que decir que en mi adolescencia había en mi clase, personas (evidentemente, adolescentes) que en su salvajismo, convertían a Holden Cauldfield en un santo. Ese es el problema de los arquetipos y de las generalizaciones. Hay rasgos comunes, pero pienso que cada adolescente tiene características diferentes y que los hay de todo tipo. En mi caso, recuerdo que mi adolescencia fue una agonía, en la que no se me ocurrió, en ningún momento, que había formas rápidas y eficaces de salir de ella.

       Estoy leyendo en estos momentos un libro titulado "Oona y Salinger", a la vez que releeo con calma el libro "La ridícula idea de no volver a verte" de Rosa Montero.

            El libro "Oona y Salinger", está escrito por Fréderic Beigbeder. Beigbeder ya me demostró hace tiempo, en su libro "13'99 euros", que podía ser más bestia, cínico y cruel, que los adolescentes, que, siendo yo adolescente, convertían a Holden Cauldfield en un santo; bueno, por mucha razón que Beigdeber tuviera al criticar el marketing de Madone (Claramente Danone) en el libro "13.99 euros", se pasa cientos de pueblos.
      
         En el libro  "Oona y Salinger" Beigdeber se modera más en ese tono, pero parece dar a entender que, en el fondo, él se identifica con el protagonista de "El guardián entre el centeno". Quizá le he interpretado mal pero me da la impresión de que va incluso más lejos, pues parece dar a entender que todos somos "Holden Cauldfield". Aunque quizá citar lo que dice, colándose en una historia que dice que está basada, siempre según él, en hechos reales, sea más efectivo que nada para ver si estoy equivocado. Hablando del ser humano del siglo XXI, en la página 65 de la edición en castellano de Anagrama, dice: "Vivimos en la era salingeriana de la indeterminación orgullosa, del lujo sin un duro, del conformismo de la revuelta endeudada. Tenemos una sed infinita de placer, de felicidad, de amor, de reconocimiento, de ternura. Una sed que nunca se verá calmada por el simple consumo ni por la religión." Aunque no me gusta que un autor, en medio de una novela, pontifique de forma determinista sobre temas universales, en ese extracto, por lo menos se agradece que  Beigdeber utilice la primera persona del plural. O sea, que se incluya. Aunque yo no esté del todo de acuerdo con esa opinión algo gratuita.

       Lo de la primera persona del plural se echa mucho de menos en el siguiente párrafo cruel, en donde esa primera persona del plural desaparece y se utiliza la tercera persona del plural, en plan, "ellos son lamentables". Pues no cortándose un pelo dice lo siguiente:
        
           "El mundo presente está habitado por seres horrorosamente independientes, acomplejados, insatisfechos; enamorados incapaces de amar, ovejas que se niegan a ser ovejas y aún así pacen, imaginándose al margen del rebaño ; en definitiva, unos excelentes clientes para Freud, Buda, Fashion TV y Facebook."
          
          Es muy difícil ser más cruel y cínico con el ser humano contemporáneo, con tan pocas palabras. No hay ningún "desde mi punto de vista" o un "suelo tener la sensación" o un "me parece". No se asoma por ningún lado, un, por mí deseado   e incluso necesario "me da la impresión". No, los demás son así; punto. Las palabras que van desde "horrorosamente independientes" (incluidas estas, claro) hasta "rebaño" (también incluida) dan la sensación de que para Beigdeber los seres humanos actuales son todos discapacitados intelectuales (antes mal llamados "retrasados mentales" y a los que luego quiero hacer justicia) y que Freud, Buda y Facebook, son tres entes absolutamente incapaces de resolver nada, sino sólo de aumentar o confirmar la imbecilidad intelectual y ética de sus clientes. A mí el facebook me da vida Beigdeber, y mis creencias fuerza. Quizá sea porque soy tan imbécil como dices que somos los demás.
     
        Sobre la Fashion TV yo no puedo decir nada, pues no tengo datos para juzgar. Hablo en serio; pues si la Fashion TV es lo que yo interpreto que es, tengo que confesar que nunca he tenido paciencia para aguantar más de cinco minutos viéndola, y por tanto, no se puede juzgar por prejuicios sobre lo que uno no ha podido ver en su totalidad.
        
        Mi sorpresa llega cuando veo que Beigdeber tiene su página en Facebook. Por tanto esa tercera persona del plural es doblemente infantil.

        Y es aquí cuando debo de decir que he tratado mal al colectivo de gente con "discapacidad intelectual", pues es gente mucho más amable en su forma de dirigirse al prójimo que Beigdeber. Es aquí cuando pienso en la reconfortante solidaridad y capacidad de compasión de Rosa Montero, en sus ensayos, en sus artículos, en sus libros en general. Es aquí cuando vuelvo a recordar a Sancho Panza, hacia quien volveré, pues lo tengo muerto de sed en el campo después de haberse pegado una comilona en medio de ninguna parte con su amo; comilona que se han pegado olvidándose de algo básico desde el principio. No tenían ni agua ni vino. Y es aquí donde pienso que leeré el libro de Beigdeber entero, pensando que de los cínicos y de los que se pasan de listos también se aprende algo. Ya voy por la página 95.

         Pero por encima de todo, siento muy claramente que el Holden Cauldfield que Fréderic Beigdeber conoció por medio de la novela de Salinger, no tiene nada que ver con aquel a quien yo conocí. Holden dice, hacia el final la novela "El guardian en el centeno" y quizá diciéndoselo a su querida hermana Phoebe, que lo que él querría hacer en realidad en su vida, sería ir salvando a los niños que fueran a la perdición, atrapándolos y salvándoles entre el centeno de caer a un precipicio (hablo de memoria, consciente de que esta me pude fallar). A pesar de estar hecho un lío con sus quince o dieciséis años, pienso que Cauldfiel tenía buenos sentimientos, así como seguro que los tendría Salinger cuando lo creó. Pienso que, quizá, Beigdeber piense que "los buenos sentimientos" son una mariconada.

TRES MINUTOS Y CUARENTA SEGUNDOS DE PARAISO

AMOR COTIDIANO
la navidad del día a día



En una etapa que abarcó el tiempo que pasó entre Enero y Agosto de 2015, solía ver un video todos los días en youtube. Accedía a él con dos o tres palabras. La primera vez que lo vi me impresionó; en verano de ese año me seguía impresionando. Ahora la cosa se ha mecanizado y no me dice nada. Es lógico. Por ejemplo, la canción Imagine es muy buena, pero como te la escuches todos los día dejarás de apreciarla, el enamoramiento pasa… Pero el amor queda.

Ese video forma parte de un show nocturno…

Sentado hacia una mesa grande de presentador, vemos a un hombre que se llama Jimmy Fallon (probablemente director y con seguridad presentador de ese show nocturno que supongo será emitido desde los Estados Unidos).

En un sofá casi perpendicular al final de la mesa de Fallon se encuentran sentados, de derecha a izquierda, siempre desde el punto de vista del cámara que los enfoca, Bono (cantante de U2), con unas gafas de color casi azul, vestido con una chaqueta, camiseta y pantalón, de color negro las tres prendas, con un micrófono en la mano. Bono se encuentra a un brazo de Fallon. Si paramos la imagen del principio, al lado de Bono se encuentra The Edge, guitarrista de U2, me parece que con un gorro negro también, y con una guitarra acústica; a su lado izquierdo (mirando desde la cámara, insisto) se encuentra el bajista Adam Clayton con un bajo también de apariencia acústica; sorprendentemente y tomando ahora a Clayton como referencia, y no a la cámara, al lado derecho del bajista de U2 se encuentra Will Smith, del que es difícil deducir por qué está ahí, pues el video es de tres minutos y cuarenta y pico segundos, y no podemos saber lo que ha ocurrido en el programa antes y después de esos minutos y segundos. Lo más cutre, quizá lo único cutre de lo que pasa y va a pasar ahí es que el pobre Larry Mullen junior, batería del grupo, está detrás del sofá, condenado a estar de pie con la única compañía de una pandereta. Y se le ve muy serio. Pudiera estar incómodo. Pero no, no es una pandereta; no sé qué nombre tiene ese pequeño instrumento rítmico, pues es como si a la pandereta le hubieran quitado la piel del “tambor”, y tiene anillas alrededor del instrumento circular que al mover el instrumento hacen un ruido rítmico de tipo tin-tin… Y no sé más.

Damos al play. La historia es en vivo, en un plató de televisión, sin play back, y creo que aunque en general los componentes de U2 creen saber cómo va a ir la historia (a nivel general me refiero), en concreto, ni imaginan lo que les espera (esta vez en el sentido positivo de la frase “lo que les espera”, si alguna vez lo ha tenido).

Una vez dado al play, The Edge comienza a tocar la guitarra con unos simples arpegios y acordes aparentemente sencillos. Clayton se mantiene quieto sin tocar el bajo. Acompañando a estos arpegios simples, Bono se acerca el micrófono a la boca y comienza a cantar unas primeras frases, con la pasión vital y brillante que le ha caracterizado en sus mejores años. La canción suena bonita desde el principio.

En las cinco primeras frases o líneas Bono lo da y lo llena todo, sólo con su voz, sin más acompañamiento que los arpegios simples de The Edge.

Tras el primer párrafo de la letra viene el estribillo: “No podemos caer más, si no podemos sentir amor común y corriente (ordinario), Y no podemos llegar más allá, si no podemos tratar con un amor ordinario”.

Durante este estribillo The Edge cambia los arpegios por un ritmo básico de muñeca y con lo que parecen ser los mismos acordes de los arpegios anteriores. Es un estribillo potente a pesar de ser acústico, como los que hacían en sus mejores tiempos; Bono entra en falsete, sale de él, vuelve a entrar y esas dos líneas de estribillo, son las que más adelante serán básicas, para que pase lo que va a pasar.

En esta primera vez, el estribillo no se repite.

Se vuelve a la melodía inicial y a los simples arpegios de la guitarra de The Edge; me suena que el bajista estaba tocando algo bastante simple desde el estribillo, así como detrás del sofá, Larry Mullen Junior creo que mueve ya un poco su “pandereta” sin piel, de forma rítmica. La melodía inicial tiene por supuesto otra letra, esta vez de cuatro líneas; sigue sonando genial.

Siguiendo a esta segunda parte melódica vuelve el estribillo que desde ese momento empezará a coger un protagonismo creciente. Lo tocan dos veces.

Bono canta con una energía impresionante, a pesar de ser una canción que es casi una balada; los cuatro componentes del sofá, incluyendo a Will Smith, llevan el ritmo con un pie. Will Smith mira a Bono con mucho interés y siguiendo el ritmo de la canción con el pie derecho (o izquierdo).

Bono sube el micro a un punto muy cercano a la boca cuando canta en un volumen de relativa poca intensidad; en los momentos en los que da más intensidad y volumen a la melodía cantada coloca el micro más abajo, y mueve los dos brazos como si quisiera con ello centrarse totalmente en la canción; al igual que Will Smith, Fallon mira con serio interés a Bono (aunque ya se le está poniendo una sonrisa de cierta alegría en la cara,)

Cuando Bono termina de cantar el estribillo por dos veces, mira al frente (donde nosotros no sabemos todavía qué es lo que hay) y dice: “Roots? Roots?” Empieza a sonar una señora orquesta, a la vez que la cámara enfoca a una banda que consta, creo, de bajista, guitarrista, teclista, trompetista, trombón, batería y tambores.

Los Roots son negros y van elegantemente vestidos. El caso es que en cuanto los Roots entran en acción, Bono y The Edge se levantan y siguen de pie hasta el final; the Edge, como no puede ser de otra forma, lleva la guitarra colgada a un hombro. La primera vez que cantan el estribillo con los roots, la cámara enfoca a los estos durante un rato, para volver a Bono y a The Edge, que a sus cincuenta y pico años parecen unos chavales. La historia empieza a subir a la temperatura de un buen rollo que sigue progresando hasta el final; hay sonrisas cómplices mientras Bono y The Edge cantan el estribillo con el excelente acompañamiento de los roots mirandoles mientras tocan. Bono y The Edge miran alternativamente, primero a los propios roots y después hacia donde al final veremos que está el público.

Cuando queda poco para terminar la última repetición del estribillo, Bono y the Edge miran con una sonrisa de enorme cariño a los Roots, frente a frente, y cuando termina el estribillo, en vez de decir el correspondiente ordinary love (amor ordinario) que sólo lo dice The Edge pero casi no se le oye, Bono dice a los roots de forma cómplice e irónica (ironía cariñosa) “Quiz love”. Esto provoca una gran sonrisa en la mayoría de la orquesta negra; de hecho al batería le sale una carcajada ante el “Quiz love”, y el bajista de pelo rasta, reacciona con una sonrisa entrañable, el “quiz love” le saca una sonrisa bonachona a un hombre bastante mayor y calvo, que está colocado detrás del bajista de pelo rasta, tocando el teclado.

Tengo una duda, está claro que hay un sobreentendido entre Bono y los Roots. La palabra clave en la complicidad de unos y otros es la nombrada “quiz” “quiz love” en concreto; porque es justo cuando se dice esa palabra, cuando aumenta de golpe la temperatura de sana alegría que ya se estaba produciendo, la carcajada del batería incluida. Cuando veía ese video, y mira que lo vi un millón de veces, tantas que pude describirlo paso a paso sin verlo, pensaba que con quiz, Bono se refiere a “show nocturno” o a algo relacionado muy directamente con los Roots. No se explica sin embargo ese momento de encuentro musical sublime, mejor dicho no me lo explico yo, porque al mirar en el diccionario de super Google, veo que “quiz” quiere decir, no “show nocturno” sino algo así como concurso de preguntas y respuesta, o simplemente preguntas y respuestas.

Pero lo importante es que, aunque yo no sepa por qué se produce esa temperatura musical y ambientalmente excelente, en los últimos momentos, además de que la canción ha ido subiendo hasta las estrellas progresivamente, se produce un mágico climax; y es que además, a la canción le queda todavía una espuela de segundos, pero qué espuela más antológica. Tiempo antes de lo de “quiz love”, un Fallon entusiasmado, puesto en pie y muy sonriente celebra el momento dando palmas. Palmas que ya en cuanto entraron los roots, Will Smith estaba también dando, también con entusiasmo y una sonrisa, divirtiéndose con el subidón después de haber empezado todos tan serios.

Terminado el estribillo, Bono da de forma azarosa y accidental, la espalda a los roots, y cuando parece que la canción está muy a punto de acabar, Fallon, al lado de Bono, y mientras la orquesta sigue tocando dice algo así como “U2 everybody, more and more in the tonight show after the break”; “U2, todos, más y más después del corte publicitario (se supone publicitario).”

Pero el desfase controlado sigue y continúa después de que Bono diga a Fallon “give me love” “dame amor” con un gesto del brazo, que mueve hacia delante y hacia detrás, mientras éste todavía está despidiéndose, y cuando parece que todo ya ha sido muy brillante y se acaba, Bono se da la vuelta y mira al público, del que no sabíamos nada y que está colocado, en butacas de escalón, con mucha gente además, al frente de la mesa de Jimmy Fallon fuera de plató y obviamente muy lejos de la mesa de Fallon, pero en dirección recta hacia el plató.

El cantante de U2 entra otra vez en acción cantando con la mayor alegría que yo le haya visto nunca, y esta vez dirigiéndose sólo al público con un “ Oh Yeah, yeah, yeah, oh yeah yeah.. can’t fall any further…” , y mientras baila moviendo las piernas de un lado a otro y también un brazo, canta estas conjunciones que no creo que ni tenía preparadas. En ese mismo instante, el público se levanta, primero poco a poco y luego, todos de pie aplaudiendo la genialidad de todo lo que ha ocurrido ahí. Tres minutos, y cuarenta segundos. Todo un paraíso de alegría concentrado en unos minutos. Cómo empieza; cómo acaba.

Allí no sólo había una canción, allí había un ambiente positivo multiplicado por infinito, y seguro que hasta inesperado para los propios componentes de U2. Fue el momento, con todos los astros a favor, lo que produjo el milagro.

jueves, 3 de marzo de 2016

NO ME CREO NADA

          :

             
       Virginia Woolf, Ernst Hemingwaiy, Tolstoi, Dickens, Hermann Hesse, Gorki, Schubert, Beethoven, Stevenson o Balzac lo consiguieron:  ¿Qué consiguieron?
 Ah, muy cierto, las mieles del éxito, seguir vivos después de muertos pues sus obras siguen presentes. Y eso, ¿De qué narices sirve si estás muerto? ¿A quién le importa?             
     Reconocimiento después de muerto. Reconocimiento. Qué bella palabra para decir bonitamente "me aplauden, me admiran, soy un gran hombre o mujer" . "He triunfado" ; ahora se me olvida que un día enfermaré gravemente o tendré un accidente fatal o me dará un infarto que me provoque un fin repentino, y en el resto de todos los casos, vaya,  Muerte, ya me has pillado, fuera, hemos hecho lo que hemos podido, pero se nos ha ido. ¿Where is the glory in/on that?
      O incluso en vida, Beethoven, Van Gogh (este no era bipolar sino esquizofrénico) y Virgina Woolf sufrieron penalidades dignas de llamarse torturas chinas. Una vez más, por cierto, hasta en estos casos, resulta que sólo Virginia Woolf estuvo a la altura de los hombres. Por supuesto que sí. Una vez más, que se le pregunte a Rosa Montero a qué responde el hecho de que sólo se nombre a una mujer. Por muy evidente que sea... Que se le pregunte por favor.  En estos casos y en muchos más; ciñéndonos a  los científicos, mujeres que descubrieron cosas que aportaron mucho a la humanidad. Ninguneadas; algunas, víctimas de robo de sus hallazgos por hombres que, robando y utilizando sus hallazgos y sin nombrarlas ganaron premios nóbeles.
     Pero que no me desvíe, quiero seguir: Faulkner, Tennessee Williams, Kurt Cobain, Pier Angeli.... 
           Resulta que, salvo Van Gogh (esquizofrenia), tenian todos trastorno bipolar.
      Seguimos un poquito más:  Mel Gibson, Catherine Zeta Jones, Sinead O'Connor, Cesare Pavese, Rober Downey jr, y muchos más. Bipolares.
          Y, ojo al dato, Ibarretxe. Y digo Ibarretxe, porque una persona, al decir yo que Ibarretxe era bipolar, posteriormente me dijo que pensó: Ya sé por dónde va este. Ya, yo iba  según esa persona, hacia esto:  al hecho de que como Ibarretxe era bipolar, yo, al ser bipolar conseguiría estar a la altura de Ibarretxe y de los GRANDES (sólo unos pocos eran conscientes de lo pequeños que eran o son). No se puede pensar mayor disparate, que el que pensó esa persona cuando yo dije que Ibarretxe era Bipolar... Si soy tuerto y el Che Guevara era tuerto (que no lo era pero imaginemoslo), seré Ché Guevara.
       Por cierto, ser Ibarretxe también fue muy amargo para él. Se pasa un montón de tiempo redactando el plan que llevaba su nombre. Bueno, no debemos conseguir independencia o algo parecido por medio de  armas y violencia, eso lo tengo claro; por lo tanto voy por la línea de la legalidad, supongo que pensaría.Voy a ir por la vía exclusivamente política. Se burlaron de él en el parlamento. Le han dicho varias veces que vuelva al PNV, a la militancia política activa. Dice que ni hablar. ¿Por qué será?
       ¿Se puede saber de qué le sirvió a Dostoyevsky ser Dostoyevsky, si tenía unos delirios y depresiones terroríficas? Y para colmo un psiquiatra me dijo que era un gran escritor por eso. Qué guay.
        
          Comentario para uso interno: No me gusta nada el tono sarcástico de este texto, prefiero la ironía. Agifes (creo que el Dios google explicará qué es Agifes, y vuelvo con el sarcasmo) empezó su andadura mostrando cuadros de esta buena gente, para desestigmatizar la enfermedad psíquica. Lo considero un error monumental. ¿Por qué para desestigmatizar la esquizofrenia eligieron al nobel John Nash? Nunca se cansaran (o nos cansaremos) del sueño americano. Ego, cabrón, espera que te pille...